La “renaturalización” de las ciudades, protagonista del tercer Laboratorio del FSMS

El pasado 10 de enero se celebró en Feria de Madrid el tercer Laboratorio del Foro Medio Ambiente y Sostenibilidad (FSMS), en el que se encuadra el Foro de las Ciudades de Madrid, cuya tercera edición se celebrará entre los días 13 y 15 de junio de 2018 en el citado recinto ferial. La convocatoria está organizada por Ifema.

Estos laboratorios, celebrados a puerta cerrada entre expertos en una temática determinada, “son espacios de debate e intercambio de ideas que sirven para poner en común hojas de ruta entre las diferentes organizaciones participantes”, informaron fuentes de Ifema.

En esta tercera convocatoria, el Laboratorio del FSMS versó sobre la “renaturalización” de las ciudades, las infraestructuras verdes y sobre cómo aportar “una nueva mirada sobre la aportación de los ecosistemas naturales a la calidad de vida de la ciudadanía y a la mejora de los entornos urbanos”.

La edición 2018 del Foro de las Ciudades, añaden desde Ifema, dedicará una importante parte de su programa a esta temática. Bajo la denominación de 'Tecma Verde-Natural City' se impulsa “un nuevo espacio de encuentro para las organizaciones, empresas y administraciones públicas que trabajan en la ‘renaturalización’ urbana, la nueva gestión de los espacios verdes y la mejora de entornos más saludables y habitables”.

El nuevo enfoque que se está aplicando sobre la gestión de los espacios verdes en las ciudades va mucho más allá del hasta ahora denominado mantenimiento de las mismas, que, por otra parte, “suele ser una de las partidas presupuestarias municipales más exiguas”.

En el Laboratorio FSMS surgieron “una buena cantidad de ideas y acercamientos al cambio de paradigma”, un cambio debido, entre otros motivos a cuestiones relacionadas con la calidad del aire o la necesidad de mejorar la resiliencia de las concentraciones urbanas frente al cambio climático. Además, se trata de una demanda de los residentes en las ciudades, “cuya participación es imprescindible para apoyar y asumir la transformación ‘verde’ de las ciudades”.

Desde Ifema apuntan que “una de las principales conclusiones del Laboratorio fue que, debido a su complejidad, la naturaleza urbana se ha de entender como una inversión, no como un gasto”, debido a los beneficios que genera para el entorno urbano y la ciudadanía. Sobre esta área municipal “es necesario aportar una mirada estratégica a largo plazo por encima de cambios de gobiernos locales o responsables políticos”.

Este nuevo paradigma que se está introduciendo en la gestión de las zonas verdes en las ciudades “obliga a los gestores públicos y a las empresas involucradas a entender la naturaleza urbana como un elemento más de la ciudad”. Un elemento que, además, debe estar “interconectado con la movilidad, el consumo de energía, la gestión de recursos tan sensibles como el agua, la calidad del espacio público y la participación ciudadana”. A todo ello “habría que añadir el uso de la tecnología disponible para mejorar la eficiencia de los procesos y las aportaciones que la renaturalización puede aportar y promover en el terreno de la innovación social”.

Una de las constataciones del Laboratorio es que “aun siendo clave, ya no es suficiente sólo con aplicar una ‘nueva mirada’ desde la ingeniería para diseñar y proveer del capital natural a nuestras las ciudades, donde se pueden llegar a contar más de 21 tipos de espacios verdes”. En la actualidad se requieren “miradas complementarias y enriquecedoras desde la sociología, la comunicación, la educación ambiental, el paisajismo, el agrourbanismo, la ecología…”.

En el debate Francisco Javier Sigüenza, en representación de la Asociación Española de Empresas de Parques y Jardines (Aseja), destacó el valor que aportan las empresas que trabajan con los municipios para gestionar y mantener sus espacios verdes. Asimismo, recordó que este año la patronal firmará un acuerdo de colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) para elaborar un estudio sobre la gestión de las infraestructuras verdes urbanas. Este trabajo se sumará al recientemente presentado junto a la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (Aepjp) y la Red de Gobiernos Locales por la Biodiversidad sobre el análisis de la conservación de las infraestructuras verdes en las ciudades españolas.

Tal y como reseñaron otros participantes, Sigüenza lamentó que las partidas presupuestarias municipales destinadas a la gestión de los espacios vedes “suelen ser de los más escuetas”, apuntan fuentes de Ifema. “Muchas veces no se considera el espacio verde como un servicio público, lo que dificulta proyectarlo a largo plazo para realizar las necesarias inversiones, además de necesitar marcos legislativos que permitan mejorar en esta dirección. En este sentido, tendremos importantes cambios con la nueva Ley de Contratos del Sector Público recientemente aprobada”, apuntó el representante de Aseja.

La vicepresidenta de Aepjp, Ana Luengo, resaltó el cambio que está protagonizando el sector, gracias a que en los últimos años “la naturaleza y el paisaje urbano han ocupado un lugar importante en el diseño de las ciudades, que han incorporado o asumido la importancia de conceptos como la ciudad ‘biofílica’ que se hace y se construye diariamente para generar vida”.

“Creo que empezamos poco a poco a tener una visión global de lo que hoy entendemos como ‘verde’ en la ciudad, porque el diseño urbano cambia con los tiempos –por ejemplo, las relaciones y comprensión entre centro y periferias ha cambiado– y porque ahora vemos que las infraestructuras verdes permiten entender la ciudad como un sistema vivo y complejo. Invertir en naturaleza urbana es invertir en salud y calidad de vida”, señaló Ana Luengo.

En este sentido, los huertos urbanos es uno de los elementos de educación, encuentro y renaturalización que más ha evolucionado en nuestras ciudades. “No son tanto el espacio físico que ocupan como las personas que los hacen posible y trabajan en ellos, porque en estos espacios se genera conversación vecinal y responsabilidad social en torno a la ciudad. Y este aspecto no lo tienen todas las intervenciones de renaturalización en la ciudad, porque hay casos donde se interviene en el espacio físico, pero no se influye en las personas y no se produce transformación social”, comentó Eduardo Fisbein, de la Red de Huertos Urbanos de Madrid.

Debido a estas nuevas demandas ciudadanas relacionadas con las zonas verdes, la figura del paisajista está cobrando “un espacio protagonista en los proyectos urbanos”. Iñaki Viñuela, en representación de la Asociación Española de Paisajistas (AEP), señaló que estos profesionales son los que aportan una mirada “más global, porque contempla no sólo las visiones de sostenibilidad, sino que también trabaja sobre las relaciones de cada proyecto con su entorno, con la movilidad, con la necesidad de agua, con el espacio público, con el mobiliario urbano, con la iluminación…”, enumeran fuentes de Feria de Madrid.

“La labor del paisajista urbano debería estar siempre presente en los proyectos de las administraciones públicas y de las empresas para renovar técnicas que hoy se siguen aplicando y que deberían cambiar, como por ejemplo sistemas de poda, de riego, de plantación de especies”, afirmó Viñuela, quien añadió que “los paisajistas nos tenemos que ir incorporando a la gestión de las ciudades, pero también en paralelo tenemos que hacer más comprensible y cercano nuestro trabajo a la ciudadanía, para que comprenda qué hacemos y por qué es siempre necesaria nuestra visión”.

Nuria Bautista, del Ayuntamiento de Madrid, aportó algunos detalles del nuevo Plan Estratégico de Zonas Verdes, Arbolado y Biodiversidad de la ciudad, cuyo fin es convertirse en una hoja de ruta a largo plazo, y con cierto carácter normativo, para gestionar con nuevos enfoques la naturaleza urbana en la capital.

“El nuevo Plan entiende la naturaleza en la ciudad de Madrid como un ecosistema urbano de manera integral, y pretende poner en valor las infraestructuras verdes dotándolas de presupuesto, promoviendo la participación de la ciudadanía y entendiéndolas como un servicio básico tan necesario como puede ser la limpieza o la sanidad”, explicó Bautista, quien destacó la necesidad “de actualizar la normativa a las demandas reales de la ciudad de hoy y la conveniencia de incorporar profesionales de otras disciplinas, como sociólogos, ecólogos o comunicadores, a estos procesos de cambio”.

Los dos representantes del Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo de la Universidad Politécnica de Madrid participantes en el Laboratorio, Alberto Sanz y Valentina Oquendo, destacaron las ventajas que aporta la agricultura urbana. El primero señaló que la naturaleza y la agricultura urbana son “un espacio perfecto para generar comunicación y debate, a la vez en ella se aplica innovación social y tecnología”. Asimismo, en los huertos urbanos “se desarrollan procesos de medición de las soluciones (cambio climático, energía, beneficios ambientales, entre otros). En su intervención Oquendo explicó el proyecto “Lugo + biodinámico”, que interviene en una zona periférica de la ciudad gallega y “trabaja sobre un barrio multiecológico con un modelo de resiliencia urbana”.

La relación, en la actualidad rota, que se establece entre ciudad y territorio fue uno de los apuntes aportados por Jorge Sánchez-Cruzado, de Altekio, quien insistió en la escasa valoración que reciben los servicios aportados a las ciudades por los ecosistemas naturales. “Hace falta acoplar los servicios urbanos a los ciclos naturales, aprendiendo de la biomímesis” (la ciencia que estudia la naturaleza como fuente de inspiración de soluciones a problemas humanos, bien en forma de principios biológicos, como biomateriales, o de cualquier otro tipo). Además, Sánchez-Cruzado señaló la necesidad de analizar los consumos de la ciudad y sus impactos en el entorno, “porque no se trata de llevar la ciudad a la naturaleza, sino de traer la naturaleza a la ciudad, acabando con el ‘síndrome de déficit de naturaleza’ a través de una transformación en la manera de entender el verde urbano de una forma colectiva (administraciones públicas, ciudadanía, empresas, tercer sector…) para recuperar el espacio público y sus funcionalidades ecosistémicas”.

David Alba, integrante del Grupo Transitando, dijo que “es necesario contar con una visión de conjunto que tenga como fin último el desarrollo humano bajo los principios de la ecología urbana”, apuntan desde Ifema. “Hay que entender la ciudad como un ecosistema vivo que ha de aumentar su autosuficiencia y darle el valor que realmente tienen las infraestructuras verdes y sus aportaciones a, por ejemplo, la salud humana, la calidad de vida y las relaciones humanas en las ciudades. Por ello”, continuó Alba, “es clave trabajar desde el territorio y salir del encaje tradicional desarrollando nuevas fórmulas, como por ejemplo han demostrado proyectos como las supemanzanas en Barcelona o las redes de huertos urbanos”.

FSMS 2018 incluye la 19ª Feria Internacional del Urbanismo y del Medio Ambiente, Tecma; el 3º Foro de las Ciudades de Madrid; la 6ª Feria Internacional de la Recuperación y el Reciclado, SRR, y el 3º Salón de la Limpieza e Higiene Profesional, Esclean.

La tercera edición del Foro de las Ciudades de Madrid 2018 tendrá un espacio específico para el debate sobre el futuro de la renaturalización de las ciudades y la nueva gestión de las infraestructuras verdes. En él participarán las entidades que han colaborado en este Laboratorio, una decena de ciudades españolas y latinoamericanas, así como otras organizaciones que desarrollan su actividad en este terreno.

La tercera edición del FSMS, organizado por Ifema, y que se celebrará entre el 13 y el 15 de junio de este año en la Feria de Madrid, aglutinará más de 15 eventos entre ferias, ‘showrooms’, congresos, foros y jornadas.

FSMS 2018 incluye la 19ª Feria Internacional del Urbanismo y del Medio Ambiente, Tecma; el 3º Foro de las Ciudades de Madrid; la 6ª Feria Internacional de la Recuperación y el Reciclado, SRR, y el 3º Salón de la Limpieza e Higiene Profesional, Esclean, enumeran fuentes de Ifema.