Una experiencia única para una conmemoración histórica
Fue a bordo de un Landini 7-215 y en plena Toscana italiana de una fría primera semana de octubre. El reto era considerable: 130 horas ininterrumpidas sin que el motor del 7-215 se parase. El objetivo: conmemorar los 130 años de toda una marca histórica, Landini. El pasado 11 de octubre a las cinco de la tarde el reto se dio por conseguido.
La aventura comenzó el 6 de octubre a las cinco de la mañana. Técnicos y responsables del Departamento de Marketing de Argo Tractors llevaban semanas trabajando para que todo estuviese a punto y fueron ellos mismos los que comenzaron dando las primeras vueltas al circuito 'off-road' preparado a tal efecto en el famoso recinto deportivo de 'Il Ciocco', situado en la provincia italiana de Lucca, la misma pista utilizada por pilotos de rally de muchos equipos oficiales de automóviles para realizar prácticas.
Pocas horas más tarde llegó el momento de la inauguración oficial, donde además de los máximos responsables de la empresa y de las autoridades locales, cobró especial relevancia como padrino del evento todo un campeón del mundo de fútbol, Gianluca Zambrotta, que tuvo la oportunidad de disfrutar durante unos minutos al volante del 7-215 de Landini.
El trabajo de todo el equipo técnico, capitaneado por el director de Marketing Antonio Salvaterra y por Federica Ottaviani, fue encomiable y a la iniciativa de Landini se sumaron 75 conductores de toda Europa, entre periodistas especializados y patrocinadores. "Queríamos conmemorar los 130 años de Landini de una forma diferente, implicando a miembros de la marca, patrocinadores y a periodistas. Pensamos que la mejor forma era compartiendo la experiencia a bordo de nuestro modelo más potente y en un entorno único", nos confesaba Salvaterra.
Mi experiencia comenzó el segundo día de pruebas por la tarde. Acompañado por uno de los técnicos con más experiencia del lugar, Luca Rinaldi, todo un campeón de rallies e ingeniero en marcas como Ferrari y Maserati, los 45 minutos a bordo del 7-215 resultaron de los más emocionante. Disponer de un tractor avanzado de 215 CV y con una tracción a las cuatro ruedas hizo que las pronunciadas elevaciones del terreno y el barro acumulado en algunas zonas del recorrido no representasen ningún problema. La confianza en el tractor fue ciega y la respuesta por parte de un tractor como el 7-215 de Landini fue más que satisfactoria.
A nivel técnico esta prueba real ha permitido demostrar la fiabilidad general y robustez de este tractor, su fácil manejo, así como el alto nivel de confort que ofrece la cabina, un lugar de conducción diseñado de acuerdo a los últimos criterios ergonómicos adoptados en la industria del automóvil.
Además del carácter lúdico, las 'Landini 130 hours Endurance' también contaban en su trasfondo con una causa solidaria, logrando crear un fondo que se asignará a las escuelas de Fabbrico, en la provincia de Reggio Emilia, dañadas gravemente por el seísmo de mayo de 2012. La cantidad aportada es proporcional al número de los kilómetros recorridos por el tractor durante la prueba. Al final, cuando se apagó el sábado 11 de octubre a las tres de la tarde el motor del 7-215, el tractor había recorrido 992 kilómetros, habiendo cubierto oficialmente 171 vueltas al circuito, a una velocidad media de 7,6 km/h. La contribución correspondiente generada para la causa fue de unos 8.000 euros, una cantidad que será entregada próximamente a la Municipalidad de Fabbrico.
7-215, el Landini más potente
El protagonismo para celebrar los 130 años de Landini recayó sobre el modelo más potente de la marca a día de hoy, el 215 de la Serie 7. Este modelo, al igual que los otros dos de potencia inferior, son impulsados por el motor FPT NEF 6 CYL CR, un motor turbo de seis cilindros con sistema de inyección Common Rail. Su sistema 'Dual Power' le proporciona potencia adicional tanto en carretera como para la toma de fuerza, todo ello en el interior de un chasis robusto que ayuda a reducir el ruido y los niveles de vibración dentro de la cabina. La Serie 7 es Tier 4, cumpliendo las últimas regulaciones de emisión a través de la utilización del sistema SCR.
El 215, de 212 CV, dispone de transmisión 'Roboshift' de 24 marchas en seis rangos, con transmisión Powershift a cuatro velocidades bajo carga con cambio automático e inversor hidráulico. La transmisión se controla electrónicamente a través de los pulsadores situados en el reposabrazos multifunción, además de disponer de la función 'Autoshift', particularmente útil en transporte por carretera.
La toma de fuerza trasera, con conexión electrohidráulica, ofrece cuatro velocidades (540/540E/1.000/1.000E rpm), con 6 y 21 ranuras. El control electrónico de la toma de fuerza garantiza siempre un arranque suave, en beneficio de la comodidad y el buen mantenimiento del tractor y de los implementos. El enganche trasero asegura una capacidad de elevación hasta 9.300 kg.
El eje delantero, ya sea rígido-montado o controlado electrónicamente con suspensiones independientes, ofrece un ángulo de 55° y, por lo tanto, una excelente maniobrabilidad en espacios reducidos.
Particularmente llamativa es su cabina ‘Lounge Cab’, que pretende ser un verdadero salón de alta tecnología, diseñado para administrar el equipo fácilmente y con comodidad. El interior cuenta con acabados de alta calidad y con materiales propios de la industria automovilística, lo que eleva aún más su categoría.
Landini no estuvo solo
Landini no quiso realizar la aventura en 'Il Ciocco' en solitario, y por ello contó con ocho socios de su máxima confianza que convirtieron el reto en posible. FTP Industrial, ZF y Michelin, como proveedores de los motores, transmisiones y neumáticos que equipan la Serie 7 de Landini, estuvieron sobre el terreno con sus propios técnicos en el paddock donde se realizaba el avituallamiento y el relevo de pilotos.
Otras marcas de renombre mundial tampoco quisieron faltar: Bosch Rexroth, como proveedor principal para hidráulica y componentes mecatrónicos; Grammer y Denso, fabricantes de asientos con suspensión neumática y de equipos de aire acondicionado, que contribuyen a proporcionar el máximo confort durante la conducción; y Bombas Adam, que proporcionó todos los sistemas necesarios para repostar de una manera muy precisa y rápida el combustible y la urea tanto para el tractor de la prueba como para las dos unidades utilizadas por los conductores durante la formación. Al final, la reconocida bodega Marchesi De' Frescobaldi también se quiso sumar a la fiesta entregando a cada conductor una botella de vino 'Nipozzano Riserva', una vez finalizada la prueba.