1.300 agricultores convierten en un éxito la Jornada Internacional de Agricultura de Conservación
La localidad de Brihuega (Guadalajara) acogió el pasado 2 de octubre una de las mejores jornadas organizadas hasta la fecha por la Asociación Española de Agricultura de Conservación-Suelos Vivos (AEAC-SV). 1.300 agricultores de toda España acudieron a la finca Valdelobos para una Jornada que obtuvo un gran impacto mediático y en el que las prácticas de agricultura de conservación fueron las grandes protagonistas. La siembra directa ha aumentado en los últimos 5 años un 108%, situando a España, con más de 570.000 hectáreas, en el país europeo líder en este tipo de prácticas.
Siete años se ha tardado en organizar de nuevo una cita de esta magnitud, pero vistos los resultados solo se puede calificar de éxito rotundo la Jornada Internacional de Agricultura de Conservación organizada por la AEAC-SV en Brihuega (Guadalajara). 1.300 agricultores y numerosos medios acudieron a la Finca Valdelobos para empaparse del conocimiento generado en los estudios abordados en torno a los beneficios agronómicos y medioambientales de las técnicas de agricultura de conservación, así como de las innovaciones tecnológicas tanto en equipamientos y maquinaria como en insumos alcanzados por el sector privado en relación a dichas prácticas. "El mensaje que queremos transmitirle al profesional es que hay otra forma de hacer agricultura, mucho más respetuosa con el medio ambiente, y de mantener el suelo, base de nuestra agricultura, que es de fácil erosión y cuya recuperación es un proceso de décadas. La agricultura de conservación permite, al no labrar y mantener los restos vegetales, proteger el suelo contra la erosión, aumentar la materia orgánica, emitir menos carbono, etc. y todo ello en beneficio de la agricultura y de la sociedad en general”, explicaba Jesús A. Gil Ribes, presidente de la AEAC-SV.
Tras la inauguración por parte de la alcaldesa de Brihuega, Adela de la Torre, y las protocolarias intervenciones de varios cargos políticos y de organizaciones agrarias de la región, el protagonismo fue para la PAC y para el Proyecto Life+. En primer lugar, José Fernando Robles, de Asaja, desgranó los primeros pasos de la PAC de cara a 2015, donde las primeras decisiones se tienen que comenzar a tomar con la siembra. En este caso la agricultura de conservación, según Robles, cobra una especial relevancia para los retos planteados por el 'Greening'. Posteriormente, Jesús A. Gil Ribes, presidente de la AEAC-SV, presentó los resultados de cuatro años de trabajo del proyecto Life+ Agricarbon. Para hacerse una idea de lo que supone a nivel de ahorro energético y de reducción en emisiones, expuso el ejemplo de 3 fincas, en las que aplicando sistemas de agricultura de conservación frente al laboreo convencional se redujeron las emisiones ligadas al consumo energético en 200 kg/ha en trigo, 64 kg/ha en girasol y 107 kg/h en leguminosas, además de un ahorro de un 50% en el consumo de combustible.
Tras ambas charlas comenzó el recorrido por las cinco estaciones temáticas preparadas cuidadosamente a pie de campo, donde, de la mano de expertos europeos de primer nivel, se expusieron de manera práctica diversos aspectos claves de este tipo de agricultura, como la mejora de la eficiencia energética, el ahorro de costes, la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero, el correcto manejo de maquinaria e insumos y la gestión agronómica sostenible en los ecosistemas agrarios.
Transcurrida la correspondiente comida, los profesionales pudieron seguir de forma práctica sobre el terreno las soluciones que aportan empresas de maquinaria como New Holland, John Deere, Maschio Gaspardo, Sembradoras GIL, Solà o PITA, y también de insumos representadas por Syngenta, Monsanto, Fertinagro, Sipcam Iberia, Everris o Eurchem Agro, además de la presencia siempre constante en este tipo de jornadas de Sigfito.
Estación 1: Ahorro energético, de tiempos de trabajo y de costes
En la primera de las estaciones, el profesor honorario del Departamento de Proyectos e Ingeniería Rural de la Universidad Pública de Navarra, Pedro Arnal, desgranó los resultados de los diferentes ensayos realizados en el Valle medio del Ebro en los que se han comparado durante años producciones de laboreo convencional con laboreo reducido y de siembra directa. “Lo que pretendemos demostrarle al agricultor es que la siembra directa funciona y que es un sistema económicamente viable, salvo en muy contadas excepciones. También queremos enseñarle cómo adaptar sus explotaciones a este nuevo tipo de laboreo, a veces con un paso intermedio como es el laboreo reducido”, explicaba Arnal a Interempresas.
En la estación se puso concretamente el ejemplo del consumo de gasóleo por hectárea, realizando la comparación entre el combustible consumido en laboreo convencional (70 l) y siembra directa (38 l). “De un sistema a otro, sin que haya una merma de producción, el agricultor se ahorra casi la mitad del gasóleo, con lo que significa a nivel de ahorro de costes, además del medio ambiente”, añadió. De hecho, ese ahorro se repite también cuando nos referimos a los tiempos de trabajo, con más de 7 horas por hectárea en laboreo convencional, por las escasas 3 horas en sistema de siembra directa.
El profesor honorario Pedro Arnal (dcha.), de la UPN, y el ingeniero agrónomo, Andrés Sylvestre (dcha.), de GAP Consultores, fueron los encargados de explicar los principales beneficios de la siembra directa.
Por otro lado, Andrés Sylvestre, ingeniero de GAP Consultores, fue el encargado de comparar la situación de España con la de Sudamérica, especialmente Argentina, donde a pesar de las dificultades con las que cuenta el agricultor, tanto a nivel de fluctuación de precios como de impuestos, más del 90% de la superficie trabajada lo es bajo el sistema de SD y el restante bajo agricultura de conservación. Para Sylvestre, “resulta evidente que los agricultores que mayores dificultades atraviesan son más proclives a cambiar sus paradigmas y a buscar soluciones creativas que les permitan la supervivencia dentro del sector”.
Estación 2: Buenas prácticas agrícolas para la conservación del suelo y el agua
El otro elemento importante es la conservación de agua en el suelo. Para ello se pusieron tres parcelas, una en laboreo convencional, otra en SD y una última también en SD implementando una banda de seguridad (según RD 1311/2012 de Uso Sostenible Productos Fitosanitarios) en el que se dejan sin tratar los 5 m de separación con un cauce de río, arroyo o curso de agua perenne o estacional, para evitar la contaminación. Explicado por Julio Román, del Departamento de Ingeniería Rural de la UCO, lo que se planteaba es que sea el agricultor quien controle esa banda de seguridad. “Debe establecer una banda que tenga una cobertura vegetal suficiente, tanto de herbáceos como introduciendo cultivo leñoso, favoreciendo la evaporación para, en el caso de que haya excesiva filtración, no se colapse la zona, y de esa forma evitar que cualquier tipo de producto fitosanitario o nitrato acabe contaminando el agua”, comentaba.
Estación 3: Experiencias de agricultores en siembra directa
La tercera estación fue donde los agricultores quizás más afinaron sus oídos, porque quienes hablaban eran otros agricultores que transmitían su experiencia en SD. “Hemos intentado explicarle al agricultor cómo empezamos a trabajar con siembra directa, las máquinas con las que comenzamos a trabajar y los resultados que estamos obteniendo con la maquinaria que tenemos actualmente. Tanto mi compañero Luis Miguel Abad, de la Agrupación de Siembra Directa de Guadalajara, como yo, hemos explicado la comparativa entre la maquinaria de reja y de disco en una zona como es la comarca de la Alcarria, donde por el tipo de suelo pedregoso la mayoría de agricultores se han tenido que decantar por la reja”, explicó Ángel Corral.
Igual de interesante resultó la experiencia aportada por la agricultora Maria Gabriela Cruz, presidenta de la Asociación Portuguesa de Conservación de Suelo. Expuso cómo solucionaron, por ejemplo, la dificultad de cierre del surco de siembra en un suelo con cierta humedad mediante la utilización de un rulo compresor justo detrás de la sembradora; o la dificultad de colocación de la semilla en el surco por atasco con arcilla del suelo en las unidades de siembra mediante la siembra de ciclos largos de cultivos de otoño-invierno para permitir una siembra más temprana y así sembrar con menos humedad y mayor temperatura en el suelo.
La agricultora portuguesa Maria Gabriela Cruz expuso soluciones concretas aplicadas en campo a raíz de problemas aparecidos con siembra directa.
Estación 4: Uso sostenible de fitosanitarios: Inspección Técnica de Equipos de Aplicación
La Directiva de Uso de Sostenible de Productos Fitosanitarios (128/2009/CE) conlleva, entre muchas otras obligaciones, la inspección obligatoria de equipos en uso. Por ese motivo no se quiso dejar pasar la oportunidad en una cita como la Jornada de Agricultura de Conservación de explicar a los agricultores a qué se enfrentan, y principalmente, cómo han de hacerlo. “Las inspecciones que ya se están empezando a hacer por parte de empresas certificadas implican una serie de parámetros muy básicos que ha de tener en cuenta el agricultor, y que de hecho son necesarios para una buena regulación de un equipo de aplicación. Y van desde elementos de inspección visual, pasando por el funcionamiento de la propia máquina (correcto uso de los circuitos, inexistencia de fugas, etc.), acabando en una fase de medición, basado en medidas de caudal y presión. En todo este proceso insistimos mucho en que no debe ser algo muy mecánico, sino que durante ese proceso de inspección el agricultor ha de estar presente, que ayude incluso en ella, porque eso le ha de permitir durante los siguientes cinco años, que la máquina no será inspeccionada, poder resolver problemas que puedan surgir”, explicaba Jordi Llorens, del Departamento de Ingeniería Agroalimentaria de la UPC.
Jordi Llorens, del Departamento de Ingeniería Agroalimentaria de la UPC, explicando los pasos más importantes en la inspección técnica de equipos de aplicación de fitosanitarios.
Estación 5: Innovaciones realizadas desde el sector privado hacia una agricultura sostenible
En esta última estación, Syngenta presentó a los agricultores su ambicioso 'Good Growth Plan' para afrontar el desafío de la agricultura mundial en proporcionar alimentos en cantidad y calidad a una población creciente, produciendo el mínimo impacto sobre el medio natural. “Intentamos transmitirle al agricultor la necesidad de hacer una agricultura más sostenible, pero no solo desde el punto de vista medioambiental, sino también desde la viabilidad económica de la propia agricultura, tanto para el propio empresario como para el sector. Desde Syngenta consideramos que esto se ha de hacer con una alta tecnología que permita incrementar la productividad, y eso resulta importante para garantizar la viabilidad, porque al producir más se hace un mejor uso de los recursos. En este sentido, Syngenta muestra los proyectos que lleva desarrollando desde hace muchísimo tiempo, tanto a nivel de nuevas variedades y productos, como con proyectos concretos para defender la calidad del agua, del suelo, etc.”, nos argumentaba Germán Canomanuel, responsable del Dep. de Asuntos Corporativos de Syngenta España.