El sensor, la clave del control de iluminación
El control de la iluminación es cada vez más imprescindibles principalmente por 3 factores: ahorro energético, minimizar gastos y la necesidad de respetar los ritmos biológicos. Para conseguir la mayor eficacia lumínica es imprescindible tener en cuenta variables como movimiento, luminosidad, calidad del aire, temperatura… por lo que los sensores se han convertido en un actor clave para los sistemas de control de la iluminación.
Según expertos del grupo de iluminación Prilux, se pueden diferenciar diferentes tipos de sensores:
- Sensor de detección de ocupación
El uso de detectores de movimiento garantiza la activación de la luz cuando es realmente necesario. En esta línea, existen varios tipos de sensores en función del tipo instalación, su aplicación o la tecnología utilizada. “Para la elección del dispositivo apropiado tendremos que tener en cuenta la suma de todas estas variables: tipo de instalación (techo o pared, empotrado o adosado, interior o exterior), aplicación (pasillos, zonas de paso, aseos…; aulas, despachos…; entornos industriales; parkings…) y tecnología (PIR -Infrarrojo Pasivo-, ultrasonidos o microondas)”, aconseja Óscar Fañanás Mata, Responsable de Sistemas de Control del Grupo Prilux
- Sensor de regulación automática en función de la luz natural
En espacios con luz natural (por ventanas o lucernarios) hay momentos en los que es necesario luz eléctrica. Una forma efectiva de mantener un nivel de iluminación contante es instalando fotocélulas y configurando un sistema de control para conservar el nivel prefijado, teniendo en cuenta tanto la luz artificial como la natural. Estos sensores pueden ser de funcionamiento autónomo o servir como indicadores de medida y a través del sistema de control configurar las pautas de funcionamiento, pudiendo ser fijas a lo largo del día o variables en función de los criterios de uso de la instalación o de un horario.
“La normativa reguladora, el CTE Documento Básico HE3 en su apartado 2.3.b) es claro: ‘se instalarán sistemas de aprovechamiento de la luz natural, que regulen proporcionalmente y de manera automática por sensor de luminosidad el nivel de iluminación en función del aporte de luz natural de las luminarias de las habitaciones de menos de 6 metros de profundidad y en las dos primeras líneas paralelas de luminarias situadas a una distancia inferior a 5 metros de la ventana’. Para hacernos una idea, en una oficina con 3 líneas de luminarias paralelas a la ventana, con aporte de luz natural en un día soleado, probablemente la primera línea estará apagada, la segunda al 30% de flujo y la tercera al 60%. De esta manera en el plano de trabajo tendremos un nivel homogéneo, en el caso de una oficina, rondando los 500lx”, explica Fañanás Mata.
- Sensor de cambio de temperatura
Existe toda una corriente de estudio y desarrollo de fuentes de luz y sistemas de control orientados al ser humano, Human Centric Lighting (HCL), poniendo el foco en cómo la luz afecta a nuestra salud, rendimiento, estado de ánimo o sencillamente al confort que nos aporta. “La combinación de una fuente de luz de temperatura de color variable con un sistema de control para gestionar ese cambio aparece como recurso para aprovechar la oportunidad de crear luz saludable. Hoy podemos emular las distintas formas en las que recibimos la luz natural en cada momento y minimizar el impacto ante la ausencia de esta”, asegura el experto.
- Sensores de telecontrol y telegestión
“La posibilidad de interconectar sensores y detectores está abriendo un mundo de posibilidades. La cantidad de información que podemos recopilar, tanto en local como en remoto, nos permite ajustar el funcionamiento de cada luminaria a tiempo real y teniendo en cuenta multitud de factores como la ocupación, el nivel de luz natural en ese momento o la hora del día. Así combinando estas variables ajustaremos la activación, el flujo deseado y con la temperatura de color más apropiada”, afirman desde Prilux.
Estas son algunas claves a la hora de proyectar e implementar sistemas de control de iluminación. Con una red de detectores apropiados y con luminarias regulables en flujo y en temperatura de color estando todos ellos interconectados convertiremos el sistema de alumbrado en inteligente.