La capilaridad y capacidad de adaptación del terrorismo yihadista: principales desafíos para la seguridad privada
Aproser y AES celebraron conjuntamente una jornada técnica sobre los retos actuales del sector de la seguridad privada dentro del marco de Sicur, celebrada el pasado mes de febrero. En dicha jornada se destacó el papel fundamental de la seguridad privada en la lucha contra el terrorismo global por el flujo de información que maneja y los espacios en los que realiza su actividad. Uno de los datos más significativos que apuntaron durante la jornada es que actualmente hay 30.000 combatientes extranjeros desplazados en Siria e Irak de los cuales 5.000 son de Europa Occidental. También se analizó la importancia de los drones en el desempeño de las labores de seguridad privada.
Aproser, Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad, y AES, Asociación Española de Empresas de Seguridad, celebraron en el marco de Sicur una jornada técnica sobre los retos actuales del sector de la seguridad privada. En este sentido, la amenaza del terrorismo yihadista fue una de las principales temáticas abordadas. Carola García-Calvo, investigadora del Real Instituto Elcano y profesora de Estudios de Terrorismo y Políticas de Seguridad en la Universidad Pontificia de Comillas, señaló que nos encontramos ante “una amenaza diversa y más extendida que nunca”. Así, explicó que estamos en una tercera fase del terrorismo global, en la que Al Qaeda y el Estado Islámico se disputan la hegemonía.
Por ello, el escenario es aún más complejo y la amenaza se extiende por todo el mundo, a excepción de América Latina. Además, los objetivos que atacan –grandes ciudades y espacios con una importante afluencia de personas- y la letalidad que buscan con los mismos, hacen que siempre estén creando nuevas fórmulas, innovando en sus maneras de atacar, y sigan diversificándose. De ahí que los expertos afirmen que “hay que esperar lo inesperado”. En esa línea, García-Calvo remarcó el importante papel que juega la seguridad privada en la lucha contra el terrorismo por el flujo de información que manejan, la protección de infraestructuras críticas que realizan, el papel que juegan en la gestión y la reacción tras eventuales ataques, y la prevención de la radicalización en lugares sensibles.
Jornada técnica organizada por Aproser y AES dentro del marco de Sicur.
Por su parte, Eduardo Cobas, secretario general de Aproser, reforzó esta idea y recordó el importante avance conseguido en los últimos años en los que las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado han reconocido el papel fundamental del sector de la seguridad privada en la defensa y salvaguarda de la población. Por eso, recordó que es muy importante cambiar los criterios de las licitaciones públicas. “Entre el 50 y el 60% de los servicios que prestan la empresas de seguridad privada son estratégicos, por lo que la calidad tiene que ser un factor decisivo. No se puede consentir que el precio siga siendo el único requisito y sobre todo cuando éste se oferta tras rebajar el sueldo a los empleados”, aseguró. Y es que estos criterios influyen de forma directa en cuestiones esenciales como la formación, una de las palancas claves para hacer frente a las nuevas realidades, aspecto en el que coincidieron García-Calvo y Cobas.
España, menor movilización yihadista que en los países de su entorno
Con respecto a España, García-Calvo destacó que, en términos absolutos, España cuenta con 150 movilizados en el terrorismo yihadista, “un porcentaje de movilización menor que otros países de nuestro entorno”. En la actualidad existen 30.000 combatientes extranjeros desplazados a Siria e Irak, de los que 5.000 proceden de Europa Occidental. En términos absolutos, los países que registran un mayor número de ciudadanos en filas yihadistas son Francia (1.700), Reino Unido (800) y Alemania (750). Según García-Calvo, “la aportación de Europa en términos relativos llega a estar sobrerrepresentada hasta en 16 veces en términos de población”.
Eduardo Cobas, secretario general de Aproser.
El principal motivo de la diferencia de combatientes entre España y otros países europeos es que el flujo migratorio de musulmanes en nuestro país comenzó en los años noventa, por lo que las segundas generaciones, que es de donde según esta experta están surgiendo la mayor cantidad de nuevos adeptos, están cumpliendo ahora la mayoría de edad. Además, Carola García-Calvo detalló el perfil del yihadista actual en España, cuya principal característica es que es inminentemente autóctono. El 40,5% ha nacido en nuestro país y de este porcentaje, el 75,8% en Ceuta y Melilla. La media de edad es de 28 años y las mujeres detenidas representan el 15,8%, algo que ha supuesto un cambio, ya que hasta 2012 eran sólo hombres. Por último, destacar que el 13,1% son conversos al Islam.
La tecnología como otro de los retos del sector
Otra de las grandes temáticas abordadas durante esta jornada técnica ha sido el uso de RPAs, más conocidos como drones, en labores de seguridad privada. Este sector tiene mucho potencial, pero aún no ha tenido un gran desarrollo en nuestro país. El principal motivo ha sido la falta de proyectos de gran envergadura y la escasa regulación existente hasta ahora. Un escenario que está cambiando después de la regulación europea que está llevando a los países a desarrollar la suya propia.
En concreto en España, el Real Decreto del 4 de julio de 2014, convertido en Ley 18/2014 del 17 de octubre, ha establecido que los RPAS son aeronaves, por tanto están sujetos a limitaciones aéreas, y los requisitos y limitaciones de pilotos y operadores. En la actualidad, en nuestro país existen 1.000 operadores, entre ellos cinco empresas de seguridad, y 14 fabricantes ensambladores. “El desarrollo de este tipo de aparatos ha sido más bien inesperado en los últimos tres años en el mundo civil. Pero no es una moda pasajera y va a transformar muchos sectores, entre ellos, el de la seguridad privada”, aseguró Manuel Oñate, presidente de Aerpas (Asociación Española de RPAs).
Carola García-Calvo, investigadora del Real Instituto Elcano y profesora de Estudios de Terrorismo y Políticas de Seguridad en la Universidad Pontificia de Comillas.
De hecho, los RPAs van a mejorar las labores de seguridad privada, especialmente en infraestructuras críticas y zonas de difícil acceso o despobladas. En este sentido, Julio Pérez Carreño, director del departamento de Sistemas de Seguridad de Eulen Seguridad y secretario de la Junta Directiva de la Asociación Española de Empresas de Seguridad y coordinador del área de trabajo de seguridad electrónica, destacó el avance que se está realizando “para mejorar la calidad en el diseño en la protección perimetral de infraestructuras críticas”. El futuro, en este aspecto, pasa por que los vigilantes de seguridad cuenten con una formación avanzada y estén cada vez más especializados de manera que les permita manejar herramientas complementarias como éstas para llevar a cabo su actividad.
Por su parte, Jesús de la Mora, director de Consultoría de Desarrollo de Negocio de Securitas Seguridad España, explicó que “hay que evitar que los casos de mal uso de los RPAs dañen los beneficios que pueden aportar en ámbitos como el de la seguridad privada, tales como una mayor movilidad y una disminución del riesgo en las operaciones, más cobertura en cuanto a detección y visualización, además de accesibilidad a zonas difíciles, eficacia, calidad y ahorro de costes”. Por último, Antonio Pérez Turró, presidente de AES, y Ángel Córdoba, presidente de Aproser, clausuraron el evento y apuntaron que “aportar protección a la sociedad es una labor de la seguridad pública, pero también de la privada, con el objetivo de que lo inesperado no se produzca o bien tenga el menor impacto posible en la población”.