Entrevista a Francisco Carvajal Almansa, presidente de la Asociación Española de Greenkeepers (AEdG)
21 de diciembre de 2011
¿Qué nivel de reconocimiento ha alcanzado la profesión de greenkeeper en España?
El nivel es superior año a año gracias a la organización de actividades como congresos, publicación de libros, talleres de trabajo en diferentes delegaciones, etc. Esto hace que el sector sea cada vez más profesional y eso beneficia a todas las instalaciones.
¿Cómo está el sector en España comparativamente con otras regiones del mundo?
Países como EE UU suponen el techo en esta profesión, en primer lugar por los años de experiencia y el número de asociados (equivale a 40 países como el nuestro) y en segundo lugar por el grado de empuje que tienen los asociados y los técnicos por parte del Estado para realizar investigaciones y ensayos, lo que es muy importante para mejorar el nivel formativo. De todas formas, en el marco europeo sí puedo decir que estamos en cabeza en lo que se refiere a formación y nivel de los asociados.
Durante los años de bonanza, España fue un referente mundial, por volumen, en la construcción de nuevos campos deportivos de césped (golf, fútbol, etc.). ¿Llevó esto consigo la gran eclosión del greenkeeper?
Fue sin duda una época importante porque pasamos de tener pocos campos de golf a contar con un número más que aceptable de ellos, aunque aún haya países como Francia que todavía tienen muchas más instalaciones de este tipo que nosotros. Ha ocurrido lo mismo en campos de fútbol, donde la aparición de profesionales como Paul Burgess (greenkeeper del Real Madrid) nos ha puesto en el candelero.
Todos estos terrenos de juego requieren un buen mantenimiento del césped. ¿Se está trabajando bien en este aspecto? ¿Se puede decir que somos un país avanzado en cuanto a la aplicación de nuevas técnicas o nuevos equipos en el mantenimiento de estos campos?
Indudablemente sí. No hay más que ver el estado actual de muchos campos de golf y de fútbol para comprender que se ha mejorado en el nivel formativo de los profesionales y en el uso de herramientas que se usan en estas instalaciones. Por ejemplo, ya hay muchos campos de fútbol en España que emplean luces artificiales para el crecimiento del césped, ventiladores para mejorar la circulación del aire, drenajes avanzados, etc.
En un escenario de crisis como el que vivimos, ¿cómo puede contribuir un 'greenkeeper' a ganar en eficiencia y sostenibilidad, así como a reducir los costes?
En momentos difíciles, cuando más aprieta el presupuesto, se enciende la bombilla de la imaginación, que es fundamental para sustituir lo que antes se hacía con inversión. Los campos deportivos tenemos que seguir mostrándolos de la mejor manera posible y para ello hay que improvisar.
¿En qué medida está afectando la crisis al mantenimiento de los campos de césped? ¿Se están echando a perder muchos de ellos por falta de liquidez?
Como en todos los sectores, la crisis ha reducido los presupuestos y las plantillas de todos los campos. Creo que las instalaciones con socios están manejando mejor este ciclo económico tan negativo porque el porcentaje de jugadores es casi el mismo. El problema lo tienen los campos que centran sus ventas en ocupación hotelera o simplemente en ventas de salidas, ya que éstos han bajado los ingresos. Por tanto se tienen que amoldar a los nuevos tiempos.
¿Representa la climatología el gran factor diferencial de la labor del 'greenkeeper' español respecto al de otras regiones?
Por supuesto. No es lo mismo regar durante muchos meses del año con aguas de mala calidad que hacerlo con aguas de mayor calidad, como no es igual trabajar en zonas con baja pluviometría a hacerlo en otras regiones donde llueve con frecuencia.
¿Cuáles definiría Ud. como los principales desafíos técnicos a los que tiene que enfrentarse hoy un greenkeeper español?
El gran problema es la calidad de las aguas y en segundo lugar, la prohibición por parte de la Comunidad Europea de cada año mayor número de productos fitosanitarios con los que podríamos controlar plagas y hierbas de difícil erradicación.
¿Sigue ganando terreno en los campos deportivos (sobre todo de fútbol) el césped artificial al natural?
El césped artificial tiene su público, que es fundamentalmente el de las escuelas deportivas de muchos ayuntamientos, donde el uso continuo del mismo hace que sea beneficiosa su implantación. Es el caso de un campo que comience su actividad a las 16 h y acabe a las 22 h todos los días. El problema del césped artificial es que los políticos de turno no han contado toda la verdad a los contribuyentes. El césped artificial necesita mantenimiento y también la misma cantidad de agua que el natural. Por no hablar del elevadísimo coste inicial. ¿Saben los ayuntamientos que ponen estas superficies que a los 10 años hay que sustituirla? En estos tiempos que se habla de tanta sostenibilidad, no me cabe duda, prefiero una hectárea de césped natural que produce oxígeno a una hectárea de plástico y cemento. Ya veremos si las administraciones tienen dinero cuando haya que cambiar tantas superficies. Un césped natural bien gestionado supone una mejor inversión que uno artificial, siempre haciendo una comparativa a 10 años.
Hasta hace poco, era habitual ver campos de fútbol de primera división impracticables, bien porque se convertían en lodazales cuando llovía, bien porque se levantaba continuamente el césped. Esto hoy es muy difícil de ver, los campos son alfombras verdes, drenan grandes volúmenes de agua… ¿Se debe esto en buena parte a la mano del 'greenkeeper'?
La profesionalización del sector ha hecho que esto sea posible, si bien es cierto que ahora los equipos también se gastan mucho dinero en grandes fichajes y quieren contar con la mejor pradera posible para evitar lesiones. El conjunto de ambas cuestiones han dado como resultado la mejoría de las instalaciones.
Precisamente, una delegación de la AEdG ha visitado hace unos meses el Emirates Stadium de Londres. ¿Qué ha sido lo que más les ha impresionado de su recorrido?
Indudablemente, el estado de perfección de la pradera cespitosa, pero también el nivel de importancia que tiene el profesional del campo en el organigrama del club. Para tener unas buenas instalaciones es fundamental tener conocimientos pero también tener personal, presupuesto y maquinaria.
¿Supone este estadio londinense un ejemplo de innovación?
Sin duda, en buena parte porque cuando se estaba diseñando este estadio se tuvieron en cuenta las necesidades del profesional que lo iba a llevar, como la luz natural que entra por los cuatro saques de esquinas, los enganches de luz a pie de campo para las lámparas artificiales, la construcción de los drenajes, la oficina de trabajo, la nave de mantenimiento. Todo se contempló, hasta el más insignificante de los detalles.
Aprovecho para profundizar en algunos detalles de la AEdG. ¿Cuándo se creó la asociación y con cuántos miembros cuenta?
La idea surgió en el año 1975, nos empezamos a reunir en 1978, y en el año 1982 se constituyó legalmente mediante inscripción en el Registro Nacional de Asociaciones.
En la actualidad, tenemos cerca de 400 asociados y aproximadamente 50 casas comerciales asociadas.
¿Qué nivel de representatividad tienen del sector?
En el caso de los socios particulares, contamos con 'greenkeepers', asistentes, estudiantes y comerciales de empresas del sector. En cuanto a las empresas, están representados los sectores de maquinaria, riego, semillas y tepes, abonos, fertilizantes y fitosanitarios, áridos, construcción y mantenimiento, equipamiento laboral y accesorios.
¿Cuáles son los principales servicios que ofrecen a los asociados?
Es larga la lista de servicios que ofrecemos, destacando entre otros, la suscripción a nuestra revista trimestral 'Greenkeepers', acceso a nuestra web con ofertas de empleo, formación, foro, novedades, etc., cuenta de correo electrónico, ventajas económicas en los congresos y en publicidad, convenios con la UGA y el TGIF, entrega de nuestra agenda anual, así como acuerdos de colaboración con distintas empresas con ventajas para los socios.
Recientemente han celebrado en Elche su 33° Congreso. ¿Qué balance hacen de este encuentro?
Como siempre, ha sido un buen momento para intercambiar opiniones, estrategias de trabajo y adquirir información de los ponentes que imparten sus conocimientos. En estos tiempos que corren no nos cabe duda que apostaremos por mejorar más si cabe el nivel de los congresos, ponentes y en definitiva, de los asociados.
Y por último, ¿cómo cree que va a evolucionar la actividad del 'greenkeeper' a corto-medio plazo?
Creo que pasará a formar parte importante de la estructura empresarial donde desarrolla su trabajo, bien en campos de golf o en campos de fútbol. Tarde o temprano, estaremos en el mismo nivel que otros países donde el greenkeeper es una pieza fundamental en todas las empresas donde desarrolla su trabajo.