Sembrar maíz para obtener plásticos
Kathleen M. Bader, Presidente y CEO de NatureWorks LLC, dijo en octubre ante la prensa internacional, Plásticos Universales incluida, que “nadie antes que nosotros había tenido éxito en el espacio de recursos renovables biodegradables. Y ello por cuatro razones fundamentales: nunca había habido paridad en rendimiento, ni en precio, nunca había existido la escala de suministro suficiente para competir al nivel del mercado mundial y no había suficientes compradores de plásticos que se preocuparan por la sostenibilidad”. Los tres primeros obstáculos ya están superados. La batalla actual está en el cuarto, la sostenibilidad.
NatureWorks PLA se obtiene del maíz. De sus azúcares, pasando por la fermentación, se obtiene ácido láctico que se utiliza para crear un plástico transparente llamado “polylactide” (PLA), posteriormente transformable mediante diversos sistemas para convertirse en botellas, films, bandejas o envases, entre otros. De cada 2,5 kgs de maíz se obtiene 1 kg de plástico. El material restante se destina a comida para animales y otros usos. Un kilo de maíz ocupa un metro cuadrado en la plantación.
La empresa productora cuenta con una sola planta, ubicada en Blair (Nebrasca, EE.UU.), con capacidad para 140.000 toneladas anuales. La producción de esta nueva resina requiere un 68 por ciento menos de recursos fósiles que los plásticos convencionales como el PET y se trata además del primer polímero que no emite gases favorecedores del efecto invernadero.
Su precio es similar al del PET pero sin los inconvenientes de la volatilidad de los precios de los polímeros dependientes del petróleo. Existen diferentes precios. Así, de la gran cantidad de maíz genéticamente modificado que se planta en EE.UU., NatureWorks ofrece la posibilidad de comprar maíz sin modificar con diversas modalidades, algo especialmente importante en Europa donde este tipo de plantaciones no han sido bien recibidas por el público.
Aplicaciones
El de los films y las etiquetas también es un sector susceptible de usar PLA, así como el de las botellas. La empresa británica Belu Water ya está vendiendo una botella de agua hecha con PLA desde julio 2005. Las botellas son la aplicación más novedosa del PLA que ofrece sus mejores prestaciones en aguas, leche y yogur, aceite vegetal y zumos frescos. No así en bebidas carbónicas, para las cuales su barrera no es suficiente. La primera botella en PLA se lanzó en octubre de 1004 en EE UU por la empresa Biota.
Vasos desechables, boles, platos y similares, así como otros ámbitos como el de la telefonía o tarjetas inteligentes pueden lograr ventajas sustituyendo materiales como el PVC por PLA, contribuyendo así al cuidado del medio ambiente.
Tras el proceso de obtención de azúcar, fermentación, obtención del monómero y luego del polímero, el producto resultante es el NatureWorks PLA y la fibra Ingeo. La fibra se lanzó en enero de 2003 y reúne las ventajas de las fibras naturales y las de las sintéticas. Está presente en ropa, textiles para el hogar, ropa de cama, almohadas... El Corte Inglés, en España, ya está comercializando almohadas con fibras Ingeo.
¿Por qué?
NatureWorks PLA es el primer y único polímero disponible a escala comercial en la industria que no contribuye a incrementar el efecto invernadero, causante del calentamiento de la Tierra. La empresa lo ha logrado mediante la compra de RECs (“renewable energy certificates") que sirven para paliar el efecto de las emisiones de la energía que todo el proceso para la producción de estos plásticos requiere. Las REC aseguran la producción de energía renovable en una cantidad igual a la cantidad de energía no renovable utilizada en el proceso por NatureWorks LLC. El resultado neto es una reducción del 68 por ciento en el uso de combustible fósil, en comparación con plásticos convencionales.