Técnicas de riego deficitario controlado para la mejora de la calidad de la uva y el vino en el sureste español
Este estudio evaluó durante 7 años los efectos del riego deficitario controlado (RDC) y el secado parcial de raíces (PRD) sobre la producción y la calidad de la uva y el vino Monastrell-1103P en las condiciones semiáridas del sureste español. Estos tratamientos fueron comparados con un riego deficitario sostenido (RDS) regado al 60% ETc (308 mm/año) durante todo el ciclo del cultivo (en 2006-2008) y al 40% ETc (211 mm/año) (en 2009-2012). Las estrategias de riego deficitario (PRD y RDC) redujeron la producción entre un 30 y un 52%, pero incrementaron la eficiencia productiva en el uso del agua (kg/m3) entre un 13 y un 19% comparado con el RDS. Además incrementaron la concentración final de polifenoles totales, antocianos, flavonoles y aminoácidos en el mosto y en el vino, alterando también en determinados años su composición y características cromáticas. El tratamiento PRD-1 incrementó la producción de uva en torno a 700 kg por ha y año comparado con el RDC-1, y además mejoró la calidad de la uva y el vino y fue la estrategia de riego deficitario económicamente más rentable.
Introducción
El Riego Deficitario Controlado (RDC) y el secado parcial de raíces (técnica más conocida por sus siglas en inglés: Partial Root-zone Drying, PRD) son dos técnicas de riego que están siendo aplicadas en numerosos cultivos, incluidos los viñedos, con el propósito de alterar la fisiología de la planta y obtener beneficios agronómicos de interés comercial como pueden ser: controlar un excesivo vigor, incrementar la calidad de la uva y el vino, ahorrar agua y mejorar la eficiencia en el uso del agua. El RDC consiste en la idea de reducir los aportes hídricos de forma controlada en aquellos períodos fenológicos en los que un déficit hídrico moderado no afecta sensiblemente a la producción y calidad de la cosecha, pero que puede producir algún beneficio agronómico, como puede ser una reducción o un mejor control en el vigor y desarrollo vegetativo, una mayor calidad de uva y vino, un menor tamaño de baya o una mejora en la eficiencia en el uso del agua, cubriendo plenamente las necesidades de la planta durante el resto del ciclo del cultivo (Romero y col. 2010). Desde un punto vista práctico consiste en usar el riego para mantener el estado hídrico de la planta dentro de unos límites tolerables de déficit hídrico durante una o varias fases de su ciclo de desarrollo, y minimizando el estrés en las restantes fases más sensibles al estrés hídrico.
Por otro lado el PRD consiste en la idea de que si una parte del sistema radicular es deshidratado lentamente y el resto de las raíces permanecen bien hidratadas, las señales químicas producidas en las raíces secas por efecto del estrés hídrico (p.e ácido abscísico, ABA), se transportan vía xilema a la parte aérea y reducen la apertura estomática y el crecimiento foliar y por tanto el desarrollo vegetativo (Stoll y col. 2000), mejorando la eficiencia en el uso del agua, el microclima de racimos y directa o indirectamente la calidad de la uva y el vino. Al mismo tiempo el mantenimiento de parte del sistema radicular bien hidratado produciría un estado hídrico de la planta favorable (Dry y col. 2000a, b; Stoll y col. 2000). En los últimos años ha existido cierta controversia sobre la aplicación práctica del PRD en la vid en condiciones de campo con resultados contradictorios y no siempre satisfactorios. Estos resultados contradictorios pueden deberse a que el manejo del PRD en condiciones de campo depende de factores tales como, las condiciones medioambientales, el tipo de suelo, las diferencias genotípicas en la respuesta al déficit hídrico de la variedad, el patrón o ambos, diferente distribución de la humedad del suelo o factores experimentales (De la Hera y col. 2007). Además recientes avances apuntan a que el impacto del PRD sobre la fisiología de la planta (por ejemplo sobre la concentración ABA y el crecimiento foliar) se intensifica si la proporción de raíces expuestas a suelo seco se incrementa.
Recientemente, Romero y col. (2012, 2014) mostraron en plantas adultas de vid (Vitis vinifera cv. Monastrell) cultivadas en condiciones de campo, que el PRD indujo una respuesta fisiológica claramente distinta a un RDC aplicando la misma cantidad de agua y la misma estrategia de riego y que esta respuesta fue debida tanto al sistema de riego empleado como al volumen de agua aplicado y a su interacción. El objetivo principal de este trabajo fue 1) analizar desde un punto de vista agronómico y económico si el PRD produce efectos más beneficiosos para la producción y calidad de la uva y el vino Monastrell que un RDC convencional regado con el mismo volumen de agua y 2) evaluar si estas técnicas de riego deficitario (PRD y RDC) mejoran la calidad de la uva comparado con un riego deficitario sostenido (RDS) regado entre el 60% y el 40% de la ETc durante todo el ciclo del cultivo.
Material y métodos
El estudio fue realizado durante 7 años (período 2006-2012) en un viñedo experimental de 11 años de edad de la variedad Monastrell (sin. Mourvedre) sobre patrón 1103P y de 1 ha de extensión. La densidad de plantación fue de 3200 vides por ha. El suelo de la parcela es de textura arcillosa (48% arcilla, 30% limo, y 22% arena). El clima es mediterráneo semiárido con una escasa precipitación anual (276 mm/año, en el período de 7 años) y una evapotranspiración de referencia anual del cultivo (ETo) de 1230 mm. Los tratamientos de riego y la cantidad de agua aplicada anual durante el período experimental se muestran en la Tabla 1. En el tratamiento de riego deficitario sostenido (RDS), regado al 60% o al 40% de la ETc durante todo el ciclo del cultivo, se intentó minimizar el estrés hídrico durante todo el ciclo fenológico y nos sirvió también de control. Las estrategias de RDC y PRD fueron diseñadas inicialmente para mejorar la calidad de la uva y el vino alterando tres procesos: 1) Reducir el exceso de vigor y de desarrollo vegetativo y así mejorar el microclima del racimo; 2) Reducir el tamaño de la baya para evitar efectos de dilución y 3) aplicar un estrés moderado después de envero para incrementar la síntesis y acumulación de compuestos fenólicos durante la maduración. La ETo fue calculada semanalmente usando el método de Penman Monteith-FAO y con los datos climáticos de los últimos 10-12 años recogidos en una estación climática localizada en la misma finca experimental. La evapotranspiración del cultivo (ETc = ETo x Kc) fue estimada usando los siguientes coeficientes del cultivo (Kc): 0,35 en abril, 0,45 en mayo, 0,52 en junio, 0,75 en julio, 0,70 en agosto, 0,60 en septiembre y 0,45 en octubre. La ETo promedio en los 7 años de estudio fue de 1170 mm/año. Para la aplicación del agua se utilizaron un gotero autocompensante por planta de 4 l/h, en una sola línea portagoteros para el RDC y el RDS y en dos líneas portagoteros para el PRD (Foto 1).
El riego fue aplicado por la noche entre 3 y 5 veces por semana dependiendo del período fenológico. El diseño experimental consistió en cuatro réplicas por tratamiento en un sistema de bloques completos al azar. Cada réplica consistió en 164 vides. En el RDC y RDS el agua fue aplicada simultáneamente a ambos lados del sistema radicular. En el PRD el agua fue aplicada alternativamente (cada 14-15 días) a un solo lado del sistema radicular mientras la otra parte del sistema radicular permanecía seco (Foto 1). El tratamiento de PRD fue aplicado durante todo el ciclo fenológico (abril-octubre) y para aplicar la misma cantidad de agua en PRD que en RDC el tiempo de riego fue el doble en PRD-1 y PRD-2 que en RDC-1 y RDC-2, respectivamente. Todos los tratamientos de riego recibieron la misma cantidad anual de fertilizantes de abril a julio a través del sistema de riego: 30-40 kg N, 20 kg P, 30-60 kg K, 16 kg Mg por ha y año y 1.6 g de quelato de hierro por cepa.
En la vendimia, la respuesta productiva fue evaluada cada año en 52 viñas por tratamiento (13 viñas por bloque), calculando la producción por cepa, el número de racimos por cepa, el peso del racimo, el número de bayas por racimo y el peso de la baya. Además cada año en la vendimia se cogieron muestras de uva (750 g) para determinar los distintos parámetros de calidad tecnológica, como son el peso fresco de baya, ºBrix, el pH, la acidez total, el ácido tartárico y el ácido málico. El potencial fenólico de las uvas se determinó por el método de Lamadón y Saint-Cricq y los parámetros CIElab mediante espectrofotómetro (Shimadzu UV 1.603) como está descrito en Romero y col. (2013, 2015). Además en algunos años, se llevaron a cabo análisis de HPLC-MS en uvas para medir la composición de antocianos (520 nm) y de flavonoles (360 nm) y análisis de UPLC para la composición de aminoácidos (Romero y col. 2013, 2015).
Además para estudiar la viabilidad económica de estas estrategias de riego deficitario a largo plazo, se utilizó la analítica de costes para calcular determinados índices económicos siguiendo la metodología descrita en García-García y col. (2012). Asimismo, se calcularon otros índices destinados al análisis de la eficiencia económica del agua de riego, debido a la importancia de este recurso en el sureste español. Estos índices son: productividad aparente (€/m3) o Ingresos/m3 como indicador del ingreso bruto que genera cada m3 consumido; eficiencia económica (€/m3) como margen neto generado por m3 de agua, asimilable a un beneficio bruto por m3 (García-García et al., 2013)
Para discriminar los efectos interactivos del volumen de agua aplicado (alto vs. bajo) y del sistema de riego empleado (PRD vs. RDC) se analizaron los datos con un análisis de la varianza (ANOVA uni y bifactorial) y las medias fueron separadas mediante el test de rango múltiple de Duncan usando un programa Statgraphics 2.0 Plus software (Statistical Graphics Corp. USA).
Resultados más relevantes
Producción y eficiencia en el uso del agua
Calidad tecnológica y polifenólica de la uva
Por otra parte, aunque la respuesta productiva fue en general similar entre PRD-2 y RDC-2 (Tabla 2), algunos parámetros tecnológicos importantes como la intensidad de color y los ºBrix fueron significativamente incrementados en PRD-2 comparado con el RDC-2 en el período de 7 años (Tabla 3). Además aunque el contenido polifenólico en las uvas y en el mosto fue también similar entre ambos tratamientos en el promedio de los 7 años (Tabla 4), ocasionalmente (en algunos años) la concentración total de antocianos, aminoácidos y flavonoles fue significativamente incrementada en las uvas procedentes del PRD-2 comparado con RDC-2 (Tablas 4 y 5). Posiblemente un mayor nivel de estrés hídrico mantenido en las plantas del PRD-2 comparado con el RDC-2 (Romero y col. 2014) pudo haber incrementado la síntesis y acumulación de algunos aminoácidos como prolina, glicina y otros aminoácidos con funciones antioxidantes y osmoprotectoras (Romero y col. 2015). No obstante, globalmente, los parámetros CIElab mostraron una reducción significativa del color rojo detectable y una menor pureza del color del mosto en PRD-2 comparado con el RDC-2 (menor a* y C*) (Tabla 4).
Características cromáticas y polifenólicas del vino
Aunque el volumen de agua tuvo un efecto importante en muchos de las características cromáticas y fenólicas de los vinos analizados, el análisis estadístico revela que el sistema de riego y su interacción con el volumen de agua tuvieron también efectos significativos en algunos parámetros cromáticos como el parámetro CIElab a*, y en el % PA (antocianos poliméricos) y % FA (antocianos libres). Así por ejemplo, después de la fermentación alcohólica, los vinos procedentes del tratamiento PRD-1 incrementaron el color rojo detectable y cuantificable en el vino (mayor valor del parámetro CIElab a*), lo que indicaría una mayor contribución de los antocianos totales al color rojo del vino, comparado con los vinos procedentes del tratamiento RDC-1, sin observarse ninguna otra diferencia apreciable en las características cromáticas y fenólicas del vino entre el PRD-1 y el RDC-1. Tampoco hubo diferencias significativas en la concentración de flavonoles en los vinos entre estos dos tratamientos. Por otro lado, aunque globalmente no hubo diferencias en los parámetros cromáticos y fenólicos entre los vinos del PRD-2 y del RDC-2, el PRD-2 mostró en general un mayor % de polimerización de antocianos y en algunos años (2010) una mayor concentración de flavonoles totales que el RDC-2 (Tabla 7).
Análisis económico de los tratamientos de riego
El umbral de rentabilidad (UR) también nos indicó que el precio medio en el periodo estuvo muy cerca de la viabilidad económica (margen neto = 0) en los tratamientos PRD-1 y RDC-1, es decir, que en estas condiciones el precio del producto estuvo demasiado ajustado y permitió muy poca maniobrabilidad comercial. Asimismo, el análisis económico reveló que la producción mínima compatible con la viabilidad económica debe ser elevada y, por tanto, determina que el sistema deba ser muy productivista, primando altas producciones y por tanto altos consumos de agua; así, el sistema más rentable fue el RDS, con mayor consumo de agua y con una producción superior (14.000 kg/ha) a la permitida en la D.O. Jumilla para vinos de calidad. Sin embargo los tratamientos PRD-1 y RDC-1, con un significativo menor consumo de agua, produjeron una cantidad permitida al amparo de la citada D.O y con una mayor calidad de uva y vino. Además, en referencia a los indicadores sobre el uso del agua, la estrategia PRD-1 presentó los mayores índices de eficiencia productiva (Tabla 2), productividad aparente y eficiencia económica del agua de todos los tratamientos deficitarios analizados (Tabla 8).
En la actualidad los índices de control de maduración (azúcar y ácidos en mosto) son claramente insuficientes para evaluar la calidad de la uva. Así, aminoácidos, antocianos y otros compuestos polifenólicos (como flavonoles y estilbenos), relacionados con el aroma, el color y sabor, desempeñan también un importante papel en la calidad de las uvas y los vinos, lo que se puede traducir en cambios importantes en las características organolépticas y estructura del vino y además en un aumento de sus propiedades nutricionales y saludables, lo cual puede tener una gran importancia social, comercial y económica. Sin embargo, esta mejora de la calidad de la uva no se tiene en cuenta y en la mayoría de los casos no se refleja en un mayor precio de la uva y en una recompensa económica para el viticultor. Esta situación se agrava en zonas vitícolas semiáridas con escasa disponibilidad y altos precios del agua, como en el sureste español, donde es conveniente o incluso necesaria en algunas situaciones la aplicación de estrategias de riego deficitarias, con la consecuente disminución en la rentabilidad del viñedo. A partir de estos resultados, podemos concluir que en muchas áreas del mediterráneo las estrategias de riego con aportes elevados de agua que consiguen altas productividades en detrimento de la calidad de la uva, son económicamente más ventajosas para el viticultor.
Conclusiones finales
Aunque el volumen de agua tuvo un efecto más significativo que el sistema de riego empleado en la producción y calidad de la uva Monastrell, la interacción significativa observada entre el volumen de agua y el sistema de riego en algunos parámetros productivos (kg/cepa, el peso del racimo y peso de baya, Tabla 2) y de calidad tecnológica (IC, solutos totales y pH, Tabla 3) y polifenólica (polifenoles extraíbles, EA, contenido de antocianos totales, y parámetros cromáticos Tabla 4 y 6) indican que la respuesta productiva y cualitativa de la variedad-patrón Monastrell-1103P al PRD dependió de forma importante del volumen de agua aplicado en la zona húmeda y de la disponibilidad total de agua en el suelo.
Mientras el RDS mantuvo altas producciones (14.000 kg/ha/año) y mejoró la calidad tecnológica de la uva (más º Brix, solutos totales y acidez total y menor pH en el período de 7 años), los tratamientos deficitarios (PRD y RDC) redujeron substancialmente la producción pero incrementaron la eficiencia productiva en el uso del agua (entre un 13 y un 19%) y mejoraron el color, el contenido polifenólico (antocianos y flavonoles), el contenido de aminoácidos y las características cromáticas de la uva, el mosto y el vino, incrementando también el valor nutricional y más saludable del fruto y del vino. En general, las plantas más severamente estresadas (PRD-2 y RDC-2) mostraron una mayor reducción en la producción y una menor calidad global de la uva y el vino que las plantas moderadamente estresadas (PRD-1 y RDC-1) y fueron además económicamente inviables. El análisis económico también reveló que la situación actual de mercado favorece los viñedos con un elevado consumo de agua (más rentables económicamente) en detrimento de los viñedos con riego deficitario menos productivos pero más eficientes y que producen más calidad de uva y vino.
Además el PRD-1 fue el tratamiento de riego deficitario más efectivo, ya que produjo más uva por hectárea (9.802 kg ha-1año-1 en el periodo de 7 años) con un mayor contenido antociánico en la uva y un menor pH que el resto de tratamientos deficitarios, siendo también la estrategia de riego deficitario económicamente más rentable para el cultivo de la variedad Monastrell en el sureste español. El PRD-1 alteró en algunos años, también la composición de antocianos, incrementando principalmente la concentración de malvidina 3-monoglucosido y la concentración de aminoácidos totales, alterando también su composición (con incrementos en la mayoría de los aminoácidos) comparado con el RDC-1. Además el tratamiento PRD-1 incrementó el color rojo detectable y cuantificable en el vino comparado con los vinos procedentes del tratamiento RDC-1 y del resto de tratamientos.
Aunque ocasionalmente (en algunos años) la estrategia PRD-2 produjo también mejoras significativas en ciertos atributos de calidad tecnológica de la uva y en las características cromáticas y fenólicas del mosto y del vino, este tratamiento no tuvo un efecto positivo en la producción (con reducciones importantes en la producción por cepa, el peso del racimo y de la baya, comparado con el RDC-2, y su implementación fue económicamente inviable en las condiciones edafoclimáticas del sureste español.
Estos resultados muestran el buen comportamiento de la variedad Monastrell al riego deficitario aplicado a lo largo de los años e indican que la aplicación a largo plazo de estas técnicas de riego deficitario (PRD y RDC) puede ser una buena alternativa en regiones semiáridas como el sureste español con el fin de controlar un excesivo vigor, mejorar la eficiencia en el uso del agua, mantener buenas producciones y mejorar de forma sustancial la calidad polifénolica y cromática de la uva y el vino Monastrell. Además la utilización del PRD con volúmenes moderados de agua (PRD-1) como técnica de riego deficitario en esta variedad-patrón y en estas condiciones edafoclimáticas puede resultar prometedora para mejorar la respuesta productiva e incrementar el contenido antociánico de la uva y el vino Monastrell comparado con un RDC y un RDS, aunque más estudios son necesarios con diferentes patrones, condiciones edafoclimáticas y estrategias de riego deficitario.
Agradecimientos
Este trabajo fue financiado por el Instituto Nacional de Investigación Agraria y Alimentaria (INIA), Subprograma Nacional de Recursos y Tecnologías Agrarias a través de los proyectos RTA2005-00103-00-00 y RTA2008-00037-C04-04 con la colaboración del Fondo Social Europeo. Pascual Romero estuvo contratado durante el período entre 2005 y 2010 a través de un contrato Contrato INIA-CC.AA, convocatoria 2003 plaza numero 176, con el titulo ‘Uso eficiente del agua. Desarrollo de nuevas tecnologías de riego’. Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a Atanasio Molina Molina, Aniceto Turpín Bermejo, Antonio Lucas Bermúdez, José Antonio Candel Quijada, Cristóbal Marín, Antonio Heras Moreno, Juan José Sánchez Ruiz, José María Rodríguez de Vera y Beltrí, Francisco Javier Martínez López, David López Romero, José Sáez Sironi y Santiago López Miranda por su inestimable ayuda todos estos años en las tareas de campo y laboratorio.
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