Los Estados Miembro no alcanzaron el pasado viernes una mayoría cualificada en la votación sobre la propuesta de la Comisión Europea para prohibir el uso de insecticidas neonicotinoides en cultivos atrayentes para las abejas. El Comité de Apelación de la Comisión Europea decidirá ahora sobre el destino de esta importante tecnología agrícola. Carlos Palomar, director general de la Asociación para la protección de las plantas (
Aepla) comentó tras el voto del Comité Permanente para la cadena alimentaria y la salud animal (SCFCAH): “La industria fitosanitaria quiere destacar que la propuesta de prohibición hecha por la Comisión Europea no ha recibido la mayoría que buscaba. Se demuestra que los países tienen dudas sobre la proporcionalidad de las medidas propuestas y que hubieran ocasionado un serio impacto en las producciones agrarias, con pérdidas económicas y de empleo, sin garantizar la salud de las poblaciones de abejas. En segundo lugar, los países no han estado de acuerdo con la precipitación en la toma de decisiones, cuando los datos obtenidos en países donde se han aplicado correctas medidas de mitigación del riesgo han mostrado que la convivencia entre agricultores y apicultores es perfectamente posible, y con beneficios mutuos. Los problemas de salud de las abejas son múltiples, principalmente parásitos, enfermedades y pobre alimentación”.
“Compartimos la preocupación por la salud de las abejas, pero, ante la falta de evidencias, se debe abundar en el riguroso procedimiento de revisión científica actual y no plantear suspensión alguna con tan poca base. Sugerimos extender y reforzar las medidas de mitigación del riesgo y aumentar la toma de muestras en campo en los próximos años”, concluyó Palomar.