“Los jóvenes se interesarán por el sector agrícola si es rentable”

En el marco de actuaciones de la Red Rural Nacional, el martes 13 de noviembre se celebró en Madrid un taller sobre relevo generacional en cooperativas agroalimentarias, donde se colocó la rentabilidad como el primer argumento, e imprescindible, para mantener y atraer a los jóvenes al medio rural.

El relevo generacional en las cooperativas, y por extensión en el sector agroalimentario, estará asegurado si el negocio es rentable. Fue la principal conclusión de un taller enmarcado en el plan de actuaciones de la Red Rural Nacional, perteneciente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que el 13 de noviembre reunió en Madrid a representantes de diferentes cooperativas nacionales, que ofrecieron sus diagnósticos de la situación actual en sus respectivos territorios y las líneas de acción que promueven.

“El papel de los jóvenes es crucial”, antepuso en la apertura Carolina Gutiérrez Ansótegui. La subdirectora general de Dinamización del Medio Rural abrió la jornada explicando qué es Red Rural Nacional y su puesta en marcha para la lucha contra el despoblamiento y el reto demográfico.

Carolina Gutiérrez Ansótegui, subdirectora general de Dinamización del Medio Rural, y Agustín Herrero, director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España.

Para conseguir evitar que la población abandone el medio rural, se debe “recuperar el prestigio de la agroalimentación como sector estratégico”, prosiguió Agustín Herrero. El director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España advirtió de que España es uno de los países con la tasa de relevo generacional más baja de la UE y abogó por una “estrategia que pase de preocuparnos por el relevo generacional a ocuparnos de él”.

El sector agroalimentario tiene una “función social, con ocupación del territorio y una importante aportación al conjunto de la economía nacional”. En este contexto, Herrero situó a las cooperativas en el centro de la cadena agroalimentaria, “no solo en producción”. “Estamos preocupados por ser útiles para los futuros agricultores y ganaderos”, agregó.

Andalucía: rechazo a las subvenciones a fondo perdido

Tras el director general de cooperativas a nivel nacional, fueron interviniendo representantes a nivel autonómico, que abordaron diferentes problemáticas que afectan a sus regiones. Así, Jaime Martínez, director de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, mostró su rechazo a las subvenciones a fondo perdido, sin que posteriormente haya un seguimiento del cómo y a qué se ha destinado la ayuda. “Es populismo”, sentenció. Martínez considera que se deben tutorizar desde la solicitud hasta la implantación.

El representante andaluz ofreció detalles del Proyecto Agri-Hebe2020, que pretende abordar de forma integral todo el apoyo que necesitan los jóvenes emprendedores en el sector agrario, aprovechando de forma eficiente todas las herramientas existentes y crear otras nuevas. Los objetivos que se plantea son incrementar el número de jóvenes titulares de explotaciones agrarias (2.020 más para 2020), propiciar la incorporación de jóvenes (25 a 40 años) preferentemente, crear empresas agrarias con un valor añadido o mejora frente a las ya existentes y enfocar la formación inicial y continua hacia los retos que debe asumir el joven, con el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) como herramienta básica para su desarrollo empresarial.

Castilla-La Mancha: “El sector agrario no es una elección preferente”

Juan Miguel del Real explicó que en su comunidad autónoma hay un solo agricultor joven por cada 20 mayor de 55 años, lo que pone de manifiesto que “el sector agrario no ha sido una elección preferente”. En Castilla-La Mancha, prosiguió el representante de Cooperativas, el 95% del territorio es zona rural “y la gente joven no se queda en los pueblos”. La tasa de población es de 26 habitantes por km² y hay zonas concretas donde apenas se llega a los 3-4 habitantes/ km² y decreciendo. “Somos la comunidad con la mayor tasa de despoblamiento”, lamentó.

Los motivos achacados por Del Real fueron la dificultad para acceder a las tierras, los precios de los arrendamientos y la imposibilidad de plantearse la propiedad. No obstante, también destacó que muchos jóvenes del medio rural desconocen lo que es una cooperativa agrícola o ganadera. “Se la encontraron en marcha cuando nacieron, como la iglesia o el Ayuntamiento, y no se preocuparon por conocerlas más”.

Islas Baleares: acceso al sector agrario a tiempo parcial

Su caso presenta una particularidad. Esta comunidad autónoma deja la posibilidad de acceder al sector agrario a tiempo parcial, lo que ha dado como resultado la incorporación de 457 personas en el periodo 2015-18, a partes iguales entre profesionales y no profesionales. El 60% en Mallorca, el 31% en Ibiza y el 8% Menorca (Leche). “Sí, en Ibiza también hay frutas y hortalizas”, bromeó María Francisca Parets Amengual.

La directora de Cooperativas Agro-alimentàries de Illes Balears destacó que los nuevos jóvenes llegados necesitan formación específica para el sector agrario, ya que su base de conocimiento está dirigida a otros ámbitos. En este sentido, Parets apuesta por difundir el modelo cooperativo, reforzar el asesoramiento técnico y la creación de una Comisión de Jóvenes cooperativistas

Comunidad Valenciana: “Cuando te traspasan la tierra, ya no eres tan joven”

En la Comunidad Valenciana sufren la dicotomía de tener una franja litoral muy poblada frente al despoblamiento que sufren las comarcas del interior. Además, el minifundismo existente dificulta el acceso a la tierra, lo que requiere fuertes inversiones para entrar en la actividad agraria. “Hay muy poca movilidad y cuando te traspasan la tierra, ya no eres tan joven”, afirmó Myriam Mestre.

La técnica de Desarrollo Rural y del Área Social de Agro-alimentarias subrayó que en su comunidad se incorporan pocos jóvenes a la actividad agraria y no todos lo hacen a través de cooperativas. “Está surgiendo un nuevo perfil de socios, formados y con gran acceso a la información, que tiene nuevas necesidades”. Mestre animó a sus compañeros en otros puntos de España a buscar nuevos puntos de encuentro entre cooperativas y jóvenes, porque “no somos un referente para ellos”. “Debemos pensar en nuevos modelos de gestión y participación de los socios. Hay que ser atractivos para ellos”, insistió. En esta línea, considera que la digitalización puede servir de palanca de impulso para diseñar estrategias de gestión colectivas. “Tecnificar el campo puede ser la forma de regenerarlo”, concluyó.

Navarra: Campaña agroalimentador@s

Ander Gómez centró su intervención en explicar la campaña Agroalimentador@s puesta en marcha en Navarra, dirigida a jóvenes rurales y cooperativas, financiada por el Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare, enmarcada en el Plan Integral de Economía Social. Su diseño parte del conocimiento adquirido en el proceso participativo y de co-aprendizaje realizado por la Unión de Cooperativas Agro-alimentarias de Navarra (UCAN) y l@s jóvenes agricultores en el Primer Campus de Jóvenes Cooperativistas de Navarra.

El técnico de UCAN animó al emprendimiento y a difundir el papel de la economía social en el medio rural. A su juicio, las cooperativas agrícolas y ganaderas juegan un papel determinante como vertebradoras de la sociedad y de la economía de muchas zonas del territorio.

Asturias: “La vida ilustrada”

“Todo lo que se ha dicho en cifras, en Asturias es peor”. Con esta contundente declaración arrancó su intervención Isabel Díaz. La responsable de Administración y Proyectos de Cooperativas detalló que el 75% de la población en el Principado se concentra en tres núcleos urbanos, “pero Asturias es rural”, exclamó.

Cuentan con 10 cooperativas, 9 de ellas de primer grado y 7.000 socios, con una media de edad de 55 años. “Ser agricultor o ganadero está denostado”. Díaz instó a “buscar nuevas fórmulas de relevo empresarial, no solo vía herencia”, porque los jóvenes están “totalmente desconectados de las cooperativas incluso, siendo hijos de agricultores o ganaderos”. Y acuñó el término de “vida ilustrada” para destacar lo que muchos profesionales del medio rural dijeron a sus descendientes: “Vete a Oviedo a estudiar y no vuelvas”.

Cataluña: ‘Lideramos el relevo.coop’

En Cataluña, el 3,1% de titulares de explotaciones agrarias son menores de 35 años. El 10% de los socios aporta el 75% de la producción de las cooperativas, que cuentan con 36.000 socios y facturan unos 1.600 millones de euros anualmente.

Tras una exposición de datos, Doménec Vila, responsable de la Unidad de Servicios Empresariales, Federació de Cooperatives Agráries de Catalunya (FCAC), explicó el proyecto ‘Lideramos el relevo.coop’, con el que pretendieron implicar a socios de hasta 40 años a participar en Consejos Rectores, promoviendo iniciativas que faciliten su participación activa en los procesos de tomas de decisiones.

Murcia: Desconocimiento de la realidad de los jóvenes cooperativistas

El representante de la Federación de Cooperativas Agrarias de la Región de Murcia (Fecoam) insistió en el relativo desconocimiento que se tiene de la realidad de los jóvenes cooperativistas. Pedro Sánchez, del Departamento de Formación y Subvenciones, se mostró partidario de explotaciones dimensionadas y profesionales, con procesos de reestructuración que no renuncien a otras fórmulas asociativas.

Sánchez explicó el proyecto Agroemprendia, dirigido a formar jóvenes menores de 35 años para poner en marcha su propia explotación agraria y en el que se implica a diversos actores. Fecoam se ocupa de capacitar a los participantes y ser capaces de realizar la gestión técnica y económica de cultivos, optimizar la organización y explotación de los recursos y cómo tomar decisiones fundamentadas de manera autónoma.

Castilla y León: “Demasiada obsesión por incorporar jóvenes”

El broche final a las intervenciones de los representantes a nivel autonómico lo puso el director de Unión Regional Cooperativas Agrarias de Castilla y León-URCACYL, que reclamó “empresarios agrícolas cualificados, gente muy preparada”.

Muy aplaudido por la sala, Jerónimo Lozano reconoció que las fuertes inversiones que deben afrontarse hacen que “solo podemos estar en la agricultura los que procedemos de familia agrícola”. Observa “demasiada obsesión por la incorporación de jóvenes” e indicó que en su comunidad “no se deja una hectárea sin sembrar”, porque “siempre que haya rentabilidad, habrá jóvenes”. Animó a los jóvenes a sentirse “orgullosos y a sacar pecho de ser agricultor, ganadero y cooperativista”.

En opinión de Lozano, los agricultores y ganaderos “quieren reconocimientos y rentabilidad, que no les consideren los maltratadores del medio ambiente”. “Se critican las macrogranjas y se bendicen los centros comerciales, puntualizó. En su opinión, se debe “decir al consumidor que debe pagar más por los alimentos” y pidió “medidas concretas y fiscales” en la lucha contra la despoblación.

La segunda parte de la jornada se centró en ofrecer casos concretos dirigidos a fomentar la participación de los jóvenes y frenando el abandono de tierras. “La agricultura es como la Monarquía: solo se puede acceder a ella por herencia”, dijo Miguel Ángel Martí Herrero, de la Cooperativa Sant Vicent Ferrer, de Benaguasil (Comunidad Valenciana).

Planteó un proceso de cesión como alternativa al abandono de tierras porque estamos en “una España urbana o urbanizable”. Advirtió a las cooperativas a trabajar con modelos de gestión rentables y explicó un ejemplo de reconversión por cesión como alternativa al abandono, en el que la cooperativa se hace cargo de los gastos e inversiones que se pacten con el socio-cedente.

El presidente de COOPRADO Extremadura recordó que los agricultores y ganaderos “trasladan las ayudas al PAC al consumidor, para que tengan mejores precios”. Considera necesario incentivar a los jóvenes al relevo generacional, para lo cual hay que trabajar en la imagen de esto profesionales ante la sociedad. “Hace unas semanas, por primera vez, conseguimos que una niña levante la mano y diga: “mi padre es ganadero”. En Cooprado han impulsado una Escuela de Pastores con 35 alumnos de los que el 60% se ha incorporado a la actividad tras realizar prácticas con ganaderos.

Ferrán Huguet, director general de Unió Grup explicó como esta cooperativa catalana busca tierras abandonadas, se hace cargo de la puesta en marcha de la explotación y el agricultor la cultiva. De esta forma ha recuperado 34 fincas y se han incorporado 38 agricultores.

José Antonio Cruz, gerente de la cooperativa andaluza Nuestra Señora de las Virtudes señaló la amplia variedad de servicios que ofrecen, que abarcan materias relacionadas con el crédito, formación profesional de jóvenes en aceite y vino, incorporación de mujeres, etc. Trabajan por inculcar sus valores y orígenes.

Finalmente, Andrés Rodríguez ofreció datos sobre el proyecto viticultor2020, con el que Viña Costeira pretende conseguir 5/10 hectáreas en cada pueblo de la Denominación de Origen Ribeiro, en Galicia, y sacarlas a concurso entre los socios con opción de compra.

A la jornada asistieron jóvenes agricultores y ganaderos de varios puntos de España.

Problemas planteados por los jóvenes

El tramo final de la jornada estuvo dirigido a conocer las necesidades de los jóvenes cooperativistas. Algunos de los presentes expusieron sus experiencias personales y los obstáculos que debieron salvar hasta convertirse en agricultores y agricultoras

El acceso a la tierra, explotaciones mejor dimensionadas, la excesiva burocracia y las altas inversiones en maquinaria fueron las cuestiones señaladas. Reclamaron más facilidades de acceso al crédito y a herramientas financieras y abogaron por un modelo diferente al actual.

De las cooperativas esperan asesoramiento y formación permanentes, con programas que involucren a expertos en el sector agroalimentario. Se mostraron partidarios de fomentar la igualdad de oportunidades en las cooperativas, con políticas dirigidas a la inclusión de las mujeres en los órganos de decisión y que reduzcan las diferencias entre el medio rural y el urbano.

El programa en Madrid se completó con una cena en común y, al día siguiente, una jornada en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad Politécnica de Madrid, organizada por el Grupo de Innovación Sostenible para el sector alimentario bajo el título: ‘Jóvenes y medio rural: claves para el futuro del campo’.