"Las estaciones de servicio son el lugar idóneo para instalar puntos de suministro de hidrógeno"

Dentro de su estrategia de innovación, diversificación de la oferta de servicios e introducción de las energías alternativas, la compañía aragonesa Zoilo Ríos S.A. incorporará al menos un punto de repostaje de hidrógeno en alguna de las nueves estaciones de servicio que posee.

Aprovechando la celebración en Zaragoza del Congreso Mundial de la Energía del Hidrógeno, entrevistamos, en el número 310 de Estaciones de Servicio, al director general de Zoilo Ríos S.A., Zoilo Ríos Torre.

EE.SS: ¿Qué oportunidades de negocio se abren para las estaciones de servicio interesadas en comercializar hidrógeno?
Z.R: Sin infraestructura no se comercializarán en España estos vehículos. Nos consta que hay fabricantes de automóviles de entre los que he nombrado anteriormente que usan esta tecnología que ya tienen pedidos que no puede servir en España precisamente porque no hay una red de estaciones de suministro todavía, así que hay que ponerse manos a la obra.

Al igual que ha ocurrido en España con el despliegue de otros carburantes como el GLP (Zoilo Ríos instaló el primer surtidor público en Aragón de GLP y hoy, además de tener demanda estable, se han incorporado en otras muchas estaciones), el proceso será paulatino y ha de haber una relación racional y proporcionada entre el despliegue de las infraestructuras y la demanda.

Las recargas eléctricas se pueden hacer en muchos lugares, no tiene por qué ser en una estación de servicio, pero para el hidrógeno la ubicación más lógica es ésta, por condiciones logísticas, de seguridad y técnicas. El repostaje de hidrógeno no difiere mucho del de gasolina o GLP.

Es, además, un proceso lógico: la tecnología del hidrógeno aúna todas las ventajas del gas y de los eléctricos, pero aporta otras básicas, como una autonomía mucho mayor (500-600 kilómetros) y equiparable a la de los vehículos convencionales o el poco tiempo que lleva el repostaje (de 3 a 5 minutos).

Además, el hidrógeno no tiene por qué eliminar las otras tecnologías, ha de verse como algo complementario, no sustitutivo de los derivados del petróleo todavía, y que cada consumidor pueda escoger. Así lo recogen las estrategias nacionales de extensión del hidrógeno en los países y regiones que las tienen, no es el caso de España por el momento.

Oportunidades de negocio, como se ve, hay y habrá, pero quizá la mayor oportunidad es la de contribuir a la conservación del planeta y a su necesaria descarbonización, no lo olvidemos. Y el que primero disponga de este suministro, tendrá un mejor posicionamiento para el futuro inmediato.

EE.SS: ¿Cuál es el coste medio de una hidrogenera estándar? ¿Qué retos conlleva su construcción?
Z.R: Depende básicamente de qué entendamos por hidrogenera, es decir, si hay producción de hidrógeno in situ o no. Si no la hay (que parece el modelo más lógico para pequeñas estaciones de suministro que puedan rellenarse con el hidrógeno producido en otra planta, como ocurre con los postes de gasolina actuales), los costes pueden ser similares a los de un poste de suministro de gas con depósito.
En cuanto a los retos técnicos, hay que analizar la normalización y regulación que vaya publicándose, pero -en cuanto a seguridad- la normativa no diferirá mucho de la del gas natural en aspectos como exigencias de distancias, capacidades máximas o medidas de seguridad.

Precisamente, en la reciente celebración del Congreso Mundial de la Energía del Hidrógeno WHEC 2016 de Zaragoza se ha podido comprobar que industriales aragoneses con los que colaboramos están ya en posición de proveer esta tipología de hidrogeneras. Se trata de ofrecer al empresario de una estación de servicio, con un mínimo de instalación e inversión acorde a las primeras fases de despliegue del mercado, la posibilidad de incorporar un surtidor con almacenamiento de hidrógeno en sus instalaciones.

EE.SS: ¿Cuál es la demanda prevista de hidrógeno para 2025 en España?
Z.R: Es difícil precisar, pero la Estrategia de Impulso del Vehículo con Energías Alternativas (VEA) en España 2014-2020 del Ministerio de Industria, Energía y Turismo prevé que para el año 2020 en España haya 2.800 vehículos de hidrógeno y 21 estaciones de suministro de acceso público.

No son unas cifras muy abultadas, pero sí supondrían una cierta extensión de la tecnología y una dotación mínima en cuanto a infraestructura de servicio. Respecto a la posible demanda de hidrógeno, hay pocos indicadores, pero algunos sí resultan ilustrativos. El proyecto europeo HyUnder, que estudia el potencial que presenta el almacenamiento de hidrógeno producido con renovables, estima que en 2050 la demanda potencial de hidrógeno producido a partir de renovables en el transporte español será de 800.000 toneladas anuales, una cifra importante. Otros países como Alemania doblan esas previsiones. Y vayamos más allá del transporte: la industria española necesitará 1,2 millones de toneladas de hidrógeno al año también, para múltiples aplicaciones.

Si miramos a Europa, veremos que muchos de los países más representativos (Alemania, Reino Unido, Noruega, Francia o Italia) tienen un claro posicionamiento hacia este vector energético. España no debiera perder este tren.