Camino hacia una agricultura más sostenible
La comunidad agrícola aprueba los cultivos y las prácticas de manejo elegidos para diversificar los campos europeos
La intensificación agrícola, caracterizada por un uso alto de insumos externos tales como energía y agroquímicos, afecta negativamente al medioambiente, propiciando la degradación del suelo, la pérdida de biodiversidad y el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero. Para revertir esta problemática y caminar hacia una agricultura sostenible y respetuosa con el medio, prácticas como la diversificación de cultivos y la reducción de insumos se muestran como una herramienta eficaz que cuentan con el consenso científico. Sin embargo, estas prácticas no siempre cuentan con facilidades a la hora de implementarse.
Para conocer la percepción que los actores implicados en el sistema agroalimentario (comunidad agrícola, técnicos agrícolas, administraciones públicas y asociaciones) tienen acerca de la adopción de sistemas de cultivo diversificado y prácticas de manejo sostenible en el caso concreto del cereal en Italia, un equipo del proyecto Diverfarming ha realizado una consulta sobre los beneficios y las barreras que las partes interesadas enfrentan a la hora de adoptar este tipo de sistemas.
En el contexto italiano, donde el proyecto Diverfarming ensaya opciones de diversificación tanto para cereal de secano como para cereal de regadío se realizó una consulta pública entre más de 50 actores (entre agricultores, asesores técnicos, técnicos de las administraciones públicas, ONG, asociaciones y personal investigador) sobre sus conocimientos prácticos de las estrategias de diversificación de cultivos actuales como alternativa a los sistemas de intensificación agrícola.
Diverfarming es un proyecto financiado por el Programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea dentro del reto de 'Seguridad alimentaria, agricultura y silvicultura sostenibles, investigación marina, marítima y de aguas interiores y bioeconomía'.
Así, el equipo formado por personal investigador del Consiglio per la ricerca in agricoltura e l'analisi dell'economia agraria (CREA), la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y la Universidad de Tuscia recolectó las opiniones del sector agroalimentario italiano en relación con las problemáticas agroambientales más importantes, las prioridades de acción, las prácticas agrícolas más adecuadas y su efectividad y las principales barreras para adoptar estas prácticas y realizó un análisis de estas percepciones usando un método de análisis multicriterio (se usa para emitir un juicio comparativo entre proyectos o medidas heterogéneas).
Con ello, el principal problema identificado entre los actores fue el temor a la pérdida de rentabilidad y la poca formación en diversificación de cultivos de muchos agricultores. Para las partes interesadas, una fortaleza muy importante es que las alternativas de cultivo seleccionadas para la rotación de cereal y tomate en cultivo múltiple (introducción de leguminosas en la rotación) ya se cultivan como monocultivos y están adaptadas a las condiciones pedoclimáticas locales, además de ser cultivos ampliamente conocidos por los agricultores.
Las personas encuestadas encontraron adecuadas y efectivas las prácticas de mínimo laboreo, mantenimiento de cubiertas vegetales, rotaciones, aplicación de abono y uso de abono verde, que son las estrategias de manejo sostenible propuestas por el proyecto que son poco costosas, no requieren grandes inversiones en maquinaria ni grandes habilidades agrícolas, lo que sugiere un potencial significativo para su implementación.
La capacitación de los agricultores en estas técnicas y en el manejo de las diversificaciones sería una de las soluciones a la barrera de la falta de formación en diversificaciones, mientras que la integración de este conocimiento en las políticas públicas de apoyo a la adopción de prácticas sostenibles puede ser una estrategia para aumentar su acogida.