La jornada sirvió para exponer las demandas de las empresas de Horeca en materia de packaging
El Foodservice reta al sector del packaging
El pasado 30 de enero, el Clúster del Packaging, el Clúster Foodservice y ACC1Ó reunieron en las instalaciones de esta última en Barcelona a cuarenta empresas en la que las firmas del canal Horeca (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías) plantearon cuatro retos al sector del packaging en material de seguridad alimentaria, sostenibilidad, envasado de producto en fresco y packaging inteligente.
Los talleres de innovación que organiza con regularidad el Clúster del Packaging sirven para generar proyectos de innovación colaborativos entre las empresas del clúster y empresas de otros sectores donde el packaging signifique un foco de innovación.
Esta jornada iba dirigida a dar respuesta a la pregunta de qué retos y oportunidades de negocio presenta el sector Foodservice: envases más sostenbiles; nuevos productos para segmentos crecientes de mercado (ej. Baby food, deporte..); sustitución de productos con envase rígido por envase flexible; nuevos productos monodosis o nuevos envases activos (alargamiento vida útil, calentamiento adecuado, etc.; son algunos de los campos de trabajo.
La metodología está pensada para fomentar el debate y el networking entre empresas. Las empresas del Clúster del Packaging realizaron presentaciones orientadas a resolver problemáticas y mejoras propuestas por el Clúster Foodservice que sirvieron para identificar ámbitos de trabajo concretos y para posibilitar proyectos de mejora competitiva para empresas de los clústeres.
Packaging y foodservice, de la mano
Con el objetivo de mejorar la competitividad de los sectores con soluciones innovadoras, desarrollo de nuevos productos y/o servicios, etc., la jornada sirvió de oportunidad para plantear de forma personal los problemas que se presentan a las empresas de Horeca en lo que a envases se refiere. Una jornada de debate, de networking y de retos. La interacciones surgidas tendrán continuidad mediante diferentes grupos de trabajo que concretarán actuaciones concretas entre empresas.
Seguridad alimentaria
El objetivo de este bloque temático era ir un paso más allá de la legislación y analizar la idoneidad de envases que aporten mejoras en la gestión de la seguridad alimentaria, la trazabilidad o el control de alérgenos. Las soluciones pueden mejorar también la usabilidad de la codificación o el formato del envase.
Josep Marlet i Oliveras, director general del Grupo Sehrs, puso sobre la mesa aspectos críticos que repercuten en la gestión y en la producción: los envases de protección contra contaminación logística, segunda piel, clean bag, no porosos, estancos y de la necesidad de facilitar la trazabilidad e identificación (homogeneización, estandarización, control de lotes, caducidades, tiempos de conservación). “Hemos tenido que resolver nosotros aspectos relacionados con la trazabilidad. De origen, cada envase es diferente”.
Otro tema que preocupa al grupo es el paso del producto desde la congelación a la regeneración y, dado que Grupo Sehrs suministra alimentación para el sector sanitario, es decir, con una casuística diferente a la convencional, puso sobre la mesa de debate aspectos como la necesidad de conjugar la protección, la estética y la funcionalidad (vajilla de un solo uso, precintada, multi temperatura, atractiva).
Otro factor a mejorar según el director general de la compañía es el de los detectores de riesgo, temperatura, de alimentos sin lactosa o gluten, “aspectos que ayuden a identificar que son alimentos ‘libre de’. La gestión de los alérgenos tiene un coste muy elevado”, apuntó. “Tenemos productos sin sal, sin gluten, sin lactosa, entre otros, que al final terminan ingieriendo todos los consumidores y, obviamente, encuentran insípidos”.
Para concluir, demandó al sector del packaging “mirar más al foodservice”. Envases que conjuguen aspectos como protección, caducidad, diseño, por ejemplo, para un paciente que se encuentra en el hospital y que necesita más que “sólo una barqueta”.
También en el bloque de seguridad alimentaria, Isabel Arroyo del área técnica de Dow Chemical hizo hincapié en los polietilenos sellantes que aplica la multinacional para reducir las mermas por fuga de los envases. Las resinas de Dow ayudan a mejorar la integridad de los envases gracias a que el diseño molecular permite mejorar la hermeticidad reduciendo las fugas y aumentando la vida de los alimentos.
Dow además ha desarrollado el 'pouch flexible' monomaterial de polietileno, “es una tendencia en Dow, es más fácil de reciclar”, apuntó, que permite que el envase sea 100% reciclable y con un 83% menos de material que un envase rígido. “El resultado es un envase completamente hermético sin fuga de productos y una alta resistencia a la manipulación”, afirmó.
PacXpert es otra de las soluciones de la multinacional que da respuesta a la pregunta “¿Cuántas botellas de 4 litros caben en un camión?”. 7.200 botellas tradicionales frente a las 72.000 botellas PacXpert, es decir 10 veces menos camiones con la solución de Dow Chemical, apuntó la representante de la compañía.
Josep Marlet i Oliveras, director general del Grupo Sehrs, puso sobre la mesa aspectos críticos que repercuten en la gestión y en la producción.
Sostenibilidad
La segunda parte de la jornada dedicada a la sostenibilidad tenía como objetivo debatir sobre el desarrollo de nuevos envases sostenibles, el packaging más innovador y competitivo en precio. Aspectos como la reducción de materiales, la optimización y la mejora del ciclo de vida, el paso de envase rígido a flexible, la flexilidad que aportan estos a la optimización de la logística, cuándo es y no es adecuado.
Desde Eatout mostraron su interés en la implementación del envase flexible por aspectos económicos: reducción del material utilizado para el mismo uso (por ejemplo, redimensionado de una bolsa de bocadillo), cambio del material por uno más ligero (Ej. envase rígido de salsa por flexible) y por la optimización de unidades/caja (por ejemplo, a mismo cubicaje de la caja mayores uds/caja). Sin embargo, también planteó las dificultades de implementación que se presentan como el cambio de materia prima papel/cartoncillo (Ej. de pasta reciclada a materia prima de bosques sostenibles), cambio de desechable a reutilizable/loza (Ej. vasos de café a tazas, suponen más coste de personal, inversión maquinaria y energía) o el reciclado en la sala de los restaurantes (Ej. generar cultura de reciclaje a todos los niveles).
“Nos puede interesar ya que por un lado un envase flexible para un contenido semisólido es mucho más eficiente (menos merma) también es mucho más optimizable logísticamente y por tanto más rentable (el mismo espacio, más kilos transportados al rellenar los vacíos de la caja)”.
Desde Areas, plantearon la problemática desde una de las últimas fases de la cadena, el consumidor final: costes del artículo, costes logísticos y de almacenaje sumados a otros aspectos como nuevos formatos, nuevos materiales o tendencias que tienen peso en el impacto del envase que es en definitiva, un tractor en la decisión de compra del consumidor. También destacaron la necesidad de mejorar los sistemas anti vaho de los envases, tanto en frío como en caliente, que en punto de venta son decisivos, envases cuyo film cuesta abrir, aspectos que mejoren la venta rápida y mejorar factores como en envases que el propio consumidor calienta, etc. Según Xavier Torrents, dirección de innovación en Areas, “el futuro pasa por una alimentación más saludable. La tendencia, además, ya no está en el producto sino en la experiencia del consumidor. Se están perdiendo los olores, por ejemplo, en los establecimientos. Se debe trabajar la celebración”.
Dar con el envase apropiado es difícil si el abanico de alimentos envasado es amplio. Desde Maheso destacaron la diversidad de productos de alimentación que ofrecen cada uno de ellos destinado a un tipo de consumo diferente, sumado a las tendencias actuales, como el ‘Foodfinger’ (ingerir comida cocinada con los dedos), productos para consumir, por ejemplo, en aviones e infinidad de aplicaciones distintas que requieren calentar el envase, hacen que se encuentren problemas como la migración de grasa, etc. “Tenemos un producto polivalente pero en cada ámbito, según se regenera, se comporta de un modo distinto”, señalaban desde el departamento de marketing.
Envase de pescado fresco
El objetivo de este tercer apartado era analizar soluciones de envases higiénicos, prácticos, sostenibles adecuados para el pescado fresco de cara al foodservice: apilables, económicos, anti goteo, de un solo uso o para varios usos, con atmósferas controladas y termosellados. También ampliables a otros sectores de fresco como fruta, verdura, carnes, etc.
Frigoríficos Ferrer puso sobre la mesa la problemática a la que se enfrentan a la hora de distribuir el pescado.”Históricamente los envases se han hecho de poliexpán, pero ensucia, presenta problemas de higiene y tiene un impacto sostenible, son además multiusos, lo que obliga al repartidor a dejar la cubeta e ir después a recogerla, pierden agua y cuesta almacenarlas”.
Desde la empresa Carnes Romeu también expusieron las limitaciones que supone el envase que utilizan para distribuir la carne. “Cada caja de transporte, que se deja en la calle, cuesta cinco euros, se debe higienizar, volver a ponerla en el circuito de producción, cuesta apilarlas y ocupan mucho espacio de almacén”, lo que supone un problema para la compañía.
Ambas empresas ponían sobre la mesa la problemática que presenta este tipo de bandejas para distribuir tanto la carne como el pescado e instaban al sector del packaging a ofrecer soluciones.
Packaging activo
El cuarto y último bloque de la jornada fue el dedicado al desarrollo de nuevos envases activos y sistemas de envases inteligentes para el sector Foodservice. Alargar la vida del producto, calentar adecuadamente o el control del estado del producto envasado y su entorno, fueron algunos temas de interés.
El representante de la empresa Carnes Romeu habló de la necesidad de que las bandejas de carne permitan alargar la vida útil de los alimentos. Estos tienen una vida útil de doce días lo que les limita poder abordar mercados menos próximos. “Con termoconformados hemos mejorado pero no es suficiente”. Apeló a un envase funcional en el que el diseño no es importante y sugirió que podría permitir la maduración de las carnes dentro del envase, por ejemplo, en carnes rojas, o incluir un ingrediente que permitiese convertirse en un producto de V Gama. Todas estas inquietudes pasaron a las empresas de packaging asistentes.