Si los fabricantes instalasen los nuevos arcos de seguridad, independizarían los puestos de conducción de los sistemas de protección al vuelco, por lo que todos los habitáculos podrían ser idénticos

El pasado 7 de marzo se presentaba en la sede del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) una nueva estructura de protección frente al vuelco de tractores sin cabina, un invento que constituye una innovación respecto a los arcos abatibles existentes en el mercado, puesto que se activa de forma automática ante inclinaciones del terreno. Hemos querido conocer de la mano de Carmelo Pérez Larraya, jefe de la Unidad del Sector Agropecuario del ISPLN y promotor de la idea, cómo surgió un proyecto que tiene como objetivo rebajar sensiblemente el número de muertes por vuelcos de tractor, cifradas entre 80 y 100 cada año en nuestro país.

Actualmente los tractores nuevos pueden llevar uno de los tres sistemas de protección siguientes: la propia cabina del tractor, una estructura fija o un arco de seguridad abatible. La diferencia entre el nuevo arco y los arcos fijos, estriba en que estos últimos tienen los postes totalmente verticales –rectos, no inclinados– y la estructura en si es más estrecha que la anchura total del tractor. Sin embargo con el nuevo arco, al ser expandible y tener los postes verticales inclinados hacia afuera, en caso de vuelco toda la estructura se expande a la vez a lo alto y ancho, hasta alcanzar la misma anchura que la del tractor, consiguiendo un espacio de seguridad mucho mayor y menos deterioros en la carrocería del tractor.

La gran ventaja del nuevo arco en relación a las cabinas, es que éstas se construyen y soportan apoyándose en las estructura de protección, por lo que en principio cada modelo tiene la cabina distinta al resto. Si los fabricantes instalasen los nuevos arcos de seguridad, independizarían los puestos de conducción de los sistemas de protección al vuelco, por lo que todos los habitáculos podrían ser idénticos para todos los modelos posibilitando que estos habitáculos al ser independientes se pudiesen autonivelar, ser giratorios 360º, etc., permitiendo un mayor abaratamiento de los tractores.

Por otro lado ocurre que actualmente cuando un tractor vuelca en tonel (más de 90º) cualquier pequeño deterioro sufrido por la estructura obliga a sustituir casi toda la cabina siendo esta avería muy cara, superando la mayoría de las veces el precio del tractor. Si el tractor dotado con arcos activos automáticos volcase, la mayoría de las veces solo habría que sustituir éstos, ya que la cabina quedaría dentro de la zona de protección de los arcos, siendo el coste de reparación muy inferior.

De los arcos abatibles hay que indicar que al tratarse de un sistema manual y que depende de la voluntad del tractorista para estar operativo, casi siempre suelen estar abatidos por diversos motivos: por incomodidad o pereza, porque faltan elementos de anclaje (bulones, pestillos, etc.) que se han perdido y no se han repuesto, etc. Este hecho hace que muchos de los accidentes de vuelco de estos vehículos tengan como resultado la muerte del conductor, siendo esta una de las mayores causas de muerte en España.

Con el nuevo arco, al tratarse de un sistema activo y automático, desaparece este riesgo, ya que el arco esta siempre “preparado” para actuar automáticamente en caso de vuelco, independientemente de la voluntad del tractorista.

Fundamentalmente que las estructuras o arcos abatibles dependen de la voluntad del conductor para cumplir su función. En cambio la nueva estructura va siempre 'activa' y operativa, y en cuanto el tractor vuelca y supera los 45º/50º, la estructura se expande automáticamente hacia arriba y hacia los lados, en menos de 300 milisegundos. El tiempo de duración de un vuelco se estableció hace ya varios años en algo más de un segundo.

“En cuanto el tractor vuelca y supera los 45/50º, la estructura se expande automáticamente hacia arriba y hacia los lados en menos de 300 milisegundos”

Todos los técnicos de prevención relacionados con el sector llevamos muchos años dando vueltas al problema y volviendo la mirada a los agentes sociales y clamando a los políticos para que cambiasen la legislación y exigiesen la obligatoriedad de instalar estructuras de protección en todos los tractores sin excepción, ya sean grandes o pequeños, con independencia de que estén en manos de quien estén, sean empresarios o jubilados. No es broma, en el Grupo de trabajo del Sector Agrario de la Comisión Nacional esta obsesión por eliminar o paliar el problema de los accidentados por vuelco de tractor ha sido una constante y esto bien lo saben todos los estamentos sociales y administración, pues muchas veces han sido partícipes de iniciativas que se quedaron o limitadas o inconclusas.

Por otro lado, al ver que aunque se obligase, hay muchos tractores protegidos que son una fuente de muertos y heridos, decidimos crear otro sistema que, basado en tecnología de ultima generación, evitase incomodidades y proporcionase ventajas.

De izqda. a dcha., los ponentes de la jornada –Antonio Morente, José Ignacio Arana, Carmelo Pérez de Larraya, Francisco Javier Vitriáin, José Ramón Alfaro y José Luis Ponce–, acompañados por la consejera de Salud de Navarra, Marta Vera.

La idea nació a finales de noviembre del 2011, y se desarrolló por completo durante el año 2012 gracias a la estrecha relación del ISPLN con la Universidad Pública de Navarra. Relación que viene de muchos años por los varios proyectos realizados conjuntamente como los programas de cálculo denominados Extrema.XLS y Vuelco.XLS. Programas informáticos mediante los cuales se puede diseñar y calcular, para los tractores comercializados con anterioridad a 1978, estructuras de protección con la misma resistencia y condiciones que las homologadas.

Digo que tanto el ISPLN, como los profesores Arana, Alfaro y Ballesteros, del Campus de Tudela de la UPNA —estoy convencido que actualmente son punteros en el mundo en el cálculo de estructuras de protección— se han volcado en el proyecto, por lo que éste no ha tenido ningún contratiempo y todo a salido a la primera.

Aunque es muy pronto para hablar de resultados comerciales, sí tengo que decir que ya hay tres empresas interesadas en la fabricación y comercialización.

Hay que tener en cuenta que el proyecto se ha hecho en un año, algo muy difícil de entender por cualquiera. Ahora queda un camino árido con ciertos trámites de validación de acuerdo a las exigencias actuales y vencer reticencias, ya que es un producto sumamente novedoso y tiene que darse a conocer para sortear obstáculos. Hay que tener en cuenta el estupor e incredulidad que nos producía hace pocos años el sistema de protección en los coches a base de air-bags. Entonces, mucha gente desconfiaba del sistema y dudaba de que el air-bag se inflase en caso de accidente. Hoy en día nadie duda de su efectividad. Pienso que estos sistemas nos han allanado el camino, pero aún queda trecho por recorrer.

Los profesores José Ignacio Arana y José Ramón Alfaro (dcha.), posan ante el nuevo arco de seguridad.

En primer lugar, y para visualizar la magnitud del problema en España, tengo que decir que aún, y según una encuesta del Ministerio de Agricultura, existen unos 190.000 tractores antiguos sin proteger, y esto es algo con lo que hay que terminar.

Y referente la pregunta, los tractores grandes si están preparados, no así los medianos con arcos abatibles o los pequeños (menores de 600 kg), donde la legislación ‘no laboral’ permite que vayan sin protección, siendo éstos causa de muchas muertes por asfixia. Siempre me acuerdo de un pueblo del sur de Navarra donde en tres años consecutivos se produjeron tres accidentes mortales por volcar con estos tractores pequeños.

Por otro lado, están irrumpiendo los quads como elementos de apoyo y trabajos livianos, y están causando también accidentes graves y mortales, por lo que también son candidatos a instalar la nueva estructura.

Sí que sería importante la exigencia de que todos los tractores, y cuando digo todos los tractores es todos, lleven estructura de protección activa y automática, ya que supondría un disminución de entre 60 y 80 muertes al año en España, aparte de una importante reducción del número de heridos.

La jornada de presentación en la sede del ISPLN fue todo un éxito.

Habría que establecer una línea de ayudas para mejorar e instalar sistemas activos y automáticos de protección antivuelco, y además, que la administración, mientras no se produzca un cambio normativo, facilite los trámites para la adecuación de todos los equipos (tractores y máquinas), así como conseguir y exigir la instalación de cinturones de sujeción y el uso de los mismos en los tractores dotados de protección antivuelco.