Envases plásticos, primordiales para ahorrar energía y evitar pérdidas de alimentos
26 de octubre de 2012
Juan Ruiz, responsable de Eficiencia Energética y Normalización de PlasticsEurope, en su presentación 'Soluciones innovadoras en envases plásticos para el ahorro de recursos' expuso las principales conclusiones del estudio elaborado por el instituto Denkstatt, un instituto de investigaciones austriaco independiente que elaboró un estudio para evaluar el impacto de los materiales plásticos en el consumo de energía y emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de su vida.
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Pero estos no son los únicos ahorros que conseguimos gracias a la utilización de los envases de plástico. Su contribución en la disminución de pérdidas de alimentos también es muy significativa, tal y como recalca la FAO. En su informe de 2011, esta organización explica que, en regiones desarrolladas como Europa, gracias a las soluciones de envasado adecuadas la pérdida de alimentos desde el momento de su producción y su llegada a las estanterías de los puntos de venta es de tan sólo un 3%. Sin embargo, en países en desarrollo, donde la disponibilidad de alimentos es un asunto crítico, esta cifra alcanza el 40%.
En relación a este tema, Ramón Gil, director general de PlasticsEurope en la región Ibérica, declaró que “los últimos datos de la FAO indican que a día de hoy sigue habiendo 870 millones de personas hambrientas en el mundo. Este dato pone de manifiesto la magnitud de la inseguridad alimentaria que existe en ciertas partes del planeta y lo crucial que es poder minimizar las pérdidas de alimento. En este aspecto, los envases plásticos pueden ayudar de una manera muy significativa”. Finalmente, Ramón Gil destacó el potencial de ahorro de energía y de emisiones de CO2 que los plásticos ofrecen y añadió “la utilización de plásticos favorece la eficiencia energética y protege al planeta del cambio climático. Gracias a ellos ahorramos cada año 53 millones de toneladas de crudo en Europa. Esta cifra es ligeramente superior al doble de las necesidades energéticas para calefacción de todos los hogares de España y Portugal en un año”.