Posición de Aepla ante las conclusiones de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer
‘Las conclusiones emitidas por la IARC contradicen los más sólidos y estrictos sistemas regulatorios a nivel mundial, entre los que se encuentran el europeo y el estadounidense, bajo los cuales los productos destinados a proteger los cultivos, son revisados de manera exhaustiva tras ensayos plurianuales que confirman que sustancias activas como el glifosato y el malation no presentan riesgos cancerígenos para los humanos. Del informe publicado se puede afirmar que el organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud, ha emitido sus conclusiones como resultado de una revisión de datos incompleta omitiendo evidencias clave.
La clasificación está basada en propiedades intrínsecas de las sustancias activas y limitadas evidencias epidemiológicas. Cuando se contemplan todas las evidencias y los escenarios reales de uso, no hay certezas científicas que confirmen que esos productos puedan causar cáncer. Este hecho ya ha sido claramente demostrado por diversos estudios llevados a cabo sobre la salud de los agricultores, sin duda el colectivo más expuesto a los productos fitosanitarios al trabajar diaria y directamente en contacto con ellos. Curiosamente, se ha confirmado que son ellos los que cuentan con una esperanza de vida superior y gozan de una mejor salud que el resto de la población, la incidencia y mortalidad causada por esta enfermedad es inferior en las poblaciones agrícolas que en el resto de la sociedad en todo tipo de cáncer, incluido el de piel.
La industria fitosanitaria continuará trabajando con nuestros legisladores para asegurar que cada producto fitosanitario aprobado supera los adecuados procedimientos de control que garantizan su seguridad antes de estar disponibles en el mercado. Las conclusiones acerca de una cuestión tan importante como la seguridad humana deben basarse en criterios científicos establecidos por normas internacionalmente reconocidas, con las que el sistema de clasificación de la IARC evidentemente no está alineado, generando de manera innecesaria preocupación en nuestra sociedad.’