La presencia holandesa en la horticultura china
La Historia reciente de la Horticultura china comienza en 1978, cuando se inicia el proceso de reformas económicas que termina con el sistema de agricultura colectivizada imperante hasta ese momento. Hasta entonces, la producción, distribución y comercialización de hortalizas y frutas eran parte de un sistema de planificación centralizada.
Parte I Proceso de desarrollo hortícola en China
La Historia reciente de la Horticultura china comienza en 1978, cuando se inicia el proceso de reformas económicas que termina con el sistema de agricultura colectivizada imperante hasta ese momento. Hasta entonces, la producción, distribución y comercialización de hortalizas y frutas eran parte de un sistema de planificación centralizada. Empresas hortícolas estatales y cooperativas distribuidoras y comercializadoras semiestatales eran los únicos participantes legales en la cadena de abastecimiento china. A comienzos de la década de los noventa del siglo pasado, todas estas empresas estatales habían sido reemplazadas por comerciantes privados.
El crecimiento de las superficies productivas y de la producción hortícola en todos estos años ha sido espectacular. En 1980 se producían 80 millones de toneladas sobre 3 millones de hectáreas. Veinte años más tarde estas cifras habían pasado a ser, respectivamente, 400 millones de toneladas y 15 millones de hectáreas. La superficie de invernaderos ha pasado de 7.000 a 1,7 millones de hectáreas. El número de especies hortícolas cultivadas también se ha multiplicado a partir de sólo un puñado de las mismas que se producían en tiempos de la agricultura colectivizada.
Pese a los incrementos de producción, las cantidades exportadas signfican actualmente apenas un 1% del total producido. Pero a la vista de las magnitudes que se manejan, ese 1% representa 5 millones de toneladas, lo que convierte a China en uno de los primeros exportadores hortícolas mundiales. Las especies de más importancia en la exportación son ajos, cebollas, judías y champiñones.
La competitividad china en los mercados internacionales se basa en los bajos costos de producción, en especial de la mano de obra. Observando un ejemplo extremo, los precios al productor de los tomates en China andan por el 2,5 % de los correspondientes en Japón. Como una regla general, se establece que a más intensiva en mano de obra es la producción de una especie, mayor es la ventaja comparativa del productor chino. No obstante, se debe tener en cuenta que el fuerte crecimiento económico está haciendo ascender rápidamente los costos de la mano de obra, especialmente en las inmediaciones de las grandes ciudades.
La lectura de este extraordinario desarrollo hortícola, que detona al cerrarse la Revolución Cultural china para dar paso a la presente etapa de pragmatismo económico y que es paralelo al de otros sectores de la economía, ha llevado a instituciones y empresas extranjeras a embarcarse en numerosos proyectos comerciales y de colaboración en y con la República Popular. Los Países Bajos, generadores de una gran base tecnológica hortícola, han estado llevando en los últimos años una acción coordinada a los efectos de introducir su tecnología en el gigante asiático.
Por otra parte, dados los innegables éxitos de la horticultura holandesa, no es sorprendente que los agricultores y las autoridades chinas, por su parte, busquen apoyarse en el “know how” holandés para tecnificar su horticultura. La horticultura holandesa se caracteriza por una remarcable coordinación entre conocimiento, producción y mercado, siendo esta coordinación tal vez el factor más importante de su éxito.
La estructura de la transferencia tecnológica se basa en la premisa que la horticultura china - o mejor dicho, las horticulturas, un punto sobre el cual se insiste luego – pasa a través de fases de desarrollo similares a las que ha dejado atrás la horticultura holandesa en un pasado relativamente reciente, o sea que es susceptible también de progresar de acuerdo con lineamientos similares.
La cesta de hortalizas
El programa llamado “la cesta de hortalizas” fue lanzado en 1988, con el objetivo de terminar con la escasez crónica de verduras que aquejaba a los consumidores chinos. La economía estaba entonces planificada centralmente y la gradual liberalización de los mercados sería el instrumento que permitiría aumentar los volúmenes producidos de forma espectacular. Se levantaron los controles de precios que pesaban sobre las hortalizas y se dio a los agricultores libertad para elegir lo que deseaban cultivar – “sistema de mayor responsabilidad”. Como consecuencia, entre 1988 y 1994 el área sembrada de hortalizas se triplicó y la producción creció un 178%.
La segunda fase del programa (1995-2001) tenía por objetivo el aumentar la variabilidad de la oferta de producto fresco en todas las regiones del país y durante todo el año, especialmente en el norte del país durante el invierno, particularmente desabastecido. Entre 1996 y 2000 se invirtieron 500-600 millones de renminbis (1 RMB equivale a € 0,10) en construir mercados mayoristas por todo el país, facilidades logísticas para trasladar producto de sur a norte y promoviendo el comercio, la transformación y la integración a nivel de empresas rurales.
Además se estableció un fondo de seguros de comercialización destinado a financiar las actividades gubernamentales de apoyo indirecto al productor – pago de intereses de préstamos destinados a la construcción de mercados mayoristas, por ejemplo. El monto de ese fondo corresponde, más o menos, al de los subsisdios que el Estado daba anteriormente a los consumidores.
Esta segunda fase de “la cesta de hortalizas” también se consideró un gran éxito: mediante la construcción de facilidades de almacenamiento y transporte, y también de invernaderos en el norte del país, fue posible transportar rápidamente hortalizas desde el sur al norte y también extender la estación de producción durante los meses fríos, con lo cual se logró abastecer de producto fresco a la población durante todo el año. El número de especies disponibles en las tiendas aumentó de menos de diez a más de cuarenta.
Recientemente se ha lanzado la tercera fase del programa, cuyo objetivo es mejorar la calidad y la seguridad de las hortalizas ofrecidas a unos consumidores crecientemente exigentes en lo que se refiere a estos aspectos. Este objetivo, seguramente mucho más ambicioso que los dos anteriores, debe alcanzarse a través de la implementación de tres programas: la Acción para Productos Agrarios no Contaminados, el Proyecto de Alimentos “Verdes” y el Programa de Desarrollo de Alimentos Orgánicos. Cada uno de estos programas – que no están focalizados estrictamente en hortaliza, pero en los cuáles ellas tienen un papel de importancia - representa un escalón en el nivel de calidad de los alimentos.
El objetivo principal de Programa de Productos no Contaminados es crear un sistema institucional que cubra completamente la supervisión, inspección y control de todo el proceso de producción y comercialzación agrícola, desde el campo hasta el punto de venta, para cubrir objetivos de seguridad alimentaria. De acuerdo con este ambicioso plan, China tendría, en un lapso de cinco años, todos sus alimentos absolutamente seguros y libres de contaminación.
“Alimento Verde” significa, en el “argot” oficial chino, alimentos que cumplen un elevado nivel de estándares de seguridad. Se ha desarrollado un segmento de la industria alimentaria dedicada a la producción de este tipo de alimentos. Actualmente, 1217 empresas producen 2400 tipos distintos de estos alimentos – unos 20 millones de toneladas - , bajo la supervisión del Centro de Desarrollo para la Comida Verde (GFDC), a su vez miemnbro de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM).
Pero los alimentos propiamente ecológicos se producen bajo la certificación del Centro de Desarrollo de Alimentos Orgánicos (OFDC). Al igual que en el caso de los alimentos “verdes”, los estándares de los alimentos ecológicos u orgánicos son etablecidos a nivel ministerial establecidos por la “Administración Estatal para la Protección Medioambiental – SEPA”. El Centro de Desarrollo de Alimentos Orgánicos es el que lleva la certificación, el control de calidad y la cooperación externa con organismos de certificación chinos y extranjeros,m a través de los tres departamentos que lo componen. Hacia fines de 2001 había en el país unas 11.000 ha de producción ecológica certificada y 17.000 más en fase de transición.
Ubicación de la producción
El asombroso desarrollo de la horticultura china, de la mano de los programas de la “cesta”, se ha realizado sobre todo el país. No obstante, la producción está relativamente concentrada en tres zonas del norte, centro y sur del país. La zona sur incluye la provincia de Guandong, particularmente desarrollada por ser el “hinterland” de Hong Kong. En la zona central, alrededor de Shangai, la producción es destinada al consumo regional, mientras que lo producido en la zona norte, que tiene exclentes condiciones naturales y buenas estructuras de producción y comercialización, se exporta a otras regiones en importante proporción. Las principales provincias productoras, Shandong y Hebei (72,6 y 44,5 millones de toneladas en 2000), se encuentran en esta región.
Además, se han establecido las llamadas “bases de producción hortícola”, que hacen uso de particulares ventajas climáticas o de ubicación para extender sus calendarios de producción. Algunas están localizadas dentro de las áreas anteriores, y otras, no. Cada una tiene sus productos característicos, y complementan a la infraestructura de comercialización en la labor de suministrar a los consumidores una amplia variedad de hortalizas durante la mayor parte del año.
Durante los años de la economía centralizada, la política productiva podía resumirse en la frase “producir en el lugar, consumir en el lugar”, lo que determinó que prácticamente todas las hortalizas consumidas por la población urbana eran producidas en los suburbios. Esto condujo a grandes ineficiencias económicas – la proximidad al consumo es un factor ventajoso entre muchos, y no siempre el más importante -, que han sido corregidas por las reformas descritas. La producción hortícola ha desaparecido de los bordes urbanos, salvo por la presencia de algunas hortalzias de hoja.
La tecnología
La masiva introducción del invernadero es seguramento el suceso tecnológico más importante ocurrido en la horticultura china en los últimos años. La superficie protegida saltó de 7.200 ha en 1980 a 1.700.000 en 2000, y continúa creciendo. Esto ha permitido obtener un suministro equilibrado de hortaliza durante todo el año.
Los rendimientos promedio obtenidos, no obstante, son inferiores a los de otros grandes productores hortícolas, lo que indica que la tecnología utilizada es aun susceptible de ser mejorada.
Rendimientos de producción de hortalizas(t/ha)
China Países Bajos España Japón
1980 14,4 40,7 18,8 28
1985 16,0 44,4 44,4 28
1990 17,7 53,2 53,2 27
1995 18,8 50,9 50,9 28
1999 16,9 54,9 54,9 27
Fuente: FAO, citada por L. Yuman et al.
Camino hecho y por hacer: la comercialización
Las reformas comerciales de la horticultura china a fines de la década de 1980 fueron el paso inicial y determinante del crecimiento que surge en los años subsiguientes. Antes de esas reformas, la comercialización hortícola se llevaba a acabo de acuerdo con un estricto plan de selección de cultivos, de variedades y de ubicación espacial de la producción y del consumo. La totalidad de la producción era adquirida y la totalidad vendida a través de los canales oficiales, al menos en teoría. Los precios al productor eran fijados administrativamente y el producto alcanzaba al consumidor fuertemente subsidiado. Este sistema, enormemente costoso para los ayuntamientos, responsables del abastecimiento a la población, no era tampoco efectivo: el desabastecimiento era crónico y nunca pudo ser solucionado satisfactoriamente.
A partir de las reformas se comenzaron a reducir los subsidios al consumo y las estructuras centralizadas desaparecieron o evolucionaron hacia formas comerciales independientes. En la medida que esas estructuras desaparecían, iban siendo sustituídas por mercados centrales y callejeros. A fines de 1998 existían unos 26.000 mercados agrarios de todo tipo en todo el país, 4.000 de ellos relativamente grandes y la mayoría dedicados al comercio de productos vegetales. En 1984 se estableció el primer mercado en origen; el mercado mayorista es la estructura clave en la comercialización agraria y hortícola china. Se estima que el 30% de las hortalizas consumidas en China y el 40% de la fruta se comercializan a través de mercados mayoristas; en zonas urbanas esta proporción es aun mayor. Sumando a los anteriores los mercados callejeros, se llega al 95% de la comercialización de productos hortícolas.
Es de señalar que estas cifras, que indican que el sistema se encuentra en un estado inicial de desarrollo, son de fines de la década de los noventa del siglo pasado. Ellas indican que la concentración es escasa, la mayor parte de los comercializadores lo son de volúmenes relativamente pequeños, y una buena parte de lo producido es traído al mercado directamente por los agricultores. Servicios accesorios y especializados tienen escaso desarrollo. Por otra parte, las pérdidas poscosecha son muy grandes, estimándose en un 30% de lo producido anualmente.
Parte II Aprender unos de otros
El desarrollo hortícola en los Países Bajos
Las premisas de la presencia holandesa en la horticultura china se basan, como se ha señalado, en establecer un paralelo entre las fases de desarrollo de ambos sistemas productivos y comerciales.
Considerando el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, desde 1945 hasta 2000, la horticultura de los Países Bajos ha pasado por las siguientes cuatro etapas:
a) reconstrucción (1945-1965)
b) mecanización, disminución de costos laborales (1965-1980)
c) aplicación de tecnología informática (1980-1993)
d) paso a una economía llevada por la demanda (1993-2000)
Durante la reconstrucción, la atención se centra en problemas de fertilidad de suelo, sanidad vegetal y mejoramiento varietal. Las camas de cultivo son totalmente sustituídas por invernaderos, lo que incrementa significativamente la productividad de la mano de obra, y la investigación y el desarrollo se centran en la resolución de problemas individuales de los productores.
Entre 1965 y 1980 se progresa en sistemas de calefacción de invernaderos, control climático y material vegetal. El paso a usar gas natural como combustible y la automatización del control climático y de la cosecha y clasificación permiten seguir aumentando la productividad de la mano de obra, mientras que la apertura de los mercados europeos dá un gran impulso a las exportaciones. La colaboración entre producción, Estado y el sistema de obtención de conocimiento impulsa este proceso.
La tecnología informática se introduce en el campo entre 1980 y 1993. El ordenador personal permite la aplicación y control de más tecnologías novedosas, como el riego localizado, el cultivo en sustrato y la fertilización con CO2. De importancia cardinal en esta etapa es la apluicación de la ingeniería de sistemas para resolver la producción bajo invernadero. Con la colaboración de las subastas, se desarrollan lineamientos para la producción responsable del punto de vista medioambiental.
En el período 1993-2000, los sistemas de generación y difusión de conocimiento y el sistema de comercialización se vieron sometidos a cambios radicales. Tanto la investigación como la extensión fueron privatizados y comenzaron a trabajar sobre una base contractual. El sector toma la iniciative en coordinar la investigación para poder traducir los problemas de los productores en temas de investigación concretos y negocia contratos con instituciones de investigacion. Se produce una notable interconexión entre conocimiento, producción y comercialización, y la demanda se convierte en el motor que determina no solo ya las cantidades, sino también las calidades a producir.
Estableciendo un paralelo
La horticultura de la República Popular China, como la de todos los países, no presenta una situación homogénea. Los desarrollos han sido asimétricos, dadas las enormes dimensiones del país, la diversidad de condiciones agroecológicas, la celeridad en adaptarse al cambio... A los efectos de simplificar las comparaciones, se habla de una horticultura “tradicional” y de una agricultura “industrial. Como en tantos otros sitios.
Una misión holandesa que visita China en 2000 caracteriza a la horticultura china tradicional como disponiendo de una base productiva de las siguientes características: utiliza invernaderos de diseño local, dispone de un “know-how” de técnicas productivas aceptable, se han completado las redes de drenaje y de caminos principales, se dispone de información sobre tipos de suelos y resultados de sus análisis y precipitaciones, encontrándose la investigación en una fase de estudio de nuevas variedades. Éste último punto es objeto de especial atención, pero aspectos fitosanitarios representan un importante freno a algunas producciones.
Por otra parte, aspectos como mecanización, uso de informática o integración comercial o productiva estaban prácticamente ausentes. En base a estas informaciones, los investigadores holandeses adjudican a este tipo de horticultura un grado de desarrollo similar al de la holandesa de fines del período de reconstrucción, hacia 1960. En esa fecha, en Holanda se trabajaba en base a identificar problemas y resolverlos mediante una estrecha cooperación entre investigación, extensión y producción; los llamados “grupos interesados” (“stakeholders”) del proceso.
La misma misión toma contacto con la zona hortícola de los alrededores de Shangai, a la que define como “horticultura industrial.” Allí se encuentran con que se experimenta ampliamente con invernaderos de fabricación extranjera – que son libremente copiados por constructores locales -, que la fertilización mediante CO2 y el uso de sustratos son demasiado caros y que no se dispone de un sistema de control de la producción. El estado de desarrollo se asemeja al que tenía la producción holandesa de los años ochenta, cuando estaba frente a un fuerte tirón de la demanda pero aun no se usaban sustratos, ni fertilización de CO2, y no existía un control de la producción. En esta etapa se combinaban los intereses gubernamentales, de los invetigadores y de los fabricantes de insumos.
Especialmente éstos últimos se incorporaron al sistema con un fuerte interés en la industrialización del mismo. Viveristas, constructores de invernaderos y empresas que ofrecían soluciones de mecanización se convirtieron en los principales aplicadores de los resultados de la investigación. Los incorporaron a sus productos y así los diseminaron entre los productores. La horticultura industrial china se encuentra a las puertas de esta etapa, en la que investigadores y fabricantes de equipos deberían estar estrechando filas.
La horticultura de China está, por otra parte, en el umbral de hacer sentir su peso en los mercados mundiales. Aunque actualmente solo se exporta el 1% de lo producido en volumen, esto alcanza para que sea el quinto exportador mundial de hortalizas, detrás de España, Italia, los EE.UU de América y Holanda. En 2000, las exportaciones de hortalizas frescas y congeladas sumaron 1,7 millones de toneladas. Las principales especies exportadas son ajo, cebolla, judías, champiñones y patatas.
Los mercados hacia los cuales se dirijen principalmente las exportaciones hortícolas chinas son los países asiáticos desarrollados, como Japón, Corea del Sur, Malasia o Singapur, aunque ocasionalmente el producto chino se hace sentir en Europa, pese a la distancia y los costes de transporte – caso de los ajos. La exportación a mercados exigentes cómo esos supone, no obstante, un alto nivel de calidad, que debe aun difundirse en la industria hortícola china.
Las oportunidades para actores extranjeros
El sector hortícola chino ofrece posibilidades comerciales y de inversión de importancia para participantes extranjeros. Holanda ha desarrollado una amplia base de conocimiento, tanto técnico como de gestión, y en las fases hacia las cuales se dirije actualmente China, especialmente los últimos tienen una particular importancia. Existen informes que señalan que la etapa de simplemente vender equipos está quedando atrás; las tecnologías extranjeras deben ser adaptadas a las condiciones locales para que funcionen.
En consecuencia, las empresas exportadoras pueden focalizarse en exportar conocimiento técnico, organizativo e institucional, más que tecnologías consolidadas en equipos aislados. Esto, a su vez, implica una estrecha cooperación con socios públicos y privados en el país; un tipo de cooperación, además, que debe estar hecho a la medida de la etapa de desarrollo en que se encuentran los recipientes, de acuerdo a lo que se explica en el apartado anterior.
La organización de talleres muy dirigidos hacia temáticas y/o sectores específicos, con participación expertos de los dos países y bajo una coordinación firme y experta ha sido un instrumento utilizado por China y Holanda para detectar problemas y oportunidades, y trazar líneas de acción. En este tipo de encuentros es importante que participen organizaciones públicas y privadas de ambas partes – se trata de un ejercicio de mejoramiento y construcción institucional, también -; hay que acortar las distancias entre proveedores y usuarios del conocimiento y mantener el proceso transparente.
Instituciones adecuadas y colaboración entre ellas son tal vez más importantes y en todo caso preceden a la venta de equipos o a la obtención de producto que luego es manejado a través de canales internacionales donde el donante es fuerte. Se puede contar, además, con programas europeos destinados a promover los intercambios de países de la Unión, como los conocidos “Invest”.
Paralelo
Holanda no es el único país europeo que hace sentir su presencia en China a través de su actividad comercial y de transferencia tecnológica. La República Federal de Alemania fue uno de los primeros países que hizo sentir su presencia en el gigante asiático ni bien comenzase en éste el “deshielo ideológico”, a comienzos de la decada de los ochenta. Erwin Reisch, entonces docente de administración de empresas agrarias de la Universidad de Stuttgart-Hohenheim pone en pié los primeros programas de intercambio académico entre la República Federal y la República Popular, por lo cual se le concedió la máxima condecoración otorgada por China a ciudadanos extranjeros, la Medalla de Oro a la Amistad Internacional del Concejo de Estado.
Desde esos encuentros académicos, intercambios de estudiantes, luego misiones comerciales, etc , se han desarrollado actividadesde gran importancia, como la presencia de la Feria Internacional de Pantas de Essen (IPM) en China entre el 1º y el 3 de diciembre de 2005 o la recientemente realizada edición de la feria de construccióbn paisajística GaLaBau en pekín, que atrajo a más de 5.000 visitantes profesionales.