METALMECÁNICA 334

LUBRICACIÓN Y MEDIO AMBIENTE 67 de corrosión en toda la emulsión de aceite, afectando a sus propiedades de lubricación [Morpeth, 1995]. Además, la reducción de los sulfatos y la degradación de los nitratos/nitritos, que también se inicia en esta fase, son la causa de los extraños olores de las emulsiones de aceite [Walther, 2012]. Por ello, como se puede apreciar, controlar la proliferación de bacterias es el punto crítico para poder alargar la vida útil de las taladrinas y así reducir su actual impacto ambiental. INVESTIGACIONES Y DESARROLLOS LLEVADOS A CABO PARA EL MANTENIMIENTO DE LA TALADRINA (1940 – ACTUALIDAD) La preocupación del alargamiento de la vida útil de las taladrinas viene de lejos, concretamente en 1940 ya se puede encontrar literatura al respecto. Concretamente en Lee and Chandle 1940 se propuso introducir dióxido de carbono (CO2) en forma gaseosa en el depósito de la emulsión de aceite de tal modo que a las 3 horas los microorganismos eran eliminados en un 90%. Sin embargo, la necesidad de altas concentraciones de CO2 implica el riesgo de asfixia por parte de los operarios ya que el CO2 desplaza al oxígeno al pesar más que éste. Otra técnica propuesta en 1983 y aún utilizada en la actualidad se encuentra en Shennan 1983. Esta técnica consiste en el uso de biocidas como derivados fenólicos, formaldehidos, derivados alifáticos entre otros para el control de los microorganismos. Sin embargo, estos biocidas implican un riesgo para la salud de los trabajadores ya que causa irritación de la piel, reacciones alérgicas y problemas respiratorios. Además, existe el riesgo de que a través de las pérdidas de emulsión de aceite producidas por fugas hidráulicas y procesos de limpieza acabe en el sistema de alcantarillado y por tanto cause problemas medioambientales. Por tanto, aunque esta técnica es efectiva, debe ser reducida o sustituida por técnicas menos agresivas medioambientalmente y para aumentar la salubridad de los puestos de trabajo. Una alternativa al uso de elementos químicos como los biocidas es el uso de ozono (O3) o radiación ultravioleta tipo C (luz UV) como agentes esterilizantes que eliminen los microorganismos de la emulsión de aceite. A pesar de que estos elementos son prácticamente inocuos, por sí mismos presentan problemas para su aplicación en los depósitos de almacenaje de emulsión de aceite. En el caso del ozono, este puede ser inyectado en el depósito de la emulsión de aceite, logrando eliminar eficazmente los microorganismos debido a su fuerte acción oxidante. Sin embrago, la generación de O3 implica un alto gasto energético además de la necesidad de grandes de espacios para ubicar dichos generadores, lo que se traduce en un aumento del impacto ambiental (Ma et al. 2018). Por otra parte, el uso de luz UV como agente esterilizante de pequeñas cantidades de emulsión de aceite presenta una alta efectividad. Por ejemplo, en Johnson and Philips 2002 y en Saha et al. 2014 se aplicó a nivel de laboratorio logrando eliminar el 90% de los microorganismos presentes en la emulsión de aceite. Sin embargo, en depósitos industriales – que pueden ir desde los 500 litros hasta más de 1.500 litros – la luz UV resulta ineficiente. Este caso se dio en Coogan 2005, donde la aplicación de luz UV a nivel industrial se tradujo en una eficacia del 10% debido a que la emulsión de aceite en el depósito presenta turbulencias además de ser opaca y por tanto la luz UV es bloqueada, no penetrando en el interior del depósito. Primeros resultados obtenidos en esta primera etapa de ensayos.

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