Se atisba una recuperación moderada del sector de fertilizantes
10 de septiembre de 2013
El uso de fertilizantes en nuestro país se está adaptando a las necesidades de nutrientes de los cultivos y a los requisitos para lograr una actividad agrícola que sea sostenible en el tiempo. Tras varios años en las que en algunas zonas se ha realizado un aporte insuficiente de nutrientes con los que obtener unos buenos rendimientos, y ante la necesidad de paliar las carencias producidas por su agotamiento en el suelo tras la extracción realizada por las plantas, el agricultor ha optimizado su uso durante la pasada campaña. Según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (Anffe), con un aumento del 16% durante la última campaña agrícola, el consumo de fertilizantes en España está tendiendo hacia la recuperación de los niveles que eran habituales con anterioridad a 2008, año en el que se produjo un brusco descenso a nivel mundial.
Por otro lado, en un reciente informe publicado por Fertilizers Europe se indica que en la Unión Europea se prevé una estabilidad a largo plazo en los actuales niveles de consumo de fertilizantes. Nuestro país es una de las cuatro regiones de la UE con mayor consumo de abonos, debido fundamentalmente al hecho de que es una de las zonas europeas de mayor producción agrícola, aunque se debe señalar que en España la dosis de abonado por hectárea es inferior a la de otros países de la UE.
En lo que se refiere a la distribución regional del uso de los abonos en España, Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha son las tres comunidades autónomas que consumen más fertilizantes, por ser también las zonas con una mayor producción de cereal, uno de los cultivos en los que más fertilizantes se aplican.
El agotamiento de los nutrientes en los suelos produce efectos negativos en el rendimiento de las cosechas, por lo que es necesario realizar una fertilización de forma adecuada y sostenible que permita incrementar el rendimiento de los cultivos, y en consecuencia el beneficio del agricultor.
“Es fundamental que se haga un uso racional de los fertilizantes, de manera que se logre optimizar la producción agrícola preservando al mismo tiempo el medio ambiente. Esto se consigue realizando, en la medida de lo posible, análisis de los suelos y aplicando el producto adecuado, en la dosis adecuada y en el momento en el que en la planta lo necesita. De esta manera se logrará que la planta se nutra adecuadamente y que no haya en ningún momento ni deficiencias de nutrientes en el suelo ni excesos que puedan provocar pérdidas por lixiviación o escorrentía”. Así lo explica Paloma Pérez, secretaria general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (Anffe), perteneciente a la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible (PTAS).