Horticultura 370

43 SECTOR “La directiva europea, más que regular, lo que hace es bloquear”, afirma Montoliu, que compara las herramientas NTG con las tradicionales por radiación o por procedimientos químicos y concluye que el resultado es el mismo, todas son indistinguibles. Pero la ventaja de las últimas en llegar es que el azar está prácticamente dominado; con las otras se producen muchas mutaciones incontroladas que nadie se preocupa de caracterizar. “Cuando somos lo más precisos posible, ponemos los problemas”, se queja. La realidad, por tanto, es que la UE está fuera de juego y eso tendrá un precio. O ya lo tiene. Se llama Francisco Barro, investigador del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC (IASCSIC). Su trabajo está centrado en el trigo, un vegetal hexaploide (de cada gen hay seis copias), es decir, de manipulación complicada. En 2010 consiguió desactivar los genes de las gliadinas (componente principal del gluten) con métodos transgénicos, pero no pudo continuar su trabajo porque la legislación se lo impedía. En 2018 logró lo mismo con técnicas de edición y se topó con la decisión, ese mismo año, de la Corte de Justicia de la UE de equiparar la edición genética a la transgénesis. Ahora trabaja en Estados Unidos, donde “hay empresas que van a cultivar ese trigo y nos van a vender las galletitas a nosotros”, ironiza Lluís Montoliu. Fuera de la UE y de Nueva Zelanda empieza a haber ejemplos importantes de lo que la edición genética puede hacer. Uno de los más llamativos es el de los tomates obtenidos en Japón hace tres años y cuyo consumo puede sustituir ciertos tratamientos médicos para la hipertensión. EL CAMPO, ANIMADO Lógicamente, las empresas dedicadas al desarrollo de soluciones biotecnológicas llevan tiempo reclamando un cambio normativo radical. En España, muchas de ellas forman parte de la Fundación Antama (Fundación para la Aplicación de Nuevas Tecnologías en la Agricultura, el Medio Ambiente y la Alimentación), cuya directora, Soledad de Juan, ve “fenomenal” el cambio que se atisba, aunque todavía falte la decisión del Consejo de Ministros. “Hemos peleado mucho, la ciencia ha peleado mucho y los agricultores han peleado mucho por conseguirlo”, destacan desde Antama, aunque hay

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx