La bodega Valtravieso anticipa grandes vinos en una de sus mejores añadas de la última década
La bodega Valtravieso (DO Ribera del Duero) ha concluido una vendimia caracterizada por el excepcional estado de las uvas recolectadas. Las condiciones climáticas de 2023 han propiciado que las uvas alcancen “un grado moderado y una maduración y concentración fenólica de los mejores de la última década” lo que permitirá maceraciones más largas y, en consecuencia, crear vinos de una gran calidad. Así lo pronostica Ricardo Velasco, enólogo y director técnico de Valtravieso, quien añade que, además, este año la bodega “va a poder elaborar las gamas altas de Valtravieso, que el año pasado al final no fue posible”.
La vendimia comenzó antes de lo habitual, el 18 de septiembre y finalizó el 7 de octubre, tan solo tres semanas después. La única similitud con respecto a la cosecha del año pasado fue la fecha de inicio, ya que por lo demás, Velasco destaca que la añada 2023 será la “antítesis de su predecesora”. Mientras que 2022 se caracterizó por un clima cálido, seco y por la abundancia de fruta, “lo que nos llevó a un perfil de vino con cuerpo y potencia”, la añada actual promete “vinos más fluidos, menos alcohólicos, largos y profundos”.
La climatología ha desempeñado un papel crucial este año. El envero se produjo los primeros días agosto, propiciando muchos días de maduración, al que siguieron abundantes lluvias a principios de septiembre. Estos dos factores influyeron notablemente en la composición de la uva. La primera semana de vendimia se caracterizó por una uva algo más diluida, pero con buena madurez fenólica, mientras que la segunda semana presentó uvas más concentradas, lo que permitirá cumplir con el propósito de elaborar vinos con menos alcohol y mayor madurez.
Además, este año las diferentes variedades de uva han mostrado un comportamiento curioso. Contrariamente a la tendencia habitual, la Tempranillo se vendimió antes que la Merlot. La uva de origen francés, que suele tener un grado alcohólico elevado, este año se ha moderado, mientras que la Tinto fino o Tempranillo se ha comportado bien, ofreciendo uvas con mucho mosto. Velasco pronostica vinos con “más fluidez y menos concentración que en años anteriores”. Destaca, además, que será un excelente año para la Cabernet sauvignon, sin sobre maduración y permitiendo maceraciones más suaves debido al menor contenido de alcohol. Además, la bodega también cosechó Malbec y, por primera vez, una pequeña cantidad de Garnacha.
A pesar de los desafíos que se han presentado para algunas zonas de la DO Ribera del Duero, como la aparición de la botritis, Valtravieso ha conseguido sortear estos obstáculos gracias a la decisión de iniciar la vendimia de manera anticipada. Este año, por tanto, se prevé una cosecha heterogénea en la región.
Además de en la DO Ribera del Duero, Valtravieso elabora vinos en otras denominaciones de origen con el proyecto ‘Viñedos Olvidados’, con el que apuesta por el rescate de zonas de viñedo tradicional abandonadas o en riesgo de ser arrancadas. El objetivo es poner en valor variedades autóctonas desde un prisma de calidad versus cantidad. En la DO Jumilla la vendimia comenzó el 1 de septiembre, la más precoz de la historia. La buena madurez de las uvas, pero sin excesivo grado, propiciará “vinos de Jumilla con un paradigma distinto, menos alcohólico”, apunta el enólogo y director técnico Ricardo Velasco. En la DO Ribera del Júcar empezaron a vendimiar el 3 de septiembre. Las uvas destacan por una “buena madurez y grado moderado”. Por último, en la DO Arlanza la recogida fue muy escalonada y se prolongó durante tres semanas.