¿Qué tienen en común un neumático y un chicle?
4 de junio de 2009
La resina vegetal utilizada en los orígenes del chicle y que provenía de la savia coagulada de un árbol presente en América Central y del Sur –la manilkara zapota-, no era suficiente para atender a la demanda, por lo que se empezaron a usar los polímeros sintéticos.
Según explica Lanxess, compañía alemana de especialidades químicas, mientras que la resina natural aún la usan algunos fabricantes, otros utilizan base de goma, en las cuales uno de los polímeros utilizados es caucho butilo. Otras bases de goma también contienen otros polímeros como el caucho estireno-butadieno, el acetato de polivinilo y el polisobutileno.
19 millones de dólares en ventas
El chicle se implantó en primer lugar en Estados Unidos y Canadá y se empezó a comercializar en color rosa, color predominante en este producto hoy en día. Tras esto, se exportó a Latinoamérica, Europa, India y China. Asimismo, poquito a poco se ha ido incorporando nuevos sabores, el de menta fue en 1880 gracias a William White. Sin embargo, el chicle sin azúcar no llegaría hasta 1950.
A pesar de que se trata de un dulce, se ha demostrado que es beneficioso para la higiene bucal y además, puede mejorar la memoria y la concentración. Por otro lado, ayuda a relajar los músculos. En 1939, se demostró que mascar chicle contribuye a reducir tensiones y estar más tranquilo.
En 2006 la industria del chicle se estimó equivalente a 19 millones de dólares en ventas. Creció más del 7% en los últimos tres años y la industria ha previsto más crecimiento para los chicles sin azúcar, ya que seguirá reemplazando al caramelo tradicional como una opción más sana a la hora de picar entre horas.