El vino español desde la perspectiva americana
Tom Matthews se unió a Wine Spectator en 1988. Un año más tarde se convirtió en el editor ejecutivo de la revista, siendo en estos momentos el catador que lidera los vinos de España y teniendo en su haber más de 15.000 vinos catados. ¿Quién mejor que él para ahondar en la visión americana del vino español?
Wine Spectator es la revista especializada en vinos con mayor rotación del mundo, cuenta con más de 3 millones de lectores y admiración internacional. Los asistentes a la Barcelona Wine Week tuvimos la gran suerte de escuchar una interesante ponencia de la mano de Thomas Matthews, actual editor ejecutivo de la revista. Profundo conocedor de España, pues en su juventud residió en Granada, Matthews ofreció una perspectiva americana de la imagen y oportunidades del vino español.
“El vino español vive un buen momento en Estados Unidos, aunque hasta hace relativamente poco era un gran desconocido. En la década de los’80 el sector era demasiado clásico y no tenía ninguna relevancia en EE UU. Gracias a la profunda renovación de los ’90, cuando La Rioja empezó a tener cierto nombre, y al estallido de la gastronomía española en los 2000, especialmente gracias a Ferran Adrià y El Bulli, España dio un salto espectacular y se colocó en boca de todos”, explicó.
De este modo, en la década de los ’90 España solamente tenía 7 vinos de más de 90 puntos en Wine Spectator y se cataban alrededor de 115 referencias. En 2010 la cifra ascendió a 154 vinos con más de 90 puntos y en 2018 la cifra ya se acercó a los 400, con un total de 1.009 referencias catadas. En 2013, por primera vez, un vino español fue seleccionado como vino del año: Cune Rioja Imperial Gran Reserva 2004. Y es que precisamente La Rioja es, con mucha diferencia, la zona más conocida por los estadounidenses, seguida por el Cava, Ribera del Duero y el Priorat: “La evolución del vino español está siendo muy positiva y lo mejor es que no para de crecer”, afirmó Matthews.
Consumo de vino español en EE UU
Si nos centramos en el consumo, en 1995 EE UU consumía 189,9 millones de envases de 9 litros y 31 millones de ellos eran españoles; en el año 2000 subió hasta los 228 millones, 48 de ellos españoles; en 2005, 279 millones de los cuales 76 eran españoles; en 2010, 308 millones y 78 españoles; en 2015, 323 millones y 80 españoles; y en 2018, 329 millones de los cuales casi 82 eran españoles. “Con estas cifras podemos decir que España se encuentra entre los 5 principales importadores de vino a EE UU tanto en valor como en volumen”.
Y ahora que sabemos que nos conocen, profundicemos en qué conocen: “El consumidor estadounidense relaciona España con La Rioja, sí, pero uno de los productos más demandados es la sangría”. Así lo demuestran las cifras. En 2018, el top 3 de marcas de vino españolas más consumidas eran todas sangría: Cruz Gracia Real, Lolailo y Beso del Sol, las dos primeras duplicando las cifras de la tercera. Tras ellas encontramos el primer vino, Campo Viejo, seguido por Marqués de Riscal, Marqués de Cáceres, Don Simón, Bodegas Muriel, Torres, Honoro Vera, Don Simón Sangría, Las Rocas y CVNE.
En el sector de los espumosos el cava es el producto español por excelencia conocido en EE UU, tiene fuerza: “La marca Cava es importante y muy valorada. Si algunas bodegas quieren hacer su espumoso siguiendo el método tradicional, con las uvas Macabeu, Xarel·lo y Perellada en el Penedès y no quieren llamarle Cava adelante, pero se están haciendo el camino mucho más difícil de lo que es. Construir una marca en EE UU nada tiene que ver con hacerlo en España, es un mercado muy grande y se necesita mucho tiempo y mucha energía”, sugirió el editor ejecutivo de Wine Spectator. Así, el ranking de marcas está liderado por Freixenet, Jaume Serra Cristalino, Segura Viudas, Opera Prima y Campo Viejo Cava.
Para contrastar todos estos datos, Wine Spectator realizó una encuesta a sus suscriptores para conocer mejor sus preferencias. Al ser preguntados por la frecuencia de consumo, el 50% de los encuestados aseguró consumir vino entre 2 y 3 veces a la semana; un 40% afirmó hacerlo diariamente y el 10%, de 2 a 3 veces al mes. Dentro de este consumo, el 60% declaró consumir vino español de 2 a 3 veces al mes, un 20% de 2 a 3 veces por semana; un 17%, solo en ocasiones especiales; y un tímido 3%, diariamente. “Esto significa que hay espacio para crecer, hay oportunidades. El valor del vino español está aumentando y es el momento de aprovechar la situación”, ratificó el ponente.
Las zonas con más potencia
Pero ¿qué valoran los consumidores estadounidenses de nuestro vino? “Los tres factores más apreciados son sus características únicas, la potencia del vino tinto y la diversidad”. Y ¿qué zonas son las más valoradas? “La Rioja, con muchísima diferencia, seguida por Ribera del Duero y Priorat. Tras ellas viene Albariño, Cava, Sherry, Jumilla y empieza a despuntar el Bierzo”.
Esto se confirma con las zonas más visitadas por los encuestados. Aunque más de la mitad nunca ha visitado España, los que sí lo han hecho han estado en -de mayor a menor votado- La Rioja, Cataluña, Ribera del Duero, Priorat, Jerez y Galicia. Pero al ser preguntados por las zonas donde desearían ir, la encuesta se ajusta mucho más y los tres destinos más deseados son Rioja, Ribera del Duero y Priorat. Tras ellos destaca Galicia, Catalunya, Jerez, el Bierzo y Jumilla.
“España sigue siendo un país secundario en EE UU ya que Francia es el líder indiscutible y cuenta con un posicionamiento muy bueno. A pesar de ello, creo que la diversidad de España puede jugar muy a favor, por lo que traer a los clientes a ver las bodegas in situ es imprescindible. España no se entiende si no se vive, si no se prueban sus vinos, si no se toca y se siente. Estamos en 2020 y España ha colocado sus vinos en el mapa mundial, se conocen muchas de sus zonas… Pero siguen faltando otras”, indicó Tom Matthews.
Para el editor Rioja seguirá siendo durante muchos años el buque insignia del vino español: “Por su tamaño e historia, por sus raíces, por su capacidad de innovación y por la maravillosa mezcla entre tradición y modernidad, Rioja será líder fuera de las fronteras españolas durante mucho tiempo. Pero eso no significa que otras zonas no tengan oportunidades. Galicia aún no está bien posicionada en el mercado estadounidense, es una gran desconocida, sus viñedos son pequeños y complicados de trabajar por su orografía… Pero cuando dé el salto, es una de las zonas con más potencial. Lo mismo sucede con Sherry, unos vinos muy peculiares pero que son una maravilla de la gastronomía. En cuanto España encuentre la manera de mostrarlo al mundo, será imparable”.