La simulación sobre el coste que supone implantar los biocombustibles para las aerolíneas, premio Innovación 2018 del COIAE
El 19 de julio se hará entrega de la segunda edición de los premios a la innovación que otorga el Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE). En esta edición, el primer ‘Premio innovación aeronáutica 2018’ ha sido para un modelo para ayudar a simular el impacto sobre los costes de las aerolíneas al implantar la utilización de biocombustibles. Desarrollado por el Ingeniero Aeronáutico, Antonio López-Lázaro, el modelo nació con el objetivo de acelerar el análisis e implementación de incentivos y regulaciones en materia de biocombustibles dentro del transporte aéreo que aseguren el cumplimiento de los objetivos medioambientales globales aplicables. Se ha diseñado para aquellos organismos públicos o privados involucrados en el proceso de un modelo de estimación de costes en aerolíneas.
Está compuesto por tres submodelos: un modelo de tráfico que estima el rendimiento anual de los operadores en cada una de sus rutas; un modelo de biocombustible que se encarga de estimar los precios, las emisiones y las regulaciones de los biocombustibles (con especial atención a porcentaje de mezcla), y un modelo de costes operativos que estima la estructura de costes del operador.
Los datos agregados permiten simular políticas e impactos asociados con el correspondiente análisis de sensibilidad de factores principales como: precio del keroseno, precio de los biocombustibles, evolución del tráfico, tecnología/consumo, tipo de aeronaves, rutas, modelos de negocio, etc.
El jurado del COIAE ha valorado la técnica subyacente en el proyecto y principalmente, el posible impacto medioambiental, potenciando la sostenibilidad y mejora del medio ambiente. Además, el próximo mes de julio, este proyecto será presentado por Antonio López-Lázaro dentro de su tesis doctoral en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica de la Universidad Politécnica de Madrid.
Asimismo, el diseño de un prototipo de aeronave monoplaza y un cubrimiento de polímero para torres de infraestructura ha obtenido el segundo premio. En este caso, el Ingeniero Aeronáutico Fernando Griñán ha ideado un cubrimiento de polímero, poroso o continuo, para toda tipología de torres de infraestructura con tres fines: la exposición de publicidad; la protección antianidamiento y la mimetización e integración en el entorno: patente para el cubrimiento de todo tipo de torres de telecomunicaciones o eléctricas, con la finalidad de exponer publicidad en ellas, protegerlas o bien mimetizarlas con el entorno, incluyendo la ingeniería de su viabilidad mediante novedoso programa para establecer las cargas aerodinámicas que se producen con los correspondientes cubrimientos, de forma inmediata. El jurado del COIAE ha valorado las posibilidades del ‘business case’, dado que es un proyecto con muchas posibilidades de comercialización.
Por otro lado, el Ingeniero Aeronáutico, Carlos Manterola, también ha sido reconocido con el segundo premio por el proyecto de diseño del desarrollo y la construcción de un prototipo de la primera aeronave monoplaza de tres alas unidas con propulsión eléctrica. Denominado ‘Taupe’, dispone de ciertas ventajas con respecto a una convencional: más rigidez estructural, más pequeña, menos resistencia aerodinámica, más maniobrabilidad y estabilidad, menos coste de operación y construcción, y más ecológica. El objetivo final sería lograr un nuevo diseño en aeronaves, aplicable tanto al ámbito civil como militar, para el transporte de personas o cargas con más alcance, maniobrabilidad y más económica. El jurado ha valorado la originalidad del diseño de este prototipo.