Las ventajas de la electroerosión
El mecanizado por electroerosión (suele denominarse también EDM debido a su acrónimo inglés electrical discharge machining) es un proceso de mecanizado no convencional, basado en la eliminación de material mediante una serie de descargas eléctricas repetitivas (generalmente producidas por generadores de pulsos eléctricos a pequeños intervalos de tiempo), que tienen lugar entre una herramienta denominada electrodo y la pieza; todo ello en presencia de un fluido dieléctrico. Es un proceso es muy utilizado en un gran número de aplicaciones. La más importante es la fabricación de moldes y matrices, fundamentalmente para sectores como el de la automoción, aeronáutico, electrónico y el de juguetería
En la electroerosión por penetración el control numérico (CN) es un sistema de fabricación capaz de controlar todas las acciones de una máquina a través de informaciones de tipo numérico y que pueden introducirse de forma manual o bien mediante un programa. La tecnología del control numérico ha progresado de forma significativa en los últimos años, pudiéndose programar las máquinas más actuales de control numérico con un lenguaje fácil de entender y, a menudo, conversacional.
Una de las partes más importantes del equipo de electroerosión es la que se refiere al generador de potencia. El mecanizado por electroerosión es llevado a cabo mediante la aplicación de una diferencia de potencial entre el electrodo y la pieza, y la generación de una descarga en forma de pulso en el gap, a través del sistema de encendido de alta frecuencia de un transistor de potencia existente en el circuito principal. La duración de cada pulso es relativamente pequeña (del orden de ms), ya que pueden llegar a producirse del orden de hasta varias decenas de miles de pulsos en un segundo con el uso de los generadores de potencia transistorizados. Además, la operación de generación de dichos pulsos resulta muy estable porque el circuito oscilador utiliza a su vez circuitos integrados.
Básicamente, un generador de potencia está compuesto, comúnmente, por un circuito de rectificación, un sistema de encendido y apagado transistorizado de alta frecuencia, un circuito resistivo limitador y un circuito oscilante.
Esta limpieza se realiza por medio del fluido dieléctrico y, por lo tanto, éste debe ser capaz de fluir a través de la zona de trabajo del gap, evacuando las partículas electroerosionadas durante el proceso.
También es importante el acabado superficial de la pieza. La integridad superficial es una característica inherente a la superficie de cualquier material que se obtiene mediante un proceso de mecanizado; es decir, tiene que ver con la especificación y la fabricación de superficies perfectas (esto es, sin ningún tipo de daño superficial) o de mejor calidad a través del control de las numerosas y posibles alteraciones producidas en la capa superficial durante el proceso de mecanizado. Dichas alteraciones o cambios en la superficie pueden ser de tipo mecánico (tales como deformación plástica, variaciones en la dureza y grietas, entre otros), metalúrgico (tales como transformaciones de fase, defectos superficiales tipo macla, recristalización, martensita sin revenir o sobrerevenida, entre otros), químico (tales como corrosión localizada, ataques intergranulares y fragilización, entre otros), térmico (tales como la zona afectada térmicamente y material refundido o resolidificado, entre otros) y de tipo eléctrico (tales como cambios en la conductividad o en las propiedades magnéticas, entre otros).
La integridad superficial se logra mediante la adecuada selección y control del proceso de fabricación,
Además de la electroerosión por penetración existen la electroerosión de corte por hilo, basado en la utilización de un electrodo en forma de hilo o alambre que atraviesa la pieza y cuyo movimiento puede controlase de una forma muy precisa mediante un sistema de control numérico.
Una de las ventajas de este proceso es que se puede mecanizar de forma muy precisa prácticamente cualquier tipo de contorno ya que, como no existe contacto entre el electrodo y la pieza, se elimina la posible distorsión mecánica. También se pueden mecanizar un elevado número de piezas a un coste menor con respecto a los procesos de mecanizado convencional, evitándose además a menudo la necesidad de procesos de mecanizado posteriores tales como el rectificado u otro tipo de procesos de acabado.