Existe un control relativo sobre insectos como mosca blanca, trips y ácaros con los tratamientos fitosanitarios realizados durante las primeras semanas de cultivo hasta la suelta de enemigos naturales
Experiencias en residuo cero en cultivo de pimiento en la Estación Experimental de Cajamar
La transformación habida en la sociedad, con una cada vez mayor concienciación por el respeto del medio ambiente y la seguridad alimentaria, ha vuelto a motivar el interés por el descubrimiento y la utilización de agentes naturales en la protección de cultivos, muchos de ellos ya empleados en la agricultura tradicional..
Todo ello está motivando un significativo cambio de tendencia entre los consumidores, buscándose la producción de alimentos de calidad reduciendo al máximo los riesgos medioambientales tanto para el productor como para el consumidor final, siendo actualmente la tendencia de los mercados y consumidores demandar productos exentos de residuos de plaguicidas.
Además, en los últimos años las cadenas de supermercados marcan sus preferencias por limitar por debajo de los máximos legales los parámetros sobre residuos de pesticidas, límites muy inferiores a los marcados por la legislación europea.
Como ejemplo, se requiere a los proveedores productos que no superen un 70% o incluso que no se supere un tercio del límite máximo de residuos (LMR) legal, reducciones de los límites de las ARFD (dosis aguda de referencia) o no sobrepasar un número determinado de materias activas.
Por todo ello, se están elaborando diferentes estrategias y desarrollando protocolos de ‘mínimo residuo’ o ‘residuo cero’, donde se definen técnicas de cultivo y métodos de gestión integrada de plagas y enfermedades que limitan o reducen el uso de plaguicidas durante el ciclo del cultivo, de forma que la presencia de residuos fitosanitarios en las frutas y hortalizas sea mínima.
En este contexto se observan diferentes formas de trabajar. La primera de ellas es mediante el planteamiento de estrategias de gestión integrada de plagas utilizando productos biológicos, extractos vegetales y/o microbiológicos, sin el empleo de moléculas químicas de síntesis, de manera similar a como se trabaja en producción ecológica. Otra forma remite al empleo de productos fitosanitarios en los periodos de desarrollo de los cultivos más alejados de la recolección, como pueden ser en las primeras fases de cultivo, que suelen coincidir en nuestras latitudes con los periodos más críticos para la correcta instalación de los enemigos de control biológico, asegurándose una correcta degradación de los componentes activos empleados a la hora de recolectar los primeros frutos, o bien si hay que recurrir a tratamientos fitosanitarios ya con cultivo desarrollado, usando productos sin residuos o fitosanitarios con buenos perfiles de degradación y bajos plazos de seguridad.
En la Estación Experimental de Cajamar ‘Las Palmerillas’, dentro de las líneas de trabajo de área de Agrosostenibilidad, se están realizando trabajos de implementación de técnicas de cultivo y estrategias de control integrada de plagas, ensayos de variedades, etc. desde hace más de 30 años, desarrollando las últimas campañas agrícolas entre otros trabajos la puesta a punto de nuevas estrategias de gestión integrada de plagas, donde tiene una gran importancia el control biológico de plagas y, sobre todo en los últimos años, el desarrollo de protocolos de trabajo que compatibilizan todas las medidas de las gestión integrada con la obtención de productos con residuo mínimo.
Entre los diferentes trabajos realizados con los cultivos hortícolas más importantes y colaborando con diferentes empresas del sector, podríamos destacar algunos.
Descripción de los ensayos realizados
- Control de plagas y enfermedades en pimiento mediante un protocolo de trabajo de mínimo residuo (Certis). Se persigue evaluar diferentes estrategias de trabajo para la gestión integrada de plagas y enfermedades mediante la reducción de residuos de plaguicidas en diferentes tipologías de pimiento (california, sweet bite).
- Evaluación de la técnica de confusión sexual en un cultivo de pimiento para el control de Spodoptera exigua (CBC Ibérica). El método de confusión sexual se basa en la identificación y síntesis artificial de las feromonas naturales que producen las hembras de los lepidópteros adultos para atraer a los machos durante la fase de apareamiento. Una vez obtenidos estos compuestos se colocan en el interior de unos difusores que se emplazan en el campo, de manera que se produce la liberación de la feromona en el ambiente en cantidad suficiente para saturar el sistema olfativo de los machos lo que dificulta, impide o retarda el apareamiento, con la consiguiente reducción de natalidad de larvas, responsables del daño a los cultivos.
- Desarrollo de protocolos de mínimo residuo para el control de plagas y enfermedades de diferentes cultivos hortícolas.
- Control de plagas y enfermedades en un cultivo de tomate mediante un protocolo de trabajo de residuo cero, con diferentes empresas (en colaboración con Agrométodos y Atlántica Agrícola).
- Control de plagas y enfermedades en tomate, en especial control de oídio mediante el empleo de fitovacunas vegetales (Lida Cappa Ecosystems).
- Control de plagas y enfermedades en calabacín, en especial control de oídio mediante un programa de bioplaguicidas de Atlántica Agrícola (Residuos Cero).
- Evaluación de un nematicida biológico (Seipasa).
- Evaluación de la técnica de confusión sexual en un cultivo de tomate para el control de Tuta absoluta (en colaboración con CBC Ibérica).
Resultados
Centrándonos en las plagas que afectan al cultivo de pimiento, actualmente existe un control relativo sobre insectos como mosca blanca, trips y ácaros con los tratamientos fitosanitarios realizados durante las primeras semanas de cultivo hasta la suelta de enemigos naturales, y con el posterior establecimiento de los organismos de control biológico compatibilizándolo con empleos de sustancias respetuosas (mínimo residuo).
Como ejemplo, en la siguiente figura se puede observar la evolución de swirskii, orius y trips en un cultivo de pimiento manejado mediante estrategia de mínimo residuo, compatibilizando los tratamientos fitosanitarios con la suelta de enemigos naturales.
Evolución semanal de Frankiniella occidentalis, Orius laevigatus (individuos por flor) y Amblyseius swirkii a lo largo del ciclo de cultivo.
La aparición de plagas consideradas como secundarias, cuyo auge está provocando ciertos problemas en el cultivo de pimiento y son difíciles de controlar bajo manejo convencional, como diferentes especies de pulgones o más recientemente chinches como Creontiades pallidus o cochinillas algodonosas, actualmente son bastante más difíciles de controlar mediante estrategias de residuo mínimo.
Para pulgones es muy importante establecer en gran cantidad diferentes organismos de control biológico, ayudándonos del empleo de amplias superficies y variedad de plantas reservorio para un correcto establecimiento de la fauna auxiliar, así como la detección precoz mediante observaciones y conteos de los primeros vuelos de pulgones, estando atentos en los periodos de mayor incidencia de esta plaga.
Creontiades pallidus, chinches cuyos individuos adultos de esta especie son alargados de color verde o pardo-verdoso, de entre 0,8 y 1 cm de longitud y provistos de largas antenas, que suelen moverse en las flores y partes jóvenes de la planta. Se alimenta de pequeños insectos como mosca blanca y otros insectos chupadores, pero en ausencia de presa y si su población crece demasiado, pasa a alimentarse de los fluidos vegetales, siendo esa capacidad la que determina su actuación como plaga en determinados cultivos, principalmente en pimiento y berenjena.
Actualmente no se conocen insectos auxiliares para el control de esta plaga, existiendo pocas materias activas para su control, por lo que las medidas preventivas son de gran importancia: colocar mallas (mínimo 10x20 hilos/cm2) en las aberturas laterales, cenitales y puertas, y vigilar y controlar el estado de las mismas, sobre todo de las que coinciden con la dirección de los vientos dominantes; eliminar malas hierbas y restos de cultivo; usar trampas cromotrópicas adhesivas amarillas desde el inicio del cultivo para captura masiva de mosca blanca; o favorecer la instalación temprana y la proliferación de poblaciones de insectos auxiliares para mantener niveles bajos de mosca blanca, principal alimento del chinche, racionalizando el uso de productos fitosanitarios compatibles.
En cuanto a enfermedades, mediante estrategias de residuo mínimo quizás las más complicadas de manejar son Botrytis cinérea, pero sobretodo oídio. Actualmente existen diferentes sustancias que nos ayudan a prevenir la presencia de la enfermedad mediante sustancias elicitoras, que minimizan y retrasan la aparición y virulencia de la enfermedad; productos microbiológicos basados en Bacillus; biofungicidas como carbonato de hidrógeno de potasio; y sustancias minerales como azufre, compatibilizándolo con un adecuado manejo del clima para intentar mantener nuestros cultivos en regímenes de temperatura y humedad menos propensos a la presencia de enfermedad.
En definitiva, es factible producir diferentes especies hortícolas con un uso racional de materias activas para obtener productos con un nivel de mínimo de residuos. Hay que seguir trabajando para poder desarrollar estrategias para la obtención de productos agrícolas con residuo cero obtenidos bajo protocolos de producción integrada.
Foto detalle de cultivo y muestras de fruto de una parcela con manejo residuo cero.
Referencia bibliográfica
Creontiades pallidus. Ficha de transferencia número 8. Fundación Cajamar. F. Sola. 2015.