Un envase con moléculas de ajo pretende conservar los vegetales más tiempo
20 de junio de 2012
La empresa granadina Domca ha obtenido aditivos de origen vegetal que se incorporarán a un envase de plástico biodegradable destinado a conservar las frutas y verduras frescas listas para el consumo, en el marco del proyecto europeo PLA4food. La investigación desarrollará un envase activo y biodegradable para productos alimentarios recién cortados elaborado con un termoplástico al que se añaden moléculas de origen natural microencapsuladas. Los expertos han demostrado que estos aditivos mejoran las propiedades del producto, ya que aumentan el tiempo de conservación y la seguridad frente a posibles microorganismos alterantes y patógenos. Además evitan el proceso de oxidación de las frutas y verduras que le confieren un color pardo.
En concreto, la empresa Domca proporciona los aditivos procedentes del ajo que incorporan al envase. Para ello, los expertos obtienen estos principios activos a partir de un proceso de extracción orgánica desde la pasta de ajo. A partir de esta materia prima, obtienen moléculas que combaten los microorganismos existentes en las frutas y verduras envasadas. “Se trata de aditivos con propiedades antimicrobianas y antifúngicas, es decir, combaten las bacterias y mohos que pueden surgir en los vegetales y provocan enfermedades como la Salmonelosis”, explica la responsable de proyectos de Domca, Cristina Núñez.
Hasta el momento, el principal inconveniente de las moléculas era su aroma, ya que al obtenerse del ajo conservaban su característico olor. Sin embargo, una de las novedades del proyecto es la microencapsulación, es decir, los aditivos se incorporan en pequeñas capsulas que se insertan en los poros de la capa del plástico en contacto con los vegetales. “Las cápsulas del plástico comienzan a actuar progresivamente, desde el mismo momento del envasado. De esta forma, tenemos un mayor control sobre el proceso de conservación, ya que la liberación se sostiene en el tiempo. Esto aumenta la vida útil del producto y, por tanto, su valor económico”, destaca Núñez.