El Coiae reclama normativas homogéneas para impular la competitividad de la industria aeronáutica
Estefanía Matesanz, decana el Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (Coiae), reclamó el pasado 22 de octubre “la necesidad de homogeneizar las normas EMAR-EASA para lograr una mejora sustancial de todo el sistema aeronáutico y dotar de mayor peso mundial a la industria española y europea de aviación”. En la jornada organizada por el Coiae ‘Certificación del PERAM 145, PERAM 147 y PERAM 21’, celebrada en Madrid, Matesanz subrrayó, en relación a la revisión del Reglamento de Aeronavegabilidad de la Defensa (RAD), que “aunque incorpora cambios útiles como la inclusión de los vehículos aéreos no tripulados (UAVs) o artículos referidos a reparaciones de aeronaves, aún está lejos de una correcta implementación en España de las normativas en aeronavegabilidad militar EMAR/PERAM. Estas normativas son una adaptación de las normas de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) utilizadas como estándar normativo para toda la comunidad civil. Por tanto, aunque se está haciendo esfuerzos para que la revisión de la RAD se acerque a la normativa de la EASA, aún es necesario definir aspectos para lograr la deseada homogeneización”.
Este tipo de encuentros, que cuenta con la colaboración de CITHE y EINSATE, se enmarcam dentro de la actividad llevada a cabo por el Coiae, junto a autoridades y empresas para dar impulso a la correcta y futura implementación en España de las normativas en aeronavegabilidad militar EMAR/PERAM.
Matesanz definió tres puntos clave: en primer lugar, “por una cuestión de seguridad: Una mejor norma hace que nuestro sector sea aún más seguro. En segundo lugar, “porque si queremos que nuestra industria, tanto española como europea, se desarrolle, tenemos que ser capaces de tener una norma a la altura de los productos que queremos certificar de cara a poder comercializarlos tanto por Europa como por el reto del mundo”. En este sentido comentó que “conseguir que las PERAM y las EMAR estén implementadas de forma efectiva, contribuirá a la mejora de la industria aeronáutica”.
En tercer lugar, Matesanz subrrayó que “para que los operadores militares españoles puedan gozar de una mejor normativa y les resulte más sencillo intercambiar, por ejemplo, personal, repuestos, etc. con otros operadores militares europeos, sin perder de vista, eso sí, que la operativa militar no es como la normativa civil y se deben respetar y entender esas diferencias”.
Por otro lado, apuntó que “aunque inicialmente la implementación en una normativa homogénea pueda suponer costes, ha de tomarse como una inversión, pues a la larga supondrá una mejora en la calidad y un ahorro en costes, ya que podrá haber mucha más intercambiabilidad de productos entre operadores y fabricantes militares por toda Europa y por todo el mundo, no haciéndose necesario una segunda tercera o cuarta certificación ya que habrá una común”.