La producción de asfalto en España cierra el 2013 en mínimos históricos

Según las últimas estimaciones aportadas por la Asociación Española de Fabricantes de Mezclas Asfálticas (Asefma), durante el 2013 apenas se produjeron en España 15 millones de toneladas de mezclas bituminosas, lo que supone una caída acumulada del 70% desde el máximo registrado en el año 2007. Ningún otro país de la Unión Europea registra un descenso similar al sufrido por el mercado español.

La brusca caída experimentada en España por la licitación pública de obras destinadas a la construcción y conservación de carreteras está teniendo un dramático reflejo en la producción de asfalto. Así lo confirma la Asociación Española de Fabricantes de Mezclas Asfálticas (Asefma) cuyas últimas estimaciones hablan de una producción de mezclas bituminosas durante el 2013 que apenas llegó a los 15 millones de toneladas, la cifra más baja de los últimos 40 años.

Mientras que en el entorno europeo el descenso sufrido en materia de producción de asfalto ronda una media del 15%, en España este porcentaje se eleva hasta el 70% respecto a los 49,9 millones de toneladas con las que se cerró el 2007. No hay ningún otro país de la Unión Europea que registre tal descenso ni en términos absolutos (35 millones de toneladas menos) ni en términos relativos (-70%). Seis años consecutivos de caída en la producción han colocado al sector español de la pavimentación al borde del precipicio. Un sector que comenzó la crisis en valores de inversión en bienes de equipo cercanos a los 2.000 millones de euros y que generaba 30.000 puestos de trabajo directos y otros 30.000 indirectos, ha visto, seis años después, como han tenido que cerrar cerca del 40% de sus empresas, con una destrucción de empleo próxima al 55%.

De acuerdo al último estudio de la Asociación Europea de Pavimentos de Asfalto (EAPA), correspondiente al 2012, mientras que España ocupaba el segundo puesto en fabricación de mezclas bituminosas en 2007, sólo por detrás de Alemania, cinco años después había bajado en el ranking europeo hasta el sexto lugar, viéndose también superada por Turquía, Francia, Italia y Polonia. España, aun teniendo una mayor superficie geográfica que Alemania (504.782 km² vs 357.021 km²) y una mayor red de carreteras (666.519 vs 644.258 km, según datos de 2009), presenta actualmente datos de producción de asfalto que son menos de la mitad que los registrados en el país germano.

Nuestro país representa, por tanto, la cara más negativa en Europa en cuanto a la producción de mezclas bituminosas, en claro contraste con Turquía donde este mercado ha crecido cerca del 75% desde el año 2007, impulsado por el gran desarrollo que está experimentando aquel país en materia de infraestructuras.

De izquierda a derecha: Juan Lazcano, presidente de la CNC, Manuel Niño, secretario de Estado de Infraestructuras, y Juan José Potti, presidente de Asefma, en la Asamblea General Ordinaria de Asefma.

De todas formas, desde Asefma se confía en que la caída de producción de asfalto en España ya haya tocado fondo en el 2013 y de hecho señalan que a lo largo de los últimos meses se han dado una serie de acontecimientos que hacen pronosticar un cambio de tendencia. En primer lugar, las beneficiosas consecuencias que ha tenido la puesta en marcha del Plan de pago a proveedores, el cual ha permitido aliviar la tesorería de muchas de las empresas que conforman este sector. Y en segundo término, el cambio de rumbo que parece haber dado el Gobierno en materia de licitación de obra pública desde el comienzo de 2014. En enero, según confirma la Secretaría de Estado de Infraestructuras, el Gobierno licitó de una tacada 18 obras destinadas a la construcción y conservación de carreteras por valor de 513,7 millones de euros (12 obras de nueva construcción y seis para rehabilitación de firmes), un hecho que no se había producido en los últimos cinco años.

Es evidente que la reducción de gasto en España por parte de la administración pública en refuerzo de firmes no tiene parangón. Mientras que antes de la crisis se destinaban a estos trabajos partidas presupuestarias superiores a los 500 millones de euros en un solo año, en los últimos cinco se han licitado actuaciones de este tipo por un valor total de menos de 100 millones de euros. Eso, como se avisa desde Asefma, no sólo supone un grave deterioro del valor patrimonial de nuestras carreteras, sino también un serio perjuicio para la actividad económica y la seguridad vial.

“Queremos creer que ya se está dando un cambio de tendencia, que nunca volveremos a los datos registrados en 2013”, señala Juan José Potti, presidente de Asefma, quien añade que este cambio de rumbo no tiene que pasar por un plan de choque sino por un plan programado, sostenido en el tiempo y centrado en la conservación de las carreteras que ya tenemos y no en la construcción de nuevas infraestructuras. “El esfuerzo de rehabilitación de firmes deberá estar vinculado al valor patrimonial”, indica Juan José Potti, para quien un modelo a seguir en materia de mantenimiento de carreteras es el que viene empleando desde hace años la administración francesa.

La producción de asfalto en España ha caido un 70% desde 2007.

De acuerdo a los estudios realizados por Asefma, para garantizar una óptima conservación de las carreteras en España, se deben destinar no menos de 500 millones de euros al refuerzo de firmes por parte del Ministerio de Fomento y una cantidad superior a los 550 millones de euros por parte de las comunidades autónomas.

Como sector muy vinculado a la obra pública, el asfalto es uno de los grandes damnificados por “la mala imagen” que se ha querido infundir durante estos últimos años a todo lo relacionado con la construcción, por parte de ámbitos interesados. Así lo confirma Juan Lazcano, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), quien muestra su indignación por el hecho que desde la Administración se hayan decantado por destinar buena parte de sus esfuerzos a sectores como el del automóvil, dejando de lado a un mercado, como es el de la construcción, vital para nuestra economía, como demuestra la fortaleza que sigue teniendo en materia de exportación (España exporta materiales de construcción por valor de 18.000 millones de euros). De hecho, según avisaba Juan Lazcano, “este país no podrá recuperar empleo si no se recupera primeramente la construcción” (el sector ha perdido un 68% de afiliación a la Seguridad Social desde el inicio de la crisis).

Conocida la nueva caída que registran los Presupuestos Generales del Estado para 2014 en inversión en infraestructuras (descenso del 8,6%, que se suma al -13,5% del año 2013, al -28,1% del 2012 y al 35,1% del 2011), desde la CNC se “da por perdido” este 2014. “Sólo nos queda trabajar para el 2015 y, si hubiera algún resquicio para este año, intentar aprovecharlo”, indica Juan Lazcano. Este resquicio podría venir, por ejemplo, por la bajada que está experimentando en los últimos meses la prima de riesgo española y que podría ser aprovechada, entre otras muchas cosas, por un plan de refuerzo de firmes, según la CNC.

Desde la Secretaria de Estado de Infraestructuras su máximo responsable, Manuel Niño, expresa su optimismo ante un posible cambio de tendencia en inversión en carreteras. El Ministerio de Fomento es conocedor de la importancia que tiene conservar en buen estado los cerca de 26.000 km de red viaria que corresponden a la Administración Central y que soporta el 52% del tráfico por carretera en España. De hecho, según afirma Manuel Niño, los 2.153 millones de euros que asignan este año los Presupuestos Generales de Estado a la inversión en carreteras, es una cifra muy similar a la del 2013 si a ésta se le resta los gastos destinados al pago de deudas contraídas anteriormente. Esos 2.153 millones de euros se reparten entre 1.148 millones de euros dedicados a construcción, 818 millones de euros para conservación y 187 millones de euros para convenios firmados con otras administraciones públicas. Y a ellos hay que sumar 550 millones de euros más procedentes de la inversión programada por las concesionarias.

Asefma confía en que la producción de asfalto en España haya tocado fondo en 2013.

Al margen de las partidas presupuestarias, la Secretaría de Estado de Infraestructuras también está trabajando en diferentes medidas que doten de mayor homogeneidad al sistema de contratación, por ejemplo limitando las ‘bajas temerarias’ de 10 a 5 puntos, evitando la revisión de precios durante el desarrollo de las obras o tomando medidas para hacer cumplir los plazos de ejecucióncomprometidos inicialmente. Además, se está incidiendo en la forma de acreditación de la solvencia de las empresas que se presentan a concursos o subastas, estando previsto que este tiempo pase de 5 a 10 años.

En definitiva y como señalaba Manuel Niño, las prioridades de la Secretaría de Estado de Infraestructuras pasan ahora por reducir a cero la deuda contraída en el pasado, por invertir en proyectos que sean dinamizadores de la economía y el empleo, y por desarrollar una óptima política de conservación de carreteras en la que no sólo se incluyen los firmes sino también otros elementos claves para la seguridad y la comodidad como pueden ser los túneles, la señalización o los taludes, entre otros.