En Andalucía funciona la Red de Alerta e Información Fitosanitaria, seguramente la más completa en nuestro campo

El 10 de diciembre pasado el Gobierno aprobó el Plan de Acción Nacional (PAN) para el Uso Sostenible de Productos Fitosanitarios. Se fomenta la gestión integrada de plagas y la reducción de riesgos para la salud humana y el medio ambiente. PAN es una respuesta al Parlamento Europeo en 2009, que modifica la norma sobre Productos Fitosanitarios.

Los productos fitosanitarios son substancias activas, químicas, para combatir las plagas del campo, hongos, insectos y las malas hierbas. Son venenos útiles, aditivos alimentarios, biocidas, usados desde antiguo. Según la organización Mundial de la Salud (OMS) es una substancia destinada a prevenir, o destruir directamente insectos, ácaros, moluscos, roedores, hongos, algas, malas hierbas, bacterias aerobias y anaerobias (antibióticos), y otras formas de vida animal o vegetal perjudiciales para la salud pública. El fitosanitario desinfecta el alimento. Para el agricultor es un coste más, tanto en material como en mano de obra, y por tradición de cosechas anteriores conoce bien el mínimo de fitosanitario para asegurar la próxima cosecha. La humedad, lluvias y sequía, condiciona la cantidad de fitosanitario que aplicará.

Los fitosanitarios producen un aumento extraordinario de la cosecha, no podemos prescindir de ellos. También aportan consecuencias negativas: la disminución de la biodiversidad, la contaminación del suelo y de las aguas. En el consumidor crean intoxicación alimentaria, usados en exceso, sin respetar el tiempo necesario para su degradación. 'Conservante' es un fitosanitario que adicionamos al alimento durante el almacenamiento, para evitar la formación de mohos. En concreto, en la vid, la rocía el agricultor con una solución de sulfato de cobre, y espolvorea las uvas con azufre en polvo. Ambos, cobre y azufre son antifúngicos, que se aplican antes de que aparezca la plaga. El cobre es venenoso para las esporas del mildiu y no clavarán su micelio en la vid. El azufre en polvo impide la propagación del hongo ascomiceto sobre la uva. La tradición dicta el tratamiento a seguir, con gran dosis de sentido práctico.

Los insecticidas matan por contacto obstruyendo los estigmas traqueales del insecto, o por envenenamiento en el sistema digestivo, o bien convierten a la planta en un repelente para el insecto. El biocida inhibe el crecimiento de microorganismos. No se emplean fitosanitarios ilícitos, por el ejemplo, el DDT fungicida: Dicloro Difenil Tricloroetano, prohibido desde 1972, altamente tóxico. Con él no se fumigan mosquitos. Ahora sospechamos que prohibirán el Triazol, antifúngico, muy usado. Su fórmula es C2H3N3, un anillo pentágono con 2 carbonos y 3 nitrógenos. El Plan de Acción Nacional del Gobierno, que data del día 10 de diciembre, es muy ambicioso, muy completo, pero su realización requiere un ejército de inspectores y, al parecer, no hay presupuesto. Nunca he visto a un agricultor vigilado por la dosis que aplica de fitosanitarios. Él es el primer interesado en reducir la dosis al mínimo. El fabricante del fitosanitario, por ejemplo, Monsanto, instruye al agricultor, para lograr la aplicación correcta, la cosecha máxima, y conseguir así que su cliente siga siéndolo.

El Plan de Acción Nacional establece nuevas obligaciones a todos los implicados. Aprobado el 10 de diciembre 2012, será obligatorio a partir de 2014. Tendrá una duración de 5 años. Pretende la racionalización del uso de plaguicidas, lograr un uso sostenible, y reducir riesgos en la salud humana y en el Medio Ambiente. Se investigarán los métodos alternativos, no químicos. Lograr el desarrollo de cultivos sanos con la mínima alteración posible de los agrosistemas. Se establece la figura del asesor como elemento básico para la aplicación de la gestión de plagas, por ej.: Proponer alternativas: los transgénicos, diseñados especialmente para resistir a las plagas.

El concepto de plaga ha evolucionado con el tiempo, antes se consideraba plaga a cualquier animal que ocasiona daños a los cultivos. Ahora consideramos la plaga como una enfermedad, una situación en la cual el animal, o un insecto, o un hongo, produce daños a la salud de las personas o animales domésticos. Se trata de un patógeno que ocasiona alteraciones fisiológicas. El monocultivo de variedades de alta producción, el cultivo múltiple, el uso de fertilizantes, etc. crean un ambiente favorable a las plagas. Hay infinidad de organismos dañinos a las plantas: animales superiores (insectos, ácaros, nematodos, aves y roedores), microbios (virus, micoplasma, bacterias y hongos), plantas superiores: malezas, etc. Según la FAO 1990 es plaga 'cualquier especie, raza, o biotipo vegetal o animal, agente patógeno dañino las plantas o productos vegetales'.

El transgénico es una planta a la que se ha introducido material genético de otra especie, mediante manipulaciones del ADN, el ácido desoxirribonucleico, que se encuentra en el núcleo de la célula. De esta manera se han creado plantas que resisten, por sí solas, el ataque de ciertas plagas y la aplicación de potentes herbicidas. Cada explotación agraria deberá mantener un 'cuaderno de explotación' en donde se anotarán todos los tratamientos fitosanitarios realizados. El Real Decreto establece unos requisitos mínimos para los usuarios profesionales, que se traducen en la posesión del carné de usuario, el cual se obtiene con la superación de cursos. El Real Decreto establece la prohibición de las aplicaciones aéreas con carácter general. Pero la Administración puede permitir la aplicación aérea para el control de plagas declaradas de utilidad pública, en situaciones de emergencia. Existe el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios y lista de plaguicidas peligrosos. También se crea una Guia del Usuario de fitosanitarios.

En Andalucía funciona la Red de Alerta e Información Fitosanitaria, seguramente la más completa en nuestro campo. En 1996 la Consejeria de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente puso en marcha una idea pionera en España, la Red de Alerta e Información Fitosanitaria, Raif. En principio, esta herramienta estaba compuesta por un equipo de técnicos, que conocían el estado fitosanitario de los cultivos. Dicho equipo suma más de 700 técnicos de campo. Estos recaban información fitosanitaria de las más de 6.000 Estaciones de Control Biológico, que hay repartidas por todo el territorio andaluz. La Raif se ha convertido así en una gran red que almacena información fiable sobre la incidencia de las plagas de los cultivos más importantes. La información está complementada por los meteorólogos de más de 150 Estaciones Meteorológicas Automáticas, distribuidas por las 8 provincias andaluzas. Sus datos están disponibles en la Web de la Consejeria de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Pero la Raif no es tan solo una Gran Base de Datos, de donde extraer mejoras, sino que es una herramienta basada en la transferencia de información al Sector mediante el uso de las Nuevas tecnologías.

Ejemplo de dos muestras de cepa afectada por oídio con abarquillamiento de hojas.

La Raif ofrece semanalmente, a través de un sistema de información geográfica, basado en un Visor SIG, el mejor método para aplicar con las máximas garantías una Gestión Integrada de Plagas. El Visor SIG (Sistema de Información Geográfica) indica en el mapa las hectáreas de Cítricos y la Peste (Minador, Phyllocnistis citella). Es una herramienta potente para la sanidad de los cultivos y gratuita. La Raif incluye un sistema de avisos a móviles mediante mensajes: http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/raif. La Raif es un instrumento para dar cumplimiento al PAN, una apuesta decidida por parte de la Administración para introducir criterios de sostenibilidad en la producción agrícola. Se está logrando un control fitosanitario alternativo al químico: el Método de Control Biológico y el Biotécnico.

La Raif elabora Guias Armonizadas por cultivo y tipología de bosque para la GIP. refuerza las redes de Vigilancia fitosanitaria, y fomenta sistemas de asesoramiento para la GIP. Andalucia hace tiempo que trabaja en este tema, adelantándose al Plan de Acción Nacional 2012.

La 'ecoeficiencia' se puede entender como lograr la cosecha con menos fitosanitarios, es decir, el desarrollo sostenible. Hay un nexo entre economía y ecología, sin tener en cuenta el aspecto social. De suyo no es lo mismo ecoeficiencia y sostenibilidad. La ecoeficiencia es susceptible de medirse, al ser la relación entre el valor del producto y la suma de sus impactos ambientales. Un factor 4 se traduciría en doblar el nivel de alimentación usando la mitad de fitosanitarios. Las soluciones consisten en: cambios en la molécula fitosanitaria, sustituir procesos químicos por mecánicos (filtración, biomembranas, etc), consumir menos energía, etc.

La Naturaleza salvaje tiene sus defensas, inocula ineficacia contra las malas hierbas y las potencia. La aparición de las malas hierbas resistentes a los herbicidas no debería ocurrir. Esto nos obliga a controlarlas con una menor dependencia de fitosanitarios, para lograr una agricultura más sostenible. Aquí entran los transgénicos, principalmente el maíz, resistente a las malas hierbas, sin necesidad de aplicarle productos fitosanitarios.

Referencias

1. Cornell University. Toxicity of pesticides. Pesticide safety education program. 2007.
2. Gilden, RC. Pesticides and health risks. J.Obstet Gynecol.Neonatal Nurs. 2010.
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4. Miller, G.T. Sustaining the earth, 6th edition. 2004.
5. Roldán Mª Dolores. De los cultivos al cerebro: el efecto de los pesticidas. Mente y Cerebro 33. 2008.
6. Wells, M. Vanishing bees threaten U.S.crops. BBC News, March 11, 2007.