Demoagro confirma su razón de ser
Redacción Interempresas04/06/2015
El pasado 29 de mayo cerraba sus puertas en La Finca La Ventosilla la segunda edición de Demoagro. La sensación entre empresas y asistentes fue de que la apuesta por esta demostración de maquinaria a gran escala ha sido satisfactoria. Más de 35.000 profesionales acudieron a Burgos, procedentes de toda la geografía española, para disfrutar en vivo y en directo de las novedades presentadas por más de medio de centenar de empresas.
En esta ocasión la climatología no jugó una mala pasada a una organización que había puesto todo su empeño en que no fallase el más mínimo detalle. Aunque la asistencia el primer día fuese algo más floja que en las siguientes dos jornadas, el objetivo de atraer al agricultor profesional a conocer la maquinaria agricola que se fabrica y comercializa en nuestro país se ha cumplido con creces.
En esta ocasión fueron 80 hectáreas, un 20% más que en la anterior ocasión las que acogieron un total de 127 parcelas, en las que las más de 50 empresas participantes –un 25% más que en la edición del año pasado–, mostraron lo último en maquinaria, equipos y tecnología, al servicio del agricultor. El recinto quedó claramente dividido en tres zonas: Demosuelo, con los equipos para preparación primaria del suelo, labores profundas, preparación del lecho de siembra, así como maquinaria para siembra, plantación y trasplante y distribución de fertilizantes, además de aquella destinada a manipulación y transporte; Demorecolección, con demostraciones de equipos para siega, recogida y manipulación de forraje y maquinaria para la recolección tanto de granos y semillas, como de raíces, rizomas, bulbos y tubérculos; y Demoviña, con maquinaria específica aplicada a trabajos sobre viñedo como arados intercepas, equipos para labores de poda e injerto, control de parásitos y enfermedades de los cultivos y aplicadores de cubierta de protección del suelo.
A lo largo de los tres días se llevaron a cabo centenares de demostraciones programadas por las diferentes marcas expositoras, además de una gran cantidad de pruebas personalizadas, siempre bajo supervisión, para que los agricultores comprobasen sobre el terreno las evoluciones de la maquinaria agrícola que más les interesa.
