La Comisión Europea prevé precios estables y aumento de salarios en el sector agrícola
16 de enero de 2014
La Comisión Europea espera que los precios de los productos agrarios se mantengan estables y que los salarios en el sector aumenten de aquí a 2023, según las previsiones a medio plazo. El análisis de la Dirección General de Agricultura del Ejecutivo comunitario revela que los precios se mantendrán fijos gracias al aumento de la demanda de alimentos a nivel mundial y a un incremento más lento de la productividad, acompañado del desarrollo del sector de biocombustibles, que se espera sea el motor de la demanda a nivel europeo. Por otra parte, Bruselas espera que el salario por unidad laboral crezca un 1,8% cada año hasta 2023 como consecuencia de los cambios regulatorios tras la reforma de la Política Agraria Común. En concreto, se espera que el número de trabajadores agrícolas caiga más que los beneficios del sector y, por lo tanto, lo compense. Por productos, la UE es optimista respecto a los cultivos de cereales, ya que espera que la demanda mundial se eleve hasta los 316 millones de toneladas en 2013.
En el mercado interior, la demanda aumentará, sobre todo por la necesidad de producir biocombustible mediante cereales, una fuente de energía alternativa que la CE quiere impulsar hasta conseguir que suponga un 8,5 % de todo el fuel líquido en 2020. El aumento de la producción, sin embargo, dependerá de la mejora de las cosechas, ya que se espera que la superficie cultivable disminuya ligeramente. Los cultivos de maíz serán los que más crezcan en los próximos diez años, sobre todo por su interés como fuente de etanol, seguidos de los de trigo: coparán, respectivamente, el 18 % y 41 % de la producción total, en detrimento de otros cereales. Los precios de los cereales bajarán con respecto a 2012, cuando registraron cifras récord, aunque seguirán por encima de su media histórica.
En lo que se refiere al sector ganadero, la CE prevé que la demanda a nivel mundial se mantenga fuerte y que la mejora de los salarios en Europa permita recuperar el consumo de carne, que cayó en 2013 a su nivel más bajo en once años (64,7 kilos por persona y año). No obstante, habrá que esperar a 2023 para recobrar las tasas de 2011: 66,1 kg. La producción de carne de pollo será la que aumente más rápido en la próxima década, un 0,8% al año, hasta los 13,6 millones de toneladas; mientras que la de cerdo seguirá siendo la preferida de los europeos, con un crecimiento del 2,8% anual hasta los 23,4 millones de toneladas. Por el contrario, proseguirá el descenso en la producción de ternera, en torno a un 7%, y de oveja.