Zara abre una de sus tiendas más emblemáticas globales en el corazón comercial de A Coruña
Zara abre al público el 1 de septiembre una tienda flagship global en la calle Compostela 3, una de las arterias más comerciales de A Coruña. El establecimiento se ubica en un edificio representativo de la estética de la ciudad por sus ventanales y galerías, en el que se ha realizado una cuidada labor de rehabilitación y conservación.
La nueva tienda destina 2.400 metros a superficie comercial distribuidos en cinco plantas en las que se exponen todas las colecciones de Zara para señora, caballero y niño. El edificio se completa con dos alturas más dedicadas a almacén y zona de empleados. En total, el edificio cuenta con 4.900 metros cuadrados construidos en seis plantas con acceso a la calle Compostela y a Sánchez Bregua, lo que convierte a la tienda en una nueva calle cubierta, que conecta la vida de ambos núcleos urbanos.
El proyecto, dirigido por la arquitecta coruñesa Elsa Urquijo, se ha centrado en captar la esencia de la ciudad, su luz y su estética más representativa, con los cuatro conceptos que dominan la filosofía arquitectónica de Zara –claridad, funcionalidad, belleza y sostenibilidad-. Las fachadas se han conservado íntegramente, realzando los materiales y la estética de las típicas galerías y balconadas coruñesas. En el interior, destaca la entrada desde la calle Compostela donde un imponente atrio de siete metros de altura recibe al visitante y le invita a recorrer espacios diáfanos y livianos. Los materiales protagonistas en todo el espacio comercial son la piedra y la madera características de la arquitectura gallega que presentan matices diferentes por la luz exterior que se filtra en cada una de las plantas a través de las imponentes galerías.
La estructura del edificio, en lugar de apoyarse en el suelo, ‘cuelga' de una cercha de acero colocada en la parte superior que descansa sobre unas sólidas estructuras perimetrales. Esta compleja solución estructural permite mantener en el subsuelo los restos arqueológicos de una parte de la antigua muralla del siglo XVIII, preservados íntegramente en coordinación con la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural. El lugar por donde discurre bajo el solado parte de la muralla se insinúa en la planta baja de la tienda mediante el cambio de rugosidad del pavimento pétreo.
El mobiliario, especialmente diseñado para esta tienda, está concebido para contribuir a la sensación de ligereza y luminosidad de todo el proyecto. Así, en las paredes, las prendas cuelgan de sencillas estructuras metálicas longitudinales, mientras que en el mobiliario central destacan sólidos bloques de piedra y madera de tonos claros que juegan con la luz que durante todo el día se filtra en el interior a través de las galerías.
La nueva tienda responde al concepto más avanzado de sostenibilidad, tanto en lo que se refiere a su proceso de construcción como en su operación comercial, en la que se reduce el consumo de energía eléctrica en un 30% y de agua en un 40% en relación con los modelos convencionales. La intervención se ha planteado para la obtención de la categoría Oro de la certificación LEED, el sello estadounidense de arquitectura sostenible considerado como el de mayor exigencia a nivel mundial.