Entrevista a Albert Yzern, responsable de la Delegación de Aseproda en Madrid
Con una dilatada experiencia en el sector, Albert Yzern se incorporó a Aseproda en septiembre del pasado año para hacerse cargo de la Delegación de la empresa andaluza en Madrid, desde donde atenderá la zona centro y el noroeste de la Península Ibérica. Durante estos seis meses ha logrado cerrar varias operaciones que, tal y como comenta con orgullo durante la conversación que mantuvimos con él el pasado 5 de marzo, permitirán a la empresa andaluza dar a conocer a importantes actores del sector las prestaciones de las herramientas informáticas de la compañía liderada por Antonio Martín.
Yzern ha dado un giro a su vida, tanto profesional como personal, al trasladarse a la Comunidad de Madrid desde la ciudad de Barcelona, pero tras charlar con él durante casi una hora, la sensación es que ya se ha adaptado a su nueva situación. Y lo ha hecho con mucha ilusión, confianza y energía.
¿Desde cuándo forma parte de la plantilla de Aseproda? ¿Cuándo se abrió la delegación de la compañía en Madrid?
Comencé mi carrera en Aseproda en septiembre del 2019, coincidiendo con la apertura de la delegación en Madrid.
¿Contaba con experiencia previa en el sector? Si es así, ¿qué motivos le empujaron a dar el salto a Aseproda?
Conozco muy bien el sector. Durante nueve años he formado parte de una de las empresas líderes del mismo, donde he aprendido no solo el negocio, sino la filosofía.
Mi carrera en el sector de los hidrocarburos se ha desarrollado principalmente en la parte de Operaciones, donde he vivido la evolución tecnológica del sector, tratando directamente con el cliente, y participando activamente en la resolución de incidencias y detección de necesidades, siendo esto, precisamente, lo que siempre me ha motivado más. Me apasiona el trato con el cliente y poder ayudarle en su negocio y Aseproda me parecía el mejor lugar donde desarrollar esta faceta y evolucionar como profesional. Tras conocer a Antonio Martín y al resto del equipo de la compañía, no lo dudé. Aseproda era mi apuesta segura, y ¡aquí estoy!
¿Qué labores tiene asignadas como responsable de la Delegación de Aseproda en Madrid? ¿Qué provincias cubre desde aquí? ¿Cuáles cree que ofrecen más posibilidades para Aseproda?
En Aseproda tenemos un objetivo muy claro, y es consolidar nuestra marca en todo el país. Madrid es una zona estratégica, donde se encuentran las principales petroleras y distribuidoras de carburante, pero también empresas que apuestan por el sector, a las que queremos hacer llegar nuestro producto.
Las zonas que cubrimos son la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y el noroeste de España. Por otra parte, creemos firmemente que todas las zonas ofrecen posibilidades para Aseproda.
¿Cuáles son, a su juicio, los puntos fuertes de los productos y servicios comercializados por Aseproda?
Siendo sincero, no soy capaz de decantarme por un único producto. En Aseproda creamos cada producto con esfuerzo y motivación, pensando en que todos y cada uno de ellos se adapte a las necesidades de nuestros clientes actuales y futuros.
Esta filosofía de trabajo, en la que sobre todo se prima la calidad y la fiabilidad del producto, nos hace ser un referente en el sector y nos permite ofrecer un mejor servicio, aumentando así la confianza del cliente en la marca.
¿Cuál es el perfil medio de los clientes de Aseproda? Es decir, ¿se trata de estaciones de servicio abanderadas, gasolineras libres, gasolineras desatendidas, centros de distribución de gasóleos, instalaciones de suministros propios…? ¿Qué porcentaje representa cada una de estas tipologías en su cartera? ¿Qué segmento de actividad parece estar en un mejor momento?
Si me preguntas por la cartera actual, el perfil de cliente con mayor porcentaje es el de gasolineras atendidas y gasolineras automatizadas, representando alrededor del 90%, el resto podríamos englobarlo en el modelo de consumo propio.
Respecto al segmento de actividad que parece estar en auge, y en lo que a la zona centro se refiere, opino que hay una gran apuesta por los puntos de carga eléctricos y el uso del gas vehicular, también por el modelo franquicia de las grandes marcas, donde se permite al gestor decidir la informática a utilizar, manteniendo una bandera reconocida y ofreciendo una gran experiencia al usuario.
Acumula más de nueve años de experiencia en el sector de las estaciones de servicio, ¿cómo ha cambiado el sector desde que empezó a trabajar en él?
Cuando llegué a este sector las estaciones de servicio atendidas tenían todo el protagonismo. Fue la llegada de la crisis cuando se produjo un cambio radical, obligando a reinventarse y reorientar el negocio. Se ha vivido un cambio y una profunda evolución en el servicio que se presta a los clientes recurriendo a las posibilidades que ofrece la tecnología actual, tal y como sucede con las aplicaciones móviles, que hacen que el usuario final sea más autosuficiente. Los cambios que se han vivido en las costumbres de la gente han hecho que la tecnología más innovadora llegue a nuestro sector.
Desde mi punto de vista, hay que partir de la base de que a pocas personas les gusta tener que ir a repostar carburante, una tarea que conlleva un coste y a la que hay que dedicar un tiempo. Asumiendo que esto es así en amplias capas de la sociedad, empresas como Aseproda intentamos lograr que esa tarea resulte un poco más llevadera y sea más cómoda para el usuario final, aplicando todas las facilidades que están a nuestro alcance para que parar en una gasolinera sea más agradable.
¿Cuál es su opinión acerca del debate sobre el modelo de gasolineras desatendidas y las tradicionales? ¿Cree que ambas modalidades pueden convivir?
Como comercial he escuchado ambas versiones, y esto me ha permitido llegar a la conclusión que ambos modelos de negocio son necesarios para poder llegar a todos los usuarios, y a todas las zonas, a la España vaciada, como se denomina ahora, a esos pueblos donde una gasolinera atendida no es rentable, pero en los que es vital prestar ese servicio. En otros lugares, como las grandes ciudades o bien zonas en las que los usuarios demandan un trato personal y un servicio atendido y personalizado, sin tener que suministrarse el carburante él mismo. Esta tendencia la vemos, por ejemplo, en la restauración, donde hay mercado para ambos modelos de negocio. Nuestro sector, desde el punto de vista del usuario, no es muy diferente.
¿Qué cambios cree que deberían aplicarse a una gasolinera para estar preparado para las dos próximas décadas?
Igual que existe el Internet de las Cosas y la fiebre tecnológica que ya se ha colado en todos los aspectos de nuestra vida, el sector del hidrocarburo no puede ser menos. Por mi experiencia, creo que prima la experiencia del usuario.
Por lo que respecta a los equipos de autopago, deben contar con ‘interfaces’ amigables, tienen que ser fiables y, sobre todo, ser muy ágiles. En mi opinión, en zonas urbanas en las que el ritmo de vida de la gente es muy acelerado, las gasolineras deben centrarse en el usuario, en el pago por móvil en pista, y en unas infraestructuras limpias, sencillas y visualmente atractivas.
¿Qué nuevos productos y servicios deberían añadir a su actual oferta las gasolineras para seguir contando con el favor de los clientes?
La variedad de energías destinadas a asegurar la movilidad de los vehículos se están ampliando a una velocidad pasmosa, pero chocan con la necesidad de mejorar la autonomía y acortar la duración de la operación de recarga y/o llenado del depósito. No obstante, las estaciones de servicio tendrán que ofrecer una gama más amplia de productos, entre los que destacaría el gas natural y la electricidad. En cuanto a los servicios, las gasolineras deben disponer de plataformas de pago digitales, aplicaciones de fidelización, herramientas que permitan llevar a cabo un detallado control de gastos y, también, facturación automatizada.
En este ámbito, Aseproda está apostando por las apps móviles, y estamos destinando parte de nuestros esfuerzos al desarrollo y evolución de nuestra propia aplicación de pago en pista, que podrá ser usada por cualquier gasolinera, sin necesidad de disponer de un abanderamiento.
¿Qué papel juegan en la actualidad los medios de fidelización que utilizan los teléfonos móviles como soporte? ¿Tiene sentido utilizar aún tarjetas físicas teniendo en cuenta la comodidad y seguridad que ofrecen las apps?
Te hablo como usuario: yo llevo todo en mi móvil desde la factura del gas, la ‘app’ del parquímetro de Madrid, hasta la tarjeta de crédito, por lo que no solo creo en el papel tan importante que juegan estas plataformas en facilitarnos la vida, sino que estoy convencido de que en el futuro aumentará su utilización. En un tiempo no serán necesarios los soportes físicos para movernos por el mundo.
Los organismos que controlan y velan por la seguridad de pago digital están trabajando muy duro en hacer este método de pago inquebrantable, ya que actualmente es más fácil clonar una tarjeta física que pagar desde un dispositivo móvil sustraído. En España nos cuesta aún, pero creo que debemos confiar en ellos.
“Por lo que respecta a los equipos de autopago, deben contar con ‘interfaces’ amigables, tienen que ser fiables y, sobre todo, muy ágiles”
