Digitalización y trabajo agrícola automatizado en la próxima década

Un poco más tarde sería el boom de los drones y la adquisición de imágenes de resolución centimétrica. Con ello, la aparición de empresas para ofrecer servicios relacionados con el manejo variable de los cultivos, principalmente en base a índices de vegetación a partir de imágenes de dron. Ahora bien, desde mi punto de vista, aunque la popularización o la extensión del término “Agricultura de Precisión” ha venido de la mano de los drones, el empuje definitivo fue el lanzamiento de la misión Sentinel-2 del programa Copérnico de la Unión Europea. Esta misión ha puesto a disposición imágenes de resolución de 10 m/píxel cada 5 días, de acceso abierto, con valores de reflectancia sobre la superficie terrestre, es decir, con la corrección de los efectos de la dispersión atmosférica; lo cual las hace directamente aplicables por cualquier usuario para el cálculo de los conocidos índices de vegetación y seguimiento del desarrollo de los cultivos.

Además de esto, y más recientemente, la constelación de nanosatélites de la empresa Planet Labs Inc. denominada PlanetScope, con 180 satélites que captan imágenes diariamente de toda la superficie terrestre con una resolución de 3 m/pixel, está suponiendo una nueva revolución de en la disponibilidad de datos para el seguimiento de los cultivos con mayor detalle. Estas imágenes son de pago por subscripción, pero asequibles para usuarios avanzados y/o empresas de servicios, que transforman los datos en información útil para el agricultor.

Viticultura de Precisión en Raimat: De las imágenes de satélite a las imágenes desde aeronave. Fuente: https://agricprecs115.blogspot.com/2021/04/viticultura-de-precision-en-raimat-5-de.html

La Agricultura de Precisión es una estrategia de gestión basada en la adquisición y análisis de datos sobre la variabilidad temporal y espacial de los cultivos en las parcelas para optimizar la toma de decisiones encaminada a obtener mejores rendimientos, procurando a la vez por la sostenibilidad de la producción agrícola (https://www.ispag.org/about/definition). Es decir, que se puede considerar como un concepto o filosofía que no solamente supone la adquisición de datos, sino que implica la toma de decisiones agronómicas por parte de los agricultores o técnicos en base a datos adquiridos por el conjunto de sensores antes mencionados y otros, como pueden ser sondas de humedad, datos climáticos, etc.

Sin embargo, hay otros términos que han aparecido más recientemente dentro de este paradigma tecnológico, como el de Digitalización de la Agricultura. Así, por ejemplo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cuenta con una Subdirección General de Innovación y Digitalización que puso en marcha un grupo de trabajo multidisciplinar sobre Agricultura de Precisión para implementar una estrategia de digitalización. No hay que confundir estos términos ya que digitalización supone la “acción y efecto de digitalizar”, o registrar datos en forma digital y no de elaborar una información a partir de ellos. Por otra parte, también se habla del término Agricultura 4.0, que se asocia con las revoluciones industriales, y esta, en concreto, con la transformación digital entendida como el habilitar, mejorar, o evolucionar, las funciones empresarial, comercial, gestión de la producción y de clientes, y/o procesos de comunicación, aprovechando las tecnologías digitales.

Como ingeniero agrónomo, me sigue gustando más el término Agricultura de Precisión, ya que contempla la agronomía en la toma de decisiones. No obstante, y a pesar de que la Agricultura de Precisión tiene un recorrido ya de unas tres décadas, su grado de implementación en las explotaciones agrícolas es todavía reducido, por no decir anecdótico en la mayoría de los casos. Esto no quiere decir que no se esté avanzando y la aplicación de estas tecnologías no se vaya extendiendo día a día, sino que no se hace a la velocidad que sería conveniente para una mejora de la productividad y sostenibilidad de la agricultura que demanda la sociedad. ¿Cuáles son las causas? (nos preguntamos). Desde mi punto de vista hay tres tipos de factores que influyen en esta falta de adopción de las tecnologías de la Agricultura de Precisión. Quizá no haya un orden de prioridad en ellas, sino que deberían acometerse y avanzar (con urgencia) en paralelo.

Una de las causas que limita la adopción de la tecnología es la falta de ayudas al sector; otra, la falta de formación, tanto de agricultores como técnicos; y una tercera es el desarrollo de aplicaciones o soluciones integradas que faciliten la toma de datos, su interpretación, la toma de decisiones y la aplicación variable, en su caso. Cada vez la maquinaria viene de serie con más consolas y monitores para controlar las operaciones agrícolas, de aplicación de fertilizantes, pesticidas, monitores de rendimiento, pero no son “plug and play”. Es decir, requieren un conocimiento experto que se debe adquirir por formación. Algunos de estos sensores generan datos de gran valor para la toma de decisiones pero su uso no suele ser directo, sino que han de pasar por un procesamiento para convertirlos en mapas, que luego se tienen que interpretar. Para mí, este es el gran cuello de botella (la falta de formación) que no deja avanzar adecuadamente a la Agricultura de Precisión. No solamente la formación de la parte tecnológica, sino también del procesamiento adecuado de los datos (con fundamento científico-técnico), hasta llegar a la toma de decisiones basada en conocimiento agronómico. En este sentido, los actuales planes de estudios en las escuelas que imparten el grado de ingeniería agraria y los centros de formación profesional agraria requieren de cambios urgentes para incorporar de manera obligatoria la enseñanza de las tecnologías de la Agricultura de Precisión.

Otro de los factores es la falta de soluciones integradas a nivel tecnológico que hace difícil alguna parte del proceso de la Agricultura de Precisión, ya sea en la fase de la toma de datos o bien en la fase de aplicación variable. Estos fallos, que se suelen dar por falta de entendimiento entre protocolos de maquinaria, sensores y consolas, impiden o dificultan en ocasiones la puesta en práctica de las decisiones sobre la actuación variable, lo cual puede “aburrir” al agricultor en la adopción de estas tecnologías por la dificultad que ve en que todo funcione. En este sentido, la ayuda de empresas de servicio especializadas puede ser clave. Pero además, todo esto tiene un coste, tanto la adopción propia de tecnologías como los servicios a través de empresas, y esto se ve como algo limitante por no saber a ciencia cierta los beneficios que se obtendrán. Así, las ayudas al sector para implementar técnicas de Agricultura de Precisión son clave para el avance en la adopción.

Creo que se está lejos aún de que las explotaciones agrícolas estén sensorizadas y con todo interconectado para que los datos puedan ser analizados de forma masiva gracias a la tecnología Big Data, ofreciendo al agricultor recomendaciones agronómicas a adoptar sobre el manejo variable de sus parcelas. En la próxima década se avanzará sin duda hacia esto, pero primero todavía la adopción de las tecnologías y concepto que supone la Agricultura de Precisión deberá ser más generalizado.