Inmuebles industriales sostenibles, la asignatura pendiente
De sobra es sabido que los países que mejor resisten las crisis son los más industrializados y que no es el caso de España. De 2008 a nuestros días encontramos zonas industriales deprimidas, con una alta tasa de desocupación y, que día a día, van perdiendo competitividad.
La falta de eficiencia constructiva, en términos de sostenibilidad, es uno de los principales problemas del stock actual del mercado. El gran reto de nuestro dañado sector inmobiliario está en la actualización y optimización de los inmuebles ya construidos. Pero la carencia es todavía más evidente en los edificios de uso industrial.
Certificaciones como Leed o Breeam contemplan diferentes categorías en las que tiene cabida cualquier inmueble y uso. Aunque tan cierto es que no existe una categoría para naves industriales y sí otros usos: comercial, oficinas, viviendas, escuelas/colegios, interiores, urbanismo, etc.
En cualquier caso, más allá de la obtención de la certificación, la adecuación de naves a través de un programa de construcción sostenible va a permitir al propietario disminuir el coste de mantenimiento y aumentar el valor del activo (y su atractivo), además de garantizar un mayor bienestar y seguridad ambiental a sus ocupantes y al entorno que lo rodea.
Las actuaciones básicas en términos de sostenibilidad son:
- Construcción en sitios sostenibles
- Eficiencia en el uso del agua
- Ahorro de energía y preocupación por el medio ambiente
- Uso de materiales y recursos sostenibles
- Innovación en el diseño
- Calidad del ambiente Interior
- Vínculos con el entorno local
No se trata de un argumento comercial ni de una moda pasajera. Éstos son ya, en la actualidad, criterios de elección de inmueble para usuarios e inversores y, lamentablemente, la abundante oferta inmobiliaria no se encuentra, en términos generales, preparada para ofrecerlos a sus clientes