En España los cultivos transgénicos ocupan 132.000 hectáreas
El maíz Bt transgénico
Desde que el hombre comenzó a cultivar plantas las ha ido mejorando con cruces para atender a sus necesidades, pero ahora da un paso radical al insertar un gen foráneo en la molécula vegetal que aspira a mejorar. Los genes que se añaden al código genético del vegetal pueden ser o no de una planta, y el nuevo gen puede proceder de un animal o de un microbio. Un ejemplo de esto es el maíz Bt, que consigue un organismo modificado genéticamente. La tecnología del ADN recombinante manipula secuencias de ADN, codifica genes, los extrae de un taxón biológico y los inserta en otro, en el que se quiere mejorar. El cultivo del maíz Bt ha permitido a España el ahorro de 193 millones de euros en importaciones desde 1998 (Fundación Antama, 1998-2016).
En 1983 se logró la primera planta transgénica cuando unos biotecnólogos lograron aislar un gen e introducirlo en un genoma de la bacteria Escherichia coli. Se trataba de mejorar una planta de tabaco a la que se añadió a su genoma un gen de resistencia al antibiótico Kanamicina. Las plantas transgénicas, con su incremento de productividad, se fueron extendiendo, y en el año 2006 el 61% del maíz cultivado en EE UU era transgénico, y en las plantaciones de soja lo era el 89%.
En 2010 aparecen los primeros transgénicos animales para consumo humano, como el salmón AquaBounty, que en el cultivo marino crecía en la mitad de tiempo. Grandes Instituciones como la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación) y la Organización Mundial de la Salud aceptaron los alimentos transgénicos para el consumo humano.
La introducción del gen Cry ILab, procedente del Bacilo thuringiensis (Bt), en la planta del maíz le permitió resistir los ataques de los insectos, sin necesidad de usar insecticidas. Del maíz Bt. surge el organismo genéticamente modificado (OGM). La tecnología del ADN recombinante ha permitido crear nuevas plantas transgénicas, con un incremento de productividad.
¿Qué son los transgénicos?
Son organismos a los cuales se han introducido uno o más genes provenientes de otra especie, incluso de hongos o bacterias, que garantizan la expresión del gen foráneo. La finalidad es lograr la resistencia a productos químicos, a condiciones adversas de frio o calor, o insectos, entre otros factores.
Con el fin de lograr que el gen introducido se inscriba y se traduzca, y pase a la descendencia, se añaden genes de virus. Estos hacen que el sistema de expresión tenga prioridad con su genoma antes que con el de la célula receptora. La metodología de ADN recombinante ha sido posible gracias al descubrimiento de las enzimas de restricción y de los plásmidos.
Las enzimas de restricción
Reconocen secuencias determinadas en el ADN y las aíslan del genoma original para insertarlas en otra molécula de ADN. Muchas enzimas proceden de bacterias. La enzima de restricción reconoce una secuencia y corta generando extremos romos o cohesivos. Esos extremos generados en diferentes moléculas de ADN pueden sellarse con la enzima ADN ligasa y generar una molécula nueva, denominada ADN recombinante.
Los plásmidos
Son moléculas de ADN circulares que se obtienen de las bacterias. El gen de interés se inserta en el plásmido (vector) y se incorpora a la nueva célula. Desde ese momento es resistente, por ejemplo, a un antibiótico, obtiene la capacidad de sobrevivir en un medio de cultivo con antibióticos. Sólo las bacterias que reciben el plásmido sobreviven, se dividen y generan bacterias llamadas recombinantes o genéticamente modificadas. Esas bacterias producen la proteína de interés o proteína recombinante (por ejemplo insulina). Con esta metodología se introducen genes de interés en todo tipo de células vegetales, células modificadas genéticamente, que a partir de ese momento crecen y se reproducen.
El maíz Bt, genéticamente protegido contra Taladros
La biotecnología, y en particular Monsanto, lograron en 1987 incorporar al genoma del maíz normal una proteína natural Cry IAb, que posee la bacteria Bacillus thuringensis (Bt).
En el mundo agrícola se llama Taladros a las bacterias Ostrinia nubilialis, Diatraea grandiosella y las especies de Sesamia, que causan daños graves al maíz normal. La proteína Cry ILab es tóxica para un grupo de lepidópteros, pero es inofensiva para el hombre y el resto de la fauna terrestre y acuática. Las proteínas Bt se han usado con un historial impecable de seguridad durante casi 40 años, como ingredientes de insecticidas de origen microbiano, y proceden de la bacteria Bacillus thuringensis.
En Europa está oficialmente admitido el maíz MON 810 de Monsanto con su proteína Bt, el maíz Bt. Las evaluaciones han confirmado que la proteína está presente en muy bajo nivel en el grano y sus alimentos derivados. Esa proteína es rápidamente degradada en fluidos gástricos humanos y no muestra efectos negativos sobre los animales. Los nutrientes del maíz Bt son comparables a los niveles encontrados en los respectivos híbridos convencionales del maíz normal. La seguridad de esos piensos ha sido confirmada mediante ensayos de alimentación animal, y los animales crecen de forma normal con el maíz Bt, es decir con el gen Cry IAb, que codifica la proteína Cry IAb, la cual hallamos en el Bacilo Thuringensis.
Se ha comprobado que la secuencia codificante de Cry IAb tiene una herencia de tipo mendeliano y se transmite a través del polen, lo que demuestra su integración estable en el ADN del núcleo de la célula del maíz Bt. Los insectos que visitan las flores del maíz Bt transportan el polen a otras plantas. Se pueden medir los niveles de la proteina Cry IAb en diversos tejidos del maíz Bt, protegiendo así al hombre y a los organismos, microbios, útiles frente a la 1ª y 2ª generación del Taladro O. Nubilialis y Sesamia spp en España (Fernández-Anero, 1999). Cry IAb es un insecticida contra insectos de la orden Lepidoptera, por lo que deja de ser necesario proteger al maíz con insecticidas químicos.
La proteína Cry IAb es, de hecho, un insecticida creado por el microbio Bt. El forraje y el grano derivado del maíz Bt son tan seguros y nutritivos como el maíz convencional, para harinas y fabricación de piensos.
A pesar de todo, Francia prohíbe el cultivo del Maiz Bt. ¿Por qué? Al intervenir muchos factores, el problema del maiz Bt no se resuelve con un sí o no. Por lo pronto, existe el inconveniente del monopolio, con el que sólo empresas multinacionales (por ejemplo Monsanto), pueden producir el maíz Bt, lo que provoca que el agricultor tenga que comprar cada año las semillas a esa empresa y a un precio más elevado que la semilla convencional. La diferencia está en que con el maíz convencional el agricultor no compra semillas.
El monopolio mejora el producto, pero perjudica al agricultor. En nuestros días el precio de la gasolina ha disminuido. La razón es que hay muchas empresas en diferentes países que tienen un pozo de extraer petróleo y gas natural, ninguna puede imponer un precio de venta. El maíz Bt trae consigo el monopolio.
La bacteria Ostrinia nubilialis es una plaga agronómica importante que crece en el interior de las cañas del maíz, lo cual dificulta la efectividad de los insecticidas. Las orugas de O. nubilialis se alimentan con la médula de las cañas y disminuyen la capacidad de producción de grano Bt. En EE UU, en 1998, se calculó que las pérdidas ocasionadas por la larva O. Nubilialis suponían una pérdida anual de entre 37 y 172 dólares por hectárea de maíz Bt. En España se estima que las pérdidas por Taladros afectaron a unas 80.000 hectáreas en el año 1999 (Fernández-Anero). La solución consistía en el uso de insecticidas químicos. Pero la Unión Europea autorizó el cultivo del maíz Bt el 22 de abril de 1998 (Diario Oficial de las Comunidades Europeas).
En España, el Ministerio de Agricultura ha publicado un mapa de los cultivos transgénicos, son 132.000 hectáreas, entre las que sobresale Aragón con el maiz Bt.
Referencias bibliográficas
- FAO/VHO Biotechnology and food safety. Rome, Italy.Food and Nutrition. Paper 61 1996.
- Fernández Anero, 1999. Mais Gard Protección contra taladros. Resultados en España, 1998. 6º Simposio Nacional de sanidad vegetal.
- González Nuñez M. Susceptibilidad de la población española a Lepidoptera Noctuidae, Ostrinio Nubilalis y la endotoxina del Bacillus Thuringiensis. J. Econ. Enthomology, 93.
- Huber, H.E. Bacillus Thuringiensis Composition and activation. Microbial diseases. New Jersey, 1981.
- NCGA 2000. The world of corn. Safety of bacillus thuringiensis. Insecticidal crystal protein. ACS, 2015.
- Wraight C.L.Polen, abscense of toxicity of Bacillus thuringiensis Proc. Nat. Academy of Sciences. 2000, 520.
- Yamamoto, K. Structure of the insecticidal protein produced by Bacillus thuringiensis Symposium Structure protein. Singapore, 1993.