Una economía circular representa una oportunidad para combinar sostenibilidad y beneficios, pero se ve obstaculizada por la debilidad de las legislaciones sobre productos químicos en todo el mundo
Los modelos de negocio circulares se ven frenados por las sustancias químicas peligrosas en los productos
Hoy en día, muchos productos químicos peligrosos no están regulados y se utilizan ampliamente en todo tipo de artículos cotidianos. Y como estos artículos son los mismos que reciclamos y convertimos en nuevos productos en un mundo circular, también significa que estamos reciclando su contenido tóxico.
Este es el mensaje clave para llevar en una nueva publicación de la organización de expertos químicos ChemSec – the International Chemical Secretariat.
Publicación completa The Missing Piece - Chemicals in Circular Economy: https://chemsec.org/publication/chemicals-business, circular-economy/the-missing-piece/
“Las sustancias químicas tóxicas se pasan por alto en los debates sobre economía circular, pero es necesario abordarlas para que sean realmente sostenibles. Lamentablemente, la gran mayoría de los responsables políticos no lo entienden o simplemente no les importa”, señala Anne-Sofie Bäckar, directora ejecutiva de ChemSec.
En muchos casos, el mundo corporativo está por delante de la legislación, y la noción de que existe una contradicción entre las ganancias corporativas y la sostenibilidad se está volviendo cada vez más anticuada. La publicación de ChemSec presenta seis compañías químicamente progresistas - Apple, Coop Dinamarca, H&M, Ikea y Sarp Industries, especialista en reciclaje - que cuentan la historia de cómo trabajan con productos químicos y modelos de negocio circulares.
Estos casos prácticos ilustran cómo un número creciente de marcas y minoristas explican la debilidad de la legislación al establecer sus propios requisitos químicos mucho más estrictos. Ahora, este movimiento corporativo positivo se enfrenta con una legislación circular laxa que permite el uso de materiales reciclados con contenido tóxico.
Anne-Sofie Bäckar, directora ejecutiva de ChemSec.
“Cada vez más empresas están interesadas en los materiales reciclados, pero sólo si están libres de productos químicos tóxicos. Por lo tanto, la legislación sobre sustancias químicas debe establecerse de manera que apoye realmente una economía circular libre de sustancias tóxicas. Esto significa acelerar el ritmo, prohibir el uso de sustancias obviamente problemáticas y aumentar los requisitos de transparencia química de los materiales”, dice Anne-Sofie Bäckar.
En la publicación, ChemSec también hace un llamamiento a los fabricantes y a las industrias de reciclaje para que vean el potencial comercial de una economía circular no tóxica.
“Las empresas que sean capaces de mantener separados los circuitos de residuos y producir materiales reciclados sin contenido tóxico tendrán una importante ventaja a medida que avanzamos hacia una economía circular”, concluye Bäckar.