Cómo lograr el acabado de lonas perfecto
La forma adecuada de terminar una lona vendrá determinada por el uso que se le vaya a dar y la localización donde deba estar colocada, ya que no es igual una lona para una línea de meta en una carrera de una hora que una publicidad permanente en la fachada de un centro comercial.
La evolución de la tecnología en los últimos años ha hecho que cada vez se imprima de forma más rápida, mejor y con unos costes muy ajustados. Los departamentos de acabados suelen ser el cuello de botella de las empresas de impresión digital, ya que todavía son muy intensivos en mano de obra y lentos en comparación con las máquinas de imprimir.
Cuando se habla de acabados en lonas se suele referir al refuerzo de la zona perimetral y a la posterior colocación de ollaos. El refuerzo tiene como objeto aumentar la resistencia de la lona al desgarro y los ollaos sirven para poder unir la lona a un marco o estructura pasado por ellos elásticos o cinchas.
Para aplicaciones 'short-term' o interiores puede no ser necesario reforzar las lonas y colocar los ollaos directamente, pero para usos exteriores en altura por ejemplo, es totalmente necesario hacerlo, ya que de otra forma la lona tiene riesgo de quebrarse con la tensión generada por el viento.
Según la empresa española de acabados Plastgrommet, el éxito de un buen acabado es la combinación de tres factores: calidad de la lona, forma de reforzarla y elección correcta del ollao.
A continuación, se muestra una serie de consejos a tener en cuenta durante el proceso de acabado y sellado de lonas.
1. Evaluación del soporte de impresión
La calidad del soporte de impresión marca el resultado. Si se elige la opción más económica como puede ser un frontlit laminado, no podrá soportar grandes tensiones aunque se refuerce la zona perimetral.
Por otro lado una lona de mala calidad puede tener problemas de soldadura y por tanto no quedar uniforme. Evalué su mejor opción en cuanto a tecnología, de acuerdo a sus volúmenes de producción y tamaño de lona.
2. Elección del sistema de acabado adecuado
Cuando hablamos de acabados nos referimos a los distintos métodos que pueden emplearse para rematar el borde de una lona. Podemos elegir entre una gran variedad de acabados, dependiendo del uso que vayamos a dar a nuestro material.
Al corte
El borde de la pancarta estará sin rematar, tal y como queda después de cortar el material a la medida seleccionada. A este acabado se le llama también corte a sangre. No se colocan ojales ni refuerzo al perímetro. Este tipo de acabado se utiliza comúnmente en ferias y eventos.
Vaina o jaretón
Este tipo de refuerzo se habilita realizando un pliegue o vaina con el propio material de la lona, cosiéndolo o soldándolo. De esta forma se podrá introducir un tubo que sirva para la sujeción de la pancarta o banderola. En función de las necesidades del trabajo, los tubos pueden colocarse en la parte superior e inferior o en los laterales de la lona.
En EE UU este acabado sigue siendo muy popular, aunque en Europa es una opción que casi nadie emplea a no ser que se realice sobre textiles como poliéster.
El principal problema de esta técnica es que al coser se perfora de forma constante el material, lo que lo debilita de forma notable desde el punto de vista de resistencia a la tracción. Al mismo tiempo, el cosido es una técnica muy visible sobre la imagen gráfica, que empobrece notablemente la estética de la lona.
Refuerzo perimetral
El sistema más extendido es el refuerzo perimetral. Este consiste en soldar por la parte trasera de la lona y a lo largo de todo su perímetro una cinta de carga que permite un mayor grosor en la zona donde posteriormente se colocarán los ojales. El refuerzo se suele soldar mediante alta frecuencia aunque existen diferentes técnicas como son aire caliente, cuña caliente o ultrasonidos.
La principal ventaja de este sistema es que las dos capas de lona se funden totalmente en una sola, mejorando de forma notable las prestaciones desde el punto de vista de resistencia a la tracción. Para las aplicaciones más exigentes como pueden ser lonas de fachada completas, se suele soldar a la lona una cinta de poliéster de alta tenacidad bañada en PVC para lograr la máxima resistencia al desgarro.
Velcros y adhesivos
Existe una cuarta opción que son los adhesivos para reforzar la zona perimetral. Estos pueden realizarse simplemente con cinta de doble cara doblando la lona o bien con refuerzos adhesivos que consisten en lona de PVC con un adhesivo que que abraza el tejido por su reverso y su anverso.
Esta opción se recomienda para empresas que no dispongan de equipos de soldadura y en aplicaciones donde no haya excesivos requisitos desde el punto de vista de la tensión a soportar como bastidores, pop-up, displays o frontales de mesa.
3. Aplicación del ollao
Los ollaos son arandelas que se remachan a la luna y se utilizan para su instalación mediante correas, bridas, cordones elásticos y otros mecanismos de sujeción. Son imprescindibles para sujetar la lona al marco, ya que de no colocarse, ésta se rompería fácilmente por la tensión ejercida por el viento.
Existen ollaos de diversos tipos y su elección depende del tipo de lona y su acabado. En muchas ocasiones y por desconocimiento, los clientes emplean ollaos de mala calidad, que no cumplen los requisitos mínimos de tratamiento contra la corrosión o son de un espesor tan bajo que se deforman fácilmente.
Rafael Menéndez, Export Manager de PlastGrommet, especialista español en la colocación de ollaos, explica los criterios a tener en cuenta: “Desde nuestra empresa recomendamos en caso de usar ollao metálicos, que al menos sean de hierro (no aluminio) niquelado. Una elección muy interesante para los clientes hoy en día, es usar ollaos transparentes que permiten ver la imagen gráfica impresa y no se oxidan con el paso del tiempo”.