Evolución del Fuego Bacteriano en la zona frutícola de Lleida

Durante los últimos años se ha producido una fuerte expansión del Fuego Bacteriano por toda la Península Ibérica, hecho que ha originado que la mayoría de comunidades autónomas del Estado Español hayan perdido el estatus de zona protegida frente a esta enfermedad. Recientemente, la zona frutícola de Lleida, zona donde el sector de los frutales de pepita tiene una gran importancia económica con unas 18.000 ha destinadas a este cultivo, ha perdido también este estatus. Este hecho supondrá un cambio en la lucha contra el Fuego Bacteriano en la zona ya que supondrá que el agricultor deberá adaptarse a la nueva situación de convivencia con la enfermedad y deberá extremar al máximo las medidas de protección.

El Fuego Bacteriano (Erwinia amylovora) es una plaga u organismo nocivo de cuarentena provocado por una bacteria que ataca diversas especies de frutales de pepita (manzanos, perales, nísperos, membrilleros) y plantas ornamentales silvestres de la familia de las rosáceas (Amelanchier, Chaenomeles, Cotoneaster, Crataegus, Cydonia, Eryobotrya, Malus, Mespilus, Photinia davidiana, Pyrancantha, Pyrus y Sorbus). En Cataluña aparecieron focos de este organismo en la zona frutícola de Lleida durante los años 1998 y 1999, en la comarca de La Cerdanya en 2003 y 2006 y en la zona frutícola de Girona en 2007 y todos se erradicaron. En 2013 se detectaron nuevos focos y se aplicaron medidas contundentes para su erradicación. En 2014 se han detectado nuevos positivos en la demarcación de Lleida, donde también se han realizado las actuaciones pertinentes para su erradicación.

Síntomas de Fuego Bacteriano en un fruto con exudados. Foto: Xavier Auqué.

Hay que tener en cuenta que nuestras variedades de pera suelen ser muy susceptibles a la plaga del Fuego Bacteriano, por lo que cualquier infección puede ser muy grave por la rápida propagación que puede tener en la plantación. Nuestras variedades de manzano no son tan susceptibles y la plaga se propaga con menos rapidez, a excepción de variedades como las Reinetas, Galas, Fuji, Granny Smith o Pink Lady, consideradas muy susceptibles y especialmente vulnerables al Fuego Bacteriano.

Las plantaciones de membrillero también son muy susceptibles. Los síntomas visuales en este frutal se parecen mucho a los del manzano, pero la bacteria avanza mucho más rápido, incluso más que en los perales.

El departamento de Sanitat Vegetal del Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca, Alimentació i Medi Natural (DAAM) tiene entre sus funciones la de dirigir las campañas oficiales de lucha fitopatológica obligadas por normativa. Por esta razón, cada año, organiza y desarrolla en el territorio catalán las campañas de prospección, detección y erradicación de organismos nocivos de cuarentena. Por su repercusión y potencial importancia económica, la campaña de Fuego Bacteriano está entre estas campañas prioritarias. El Fuego Bacteriano, por su impacto en la fruticultura de los países afectados, es la campaña que más nos preocupa y a la que destinamos más esfuerzos y recursos en la plana de Lleida.

Síntomas de Fuego Bacteriano en refloraciones de otoño. Foto: Xavier Auqué.

Por lo que respecta a la sintomatología que podemos observar en los árboles susceptibles, podemos destacar la siguiente:

• Marchitamiento y posterior necrosis de flores y frutas recién cuajadas.
• Marchite de brotes y posterior enegrimiento. Primero se vuelven marrones o rojizas y se curvan en forma de cayado de pastor.
• Oscurecimiento de las hojas, que se vuelven marrones o negras. No se desprenden del brote y a menudo tienen un aspecto más brillante de lo normal, como mojado.
• Exudados en forma de gotas transparentes, blanquecinas o amarillentas que aparecen en las hojas, en brotes tiernos o bien en los frutos.
• Coloración pardo-rojiza de los vasos internos que se observa al cortar.
• Chancros en madera, tanto en ramas como en el tronco.
• Secado parcial o total de ramas y muerte final del árbol.

Síntomas de Fuego Bacteriano con la curvatura típica en forma de cayado de pastor. Foto: Xavier Auqué.

Respecto a la vía de entrada, en primavera la bacteria generalmente penetra por las flores y brotes tiernos y se extiende en sentido descendente por los vasos de savia hasta llegar al tronco principal, momento en que ya es capaz de provocar la muerte total del árbol. También entra por las flores en las refloraciones que se van produciendo a lo largo de la primavera, verano y otoño y por las heridas provocadas por las granizadas, podas y otros traumas mecánicos producidos en el árbol.

Los daños que provoca el Fuego Bacteriano pueden ser muy importantes porque pueden llegar en poco tiempo a provocar la muerte de los árboles infectados, sobre todo en las variedades de peral y membrillero. Con las variedades de manzana, la evolución de la enfermedad es un poco más lenta, pero si no se actúa con rapidez y contundencia, al final también provoca la muerte del árbol afectado. Las actuaciones llevadas a cabo en las comarcas de Lleida los años 2013 y 2014 estuvieron destinadas a conseguir la erradicación de la enfermedad en los focos detectados. La normativa en estos casos obligaba a la destrucción de todos los arboles afectados y de los de su entorno más inmediato.

Esta plaga está provocando que en zonas frutícolas importantes de Francia e Italia, y en otros países de Europa y del resto del mundo, la superficie de cultivo de peral se haya reducido de forma importante como consecuencia de la expansión de la plaga del Fuego Bacteriano, y eso está sucediendo también a España en los últimos años. En el caso de los membrilleros, la superficie cultivada de esta especie ha disminuido drásticamente en las zonas donde se han detectado focos de Fuego Bacteriano.

Síntomas de Fuego Bacteriano en un árbol muy afectado. Foto: Xavier Auqué.

La evolución de la enfermedad en la Península Ibérica durante los últimos años ha sido notable. Hemos pasado de tener focos concentrados en la mitad noroeste, básicamente en Euskadi, Navarra, La Rioja y Castilla León, a tener infecciones importantes en Extremadura y Aragón. Incluso han empezado a detectarse algunos focos en Andalucía y la Comunidad Valenciana, además de continuar extendiéndose la enfermedad por las zonas citadas anteriormente. Esta situación ha probocado que muchas zonas del estado hayan solicitado su salida de la zona protegida y, en consecuencia, sus actuaciones han cambiado y ahora van destinadas a convivir con la enfermedad.

Todo esto configuraba un panorama en el que casi sólo Cataluña hasta 2012 era un territorio libre de Fuego Bacteriano. La plaga empezó a aparecer en 2012 en una parte de Aragón de la zona de la Franja de Poniente, y en 2013 y 2014 ya ha habido varios focos en las comarcas de Lleida. Si a los hechos anteriores añadimos que la mayoría de zonas del estado ya han salido fuera de la zona protegida, se configura un mapa de elevado riesgo para nuestras explotaciones, sobre todo para las fincas de peral y manzano de la zona frutícola de la plana de Lleida.

La planificación de las campañas del 2013 y 2014 en la zona frutícola de Lleida han sido diferentes a las anteriores desde el principio. El hecho de tener bastantes positivos confirmados de Fuego Bacteriano en la zona en 2012, en la provincia de Huesca, muy cerca de nuestras plantaciones frutales, hizo que planificáramos la campaña 2013 previendo el alto riesgo de infección en las zonas fronterizas con Aragón. La campaña 2013 se inició el 2 de mayo y empezó prospectando una franja de unos 10 km de ancho en toda la zona fronteriza de Lleida con Aragón. Fruto de esta prospección, se detectaron los 5 primeros focos de Fuego Bacteriano en esta franja. Los 5 focos eran todos en plantaciones de pera, y con distintos grados de afectación en algún caso, desde pocos árboles afectados hasta un importante grado de afectación que obligó a arrancar la finca entera.

Posteriormente se prospectó una segunda franja ya más alejada de los 10 km de la frontera con Aragón. Como consecuencia de esta prospección se detectaron en 2013 10 focos de la bacteria. Entre setiembre y octubre se observó que las refloraciones tenían una importancia vital en el la expansión de la enfermedad, detectándose los focos más importantes del año en estos dos meses. El resultado de la campaña 2013 en Lleida fue un total de 15 focos de Fuego Bacteriano, con una superficie arrancada de 3 ha de manzano y 29,10 ha de peral, sumando un total de superficie arrancada de 32,10 ha más 28 árboles aislados. Se procedió a la erradicación de la totalidad de los focos detectados.

En 2014 se han detectado un total de 22 focos de Fuego Bacteriano en la zona frutícola de Lleida. De éstos, 8 son focos repetidos del año anterior y 14 son focos nuevos. Durante todo el 2014, la superficie arrancada ha sido de 2,21 ha de membrillero, 0,08 ha de manzano y 87,18 ha de peral. La superficie total arrancada fue de 89,47 ha y 1.326 árboles aislados.

De los 15 focos del 2013, en 7 no han reaparecido síntomas en 2014 y en los 8 restantes se han dado nuevos positivos de Fuego Bacteriano. De estos 8, 4 han estado poco afectados y 4 han tenido efectos más graves. Por lo tanto, se puede afirmar que en un 75% de los focos de 2013, en 2014 o no han tenido ningún síntoma o ha habido pocos árboles afectados. El 25% restante sí ha mostrado síntomas importantes de Fuego Bacteriano. Esto demuestra que las actuaciones contundentes contra el Fuego Bacteriano, en aplicación de la normativa vigente en zonas protegidas, han dado buenos resultados en 2014 en un 75% de los casos en la zona frutícola de Lleida.

En conjunto, entre 2013 y 2014 se han detectado 29 focos de Fuego Bacteriano en las 5 comarcas de esta zona frutícola. Se han arrancado 121,57 ha y 1.354 árboles durante estos dos años.

Por lo que respecta a la detección del Fuego Bacteriano en el municipio de Torroella de Montgrí, en Girona, en 2013 se detectó un único foco que afectaba a dos parcelas de manzanos, con una superficie total arrancada de 2,67 ha y 270 árboles aislados. La prospección realizada en la demarcación de Girona durante la campaña 2014 no ha dado ningún resultado positivo, con lo cual si durante 2015 tampoco se detecta ningún árbol afectado por la enfermedad, este foco se podrá considerar erradicado.

Figura 5: Localización de los focos de Fuego Bacteriano durante 2013 y 2014 en la zona frutícola de Lleida. Están marcadas las zonas de seguridad de 1 a 3 km a la redonda de cada foco: en rojo 2013 y en azul 2014.

Tras estos dos años buscando la erradicación total de la plaga, se ha visto que el inóculo de esta bacteria ya estaba demasiado extendido por toda la zona frutícola de Lleida y ya no era posible su erradicación. Por este motivo, el pasado 2 de marzo se comunicó oficialmente que las 5 comarcas de la la zona frutícola de Lleida salían de zona protegida, mientras que el resto de Cataluña mantiene el estatus de zona protegida del Fuego Bacteriano.

Aunque estas comarcas hayan perdido el estatus de zona protegida, el DAAM ha incrementado las actuaciones de lucha y control de esta plaga. La campaña de prospección empezó la última semana de enero de 2015, 3 meses antes que los últimos años, y acabará a mediados del mes de diciembre, 2 meses más tarde de lo habitual. Se ha observado que los grandes focos de Fuego Bacteriano se producen normalmente en otoño, y por eso la prospección se ha extendido casi todo el año, para detectar los síntomas en todo momento, extendiendo también la prospección al invierno para detectar y erradicar cualquier síntoma de infección producida durante el otoño.

La normativa de lucha contra el Fuego Bacteriano fuera de zona protegida sigue obligando a declarar los síntomas de plaga a los titulares de las explotaciones agrarias. También obliga a arrancar y destruir de forma inmediata toda planta con síntomas, o extirpar y destruir las partes de la planta con síntomas mediante el corte efectuado a un mínimo de 40 cm del límite visible de la infección y con desinfección inmediata del instrumental utilizado.

El Servei de Sanitat Vegetal del DAAM tiene a disposición de los agricultores y del sector en general información relativa a la plaga, tanto sobre su sintomatología como sobre la normativa reguladora y las medidas preventivas. Esta información puede descargarse en: www.gencat.cat/agricultura/sanitat.

Respecto a las acciones preventivas a realizar por parte de los agricultores destacan las siguientes:

• Vigilar la presencia de cualquier síntoma sospechoso en las plantaciones, especialmente las de peral. Hay que tener en cuenta que es obligada la comunicación a los servicios oficiales de la posible detección de la enfermedad.
• Desinfectar los instrumentos de poda después de cada operación
• Evitar el cruce de material vegetal procedente de fincas cercanas a los focos hacia fincas libres de la enfermedad.
• Desinfectar la maquinaria.
• Desinfectar otras herramientas como palots o cajas antes de entrarlos en plantaciones susceptibles.

En el tema de la prevención de la lucha contra esta enfermedad, se debe mencionar la orden AAM/77/2015, de 9 de abril, por la que se declara de utilidad pública la lucha contra el Fuego Bacteriano y se establecen medidas para su prevención y lucha. En esta orden y en las hojas informativas que ha editado el DAAM, disponibles en su web, están detalladas todas las medidas de prevención actualmente establecidas para la lucha contra esta enfermedad, y todos los tratamientos autorizados que han ido variando en los últimos años.

Bibliografía

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