A partir de 2030 todos los envases de plástico en el mercado de la UE serán reciclables y se reducirá el consumo de plásticos desechables
FKuR apuesta por los plásticos biobasados y biodegradables hacia una economía circular
En el contexto de la actual discusión sobre el significado ecológico y las consecuencias del uso de plásticos, los plásticos biobasados y biodegradables han adoptado una posición poco conocida. Como fabricante y comercializador, FKuR confirma que ambos grupos de productos ofrecen un gran potencial para satisfacer las demandas de las directivas actuales de la UE que abordan este problema. La compañía enfatiza la idoneidad de los termoplásticos biobasados para el reciclaje convencional, mientras que ve a los plásticos biodegradables como soluciones eficientes y probadas para todas las aplicaciones donde esta propiedad añade valor al producto final.
Cerrar ciclos con bioplásticos
Un punto central del plan de acción de la UE publicado en diciembre de 2015 'European Commission Circular Economy Package' es el cambio del modelo económico lineal a la economía circular. Sobre esta base, a principios de 2018 la Comisión elaboró una estrategia europea para los plásticos en la economía circular 'EU Strategy for Plastics in the Circular Economy'. Según estos planes, a partir de 2030 todos los envases de plástico en el mercado de la UE serán reciclables y se reducirá el consumo de plásticos desechables.
Para Patrick Zimmermann, director de ventas y marketing de FKuR, los bioplásticos desempeñan un papel clave en la implementación de las directivas de la UE: "Especialmente con bioplásticos biobasados de sustitución directa es posible implementar conceptos sostenibles de dos maneras, ya que, por un lado, un producto bioplástico consiste en materias primas renovables y, por otro lado, se puede devolver al ciclo de reciclaje después de su uso. Por lo tanto, no solo se ahorran recursos fósiles, sino que el embalaje, por ejemplo, también se convierte en un material valioso para la fabricación de otros productos. Por lo tanto, acogemos con satisfacción la solicitud de la UE a los Estados miembros de apoyar el uso de materiales biobasados en la fabricación de envases y mejorar las condiciones de mercado de dichos productos".
Reciclaje orgánico y mecánico son formas viables
Para los bioplásticos, tanto el reciclaje de material como el reciclaje orgánico resulta útil.
- El reciclaje de material ya establecido para plásticos convencionales (a base de petróleo) también es indicado para las alternativas biobasadas de sustitución inmediata (como por ejemplo Bio PE o PET). Los materiales reciclados vuelve al ciclo de material hasta que los productos fabricados a partir de ellos al final deben someterse a aprovechamiento energético por los diferentes motivos. Así es posible producir energía renovable a partir de plásticos biobasados, que no emiten CO2 nocivo adicional –un ciclo de CO2 cerrado, siguiendo el ejemplo de la naturaleza.
- Para los plásticos biodegradables, que están certificados de acuerdo con la norma de compostaje industrial (por ejemplo EN 13432), está abierto el camino del reciclaje orgánico. Este es particularmente eficaz cuando los productos de plástico están contaminados por ejemplo con alimentos y el reciclaje de materiales sería irracionalmente costoso. Gracias a su manejo fácil e higiénico, las bolsas compostables de desechos orgánicos también aseguran que se eliminen menos residuos orgánicos a través del contenedor de residuos. Esto les da la posibilidad de aumentar la cantidad de residuos orgánicos recogidos por separado y, al mismo tiempo, aumentar el rendimiento del compost valioso. Este luego sirve como fertilizante, por ejemplo para aquellos cultivos que están al comienzo de este ciclo.