Desciende la población activa en el medio rural, pero no la siniestralidad

Los accidentes en el campo, un goteo continuo…

Carmen Jarén, Txuma Mangado, Pedro Arnal, Ainara López, Silvia Arazuri
Universidad Pública de Navarra (UPNA)

23/07/2021

El grupo de Mecatrónica Agraria de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) lleva desde 2004 recogiendo toda la información relacionada con la siniestralidad laboral. En 17 años, a partir de un amplio y variado abanico de fuentes, ha registrado 1.601 muertes en el sector agrario, lo que suponen una media de 94 fallecidos al año, aunque los datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo solo recogen la mitad.

Percance sufrido por no echar bien el freno de mano, afortunadamente sin consecuencias para el agricultor, a pesar de no llevar ROPS (Foto: Alex Romero).

Sobre las 13 horas del pasado 20 de febrero, un agricultor de tan solo 47 años moría al ser atrapado por el agitador de su sembradora. El fallecido estaba trabajando con su hermano cuando se bajó por algún motivo a mirar algo de la máquina. Ambos se encontraban sembrando guisantes con su tractor en la finca El Castillejo, junto a la N-601, cerca de la urbanización 'Tijuna', en el municipio de Laguna de Duero. A pesar de que gracias a que estaba acompañado, situación que no suele darse, se pudo avisar rápidamente al Centro de Emergencias 112 de Castilla y León, y que una UVI móvil, un equipo médico del centro de salud de Laguna de Duero, agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local y un equipo de bomberos de la Diputación de Arroyo de la Encomienda se trasladaron rápidamente al lugar, nada se pudo hacer por salvarle la vida^[1].

El 15 de marzo, un hombre, cuyas iniciales se corresponden con F.S. y de 82 años de edad, fallecía al volcar el tractor. En el momento del accidente, F.S. estaba trabajando en su huerto en las proximidades de una localidad pacense. El hombre estaba pasando una grada cuando el tractor volcó y quedó atrapado debajo. Al parecer, un cierto desnivel en la linde de la parcela y, posiblemente, un acercamiento excesivo a la misma, pudieron ser las causas del vuelco. El agricultor estaba labrando su viña, rodando muy próximo a la linde, cuando una de las ruedas quedó al aire por el desnivel, cayendo el conjunto de tractor y apero a un olivar situado debajo. Aunque rápidamente se personaron algunos vecinos, la policía local y personal sanitario y, posteriormente llegaron los bomberos y varios agentes de la Guardia Civil, nada pudieron hacer más que desencarcelar a la víctima, que había quedado debajo del tractor^[2]. El tractor no disponía de sistema de seguridad al vuelco, conocido por ROPS (Roll-Over Protection Structure).

El 24 de marzo perdía la vida un joven de 21 años tras volcar su tractor. En el momento del accidente, el joven estaba trabajando junto a su padre transportando piedras con un pequeño remolque. Al parecer, el accidentado iba conduciendo el tractor y volcó al bajar por una pendiente muy pronunciada. El remolque cargado de piedras hizo que el tractor volcara y el joven conductor quedó atrapado debajo. El remolque no llegó a volcar. Rápidamente con la ayuda de unos vecinos y de otro tractor que se encontraba en la finca intentaron liberarlo. Al lugar de los hechos, también acudieron una ambulancia del Servicio Extremeño de Salud, la Guardia Civil, los bomberos y la Cruz Roja. Los servicios sanitarios intentaron durante casi una hora reanimarlo, pero fue imposible^[3].

Accidente con dos heridos entre un tractor y un turismo en Urrea de Jalón (Zaragoza).

Estos son tan solo tres ejemplos, pero la lista podría ser mucho más larga. Si seguimos este tipo de accidentes en los medios de comunicación, podemos observar que es un goteo continuo. En lo que va de año, ya hemos recogido más de 40 fallecidos en el sector agrario. Según la web 'Tu vida, sin vuelcos'^[4], ya van 22 fallecidos por vuelco del tractor sin ROPS pero, como hemos podido leer al principio, el vuelco del tractor no es la única causa. Pero de esto hablaremos más adelante.

La gravedad de la situación queda reflejada también por el índice de incidencia de accidentes mortales. Este índice se calcula como el cociente entre los siniestros mortales registrados por cada 100.000 trabajadores. En el sector agrario, este índice en 2018 fue del 11,54 frente al 5,14 de la Industria o al 3,68 del total. Y no solo es que sea el más elevado, según los años, junto con el de la construcción (12,17), es que en el sector agrario el índice se ha mantenido prácticamente inalterable desde 2006 (Figura 1), frente a las caídas generalizadas en el resto de actividades, según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social (MITES).

Figura 1. Índices de incidencia de accidentes de trabajo mortales en valores absolutos (MITES).

Fuentes de información ministerial

El grupo de Mecatrónica Agraria de la Universidad Pública de Navarra lleva desde el año 2004 recogiendo toda la información relacionada con la siniestralidad laboral. Para poder tomar medidas que pongan fin a esta lacra social que tan poco eco despierta, lo primero que necesitamos es conocer el problema en profundidad y para ello, los datos de siniestralidad pueden jugar un papel trascendental.

En este sentido, hemos recogido la información que nos proporcionan los organismos oficiales. Estos son, por un lado, los datos publicados por el Ministerio con competencia en empleo (actualmente denominado Ministerio de Trabajo y Economía Social, pero que a lo largo de estos años ha tenido varias denominaciones diferentes) a través del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST, antes INSHT), que ofrece los datos de accidentes laborales sufridos en este sector, distinguiendo entre los leves, los graves y los mortales. Por otra parte, también hemos recogido la información aportada por la Dirección General de Tráfico (DGT) que nos proporcionaba los datos de los accidentes de tráfico en los que está implicado un tractor o vehículo agrícola.

Lo ideal sería contar únicamente con fuentes de información oficiales, pero por desgracia estos no son un reflejo de la situación del sector. Por lo que respecta al INSST solo recoge los "accidentes laborales" con dos graves problemas para nuestro interés. El primero es la falta de información detallada de los accidentes. El segundo, que muchos de los accidentes que se producen en el campo no son "accidentes laborales" y, por lo tanto, no los recogen las estadísticas. Y esto es así, no porque el siniestrado no estuviera trabajando, sino porque no responde a la definición de "trabajador" que exige la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales. En unos casos, más de los que nos gustaría, porque son jubilados, o son hijos o familiares que están ayudando en la explotación, o realizan las actividades agrícolas como ocio, o no están dados de alta como trabajadores agrícolas porque tienen otro trabajo y, además, tienen una explotación a la que atienden, etc. Esta situación dificulta mucho el obtener información completa de todos los accidentes para poderlos estudiar.

Campaña de la organización agraria COAG.

Así, el resultado más dramático es que en estos 17 años que llevamos recogiendo información de accidentes, tenemos registradas 1.601 muertes en el sector agrario. Lo que suponen una media de 94 fallecidos al año en dicho sector, siendo la media de los datos de accidentes laborales en el sector registrados por el INSST de unos 47. Podemos decir, que aproximadamente el INSST solo recoge el 50% de los accidentes mortales que ocurren en el campo.

En cuanto a los datos de accidentes de tráfico recogidos por la DGT, tampoco están exentos de dificultades. Son muchos los accidentes con máquinas agrícolas autopropulsadas (tractores, cosechadores, motomáquinas, etc.) que son además accidentes de tráfico. Ahí podríamos tener también una buena fuente de información oficial, pero por desgracia desde el 2014 la DGT incluye los datos de los accidentes de tráfico de tractores y máquinas agrícolas agregados en la categoría 'máquinas de obra y agrícolas y tractores agrícolas’. Con lo cual, ya no se puede extraer información sobre los accidentes relacionados con los tractores y máquinas agrícolas autopropulsadas.

Respecto a los accidentes de tráfico con tractores sería muy útil conocer el estado del tractor; la edad del tractor y del tractorista; si tenía o no estructura de seguridad; en el caso de los tractores estrechos, si llevaba el arco abatido o bien colocado; el estado de los neumáticos; si había pasado la ITV, etc.

Otras fuentes de información

Debido a los problemas encontrados en las fuentes oficiales, desde el 2004 estamos recogiendo toda información que encontramos principalmente en los medios de comunicación. Al principio era sobre todo prensa escrita y en la actualidad es casi siempre en páginas digitales, bien de medios de comunicación, pero ahora también información local, de protección civil, sindicatos, bomberos, etc.

Nos hemos centrado sobre todo en estudiar los accidentes mortales. Esto no es así por capricho o porque no le demos importancia a los accidentes leves, graves o incluso a los incidentes. Al revés, creemos que conocer los incidentes y los accidentes leves y graves es muy importante para prevenirlos todos, especialmente los mortales. El problema es que los medios de comunicación solo suelen publicar las noticias referentes a los accidentes mortales y, en algunos casos, a los accidentes graves.

Como nuestra fuente principal son los medios de comunicación, solo podemos estimar los demás. Y para ello, nos podemos basar en la llamada pirámide de Heinrich de accidentabilidad (Figura 2). Si tenemos únicamente en cuenta los accidentes mortales publicado por el INSST, que son cerca de unos 50 de media en los últimos años, podemos estimar que en el sector agrario se producen cada año 1.500 accidentes graves, 15.000 accidentes leves con algún tipo de lesión, unos 150.000 accidentes sin lesiones para el trabajador, y cerca de 1.500.000 de incidentes.

Figura 2. Pirámide de Heinrich.

Sin embargo, a diferencia de otros sectores, en el sector agrario apenas se dan partes de incidencia, ni de accidentes sin lesión, ni leves. E incluso ni los graves es probable que se notifiquen, ya que muchos quedan catalogados como accidentes domésticos. El accidentado, si no está dado de alta como trabajador agrario, no va a figurar en la estadística oficial. Y cuando está dado de alta, como muchas veces es el único trabajador de la explotación y si no trabaja él, no lo hace nadie, no se coge la baja. Porque si se coge la baja ¿quién va a ordeñar a las vacas? ¿O quién va a sembrar? Y hay trabajos que no se pueden dejar para mañana.

Si tenemos en cuenta nuestra media de unos 94 muertos al año, los datos anteriores los tendríamos prácticamente que duplicar y la estimación podría ser la que figura en la Tabla 1. En ella también se muestran los datos que figuran en la web del MITES (incluye agricultura, ganadería, caza y servicios relacionados) referentes al 2019. Como podemos ver, las estimaciones son mucho mayores que los datos del MITES, salvo en el caso de los leves, y eso que en el Ministerio se incluye tanto la agricultura como la ganadería, la silvicultura y la pesca.

Tabla 1. Estimación de Heinrich de los accidentes de trabajo, según la gravedad, para el sector agrario (agricultura y ganadería), a partir de los accidentes mortales recogidos de los medios (94) y comparado con los accidentes registrados en 2019 por el MITES en el sector ‘Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca’.
Fuente	Incidentes	Accidentes sin lesión	Accidentes leves	Accidentes graves	Accidentes mortales
Estimación de Heinrich	2.820.000	282.000	28.200	2.820	94
MITES (2019)			32.810	358	44

Pero, ¿por qué son estos últimos también importantes? Porque esto sí sería un buen número de accidentes para conocer los factores y las causas que nos permitan, con más acierto, aplicar medidas de prevención y protección. Un mismo tipo de accidente se puede dar en muchas ocasiones sin que pase nada o que las consecuencias sean leves, pero esas mismas circunstancias pueden dar lugar a un accidente mortal. Los incidentes y los accidentes leves nos sirven de aviso, de alerta. Si actuamos para evitar que se repita, podremos evitar los accidentes graves o mortales.

¿Qué nos dicen los datos que hemos recogido?

El resultado más dramático es que, como comentábamos antes, en estos 17 años hemos registrado 1.601 muertes, con una media de 94 fallecidos al año. Pero a lo largo de estos años, hemos ido pasando de recoger todas las referencias en prensa escrita (en papel impreso) los primeros años, con la limitación física que eso tenía en la selección de noticias que se publicaban y en su extensión, a recoger actualmente casi todas en prensa digital, con menos limitaciones en este sentido. Esto ha supuesto que cada vez recojamos más noticias. Creemos que no se debe a que cada vez haya más accidentes mortales, sino a que cada vez se publican más por la facilidad que ofrecen los medios digitales.

Por eso, si nos fijamos en los últimos seis años (2014-2020), en los que las fuentes son casi todas digitales, los accidentes mortales han sido 556, de los que 321 han sido por vuelco del tractor. Si nos centramos en los siniestros mortales con un vehículo, podemos ver en la Figura 3 el reparto por tipo de vehículo. El tractor estuvo implicado en el 85% de los accidentes mortales con maquinaria y el motocultor en un 3,1%. Los siniestros con motocultores son especialmente preocupantes. Se dan sobre todo en personas jubiladas que están trabajando en sus huertos con máquinas que, en muchos casos, tienen una edad pareja a la de su usuario y que no reúnen los mínimos requisitos de seguridad de los que hoy en día disponen las máquinas que nos encontramos en el mercado.

Figura 3. Distribución de los accidentes mortales según el vehículo implicado en el accidente (2014-2020).

Centrándonos nuevamente en los accidentes en los que está implicada la maquinaria, podemos hacer otra sectorización según el tipo de accidente. El resultado lo podemos ver en la Figura 4.

Figura 4. Distribución de los accidentes con máquinas implicadas en función del tipo de accidente (2014-2020).

Destaca claramente el vuelco como el tipo de accidente mortal más frecuente (57,7% de los accidentes mortales con una máquina implicada) que, con 321 casos, nos da una media de más de 54 fallecidos al año en España únicamente por esta causa. Esto supone casi 5 fallecidos al mes o un fallecido cada 6 días. En el 80% de los vuelcos, el tractor no tenía ROPS y en otro 10% tenían arco de seguridad, pero lo llevaban abatido. Podemos destacar que en 2020 fallecieron 5 personas por vuelco de sus tractores circulando con el arco abatido. En estos casos, la edad media de los fallecidos estaba en 72 años.

La siguiente causa más frecuente, sería la suma de los atropellos y auto-atropellos (12%), seguido de las colisiones y de los atrapamientos.

Unos por otros, la casa sin barrer

Otra de las circunstancias que nos encontramos, que no ayuda nada a la resolución del problema, es la implicación en este tema de muchos agentes. Así, si nos fijamos únicamente en el ámbito ministerial, y ya no doy nombres porque mañana se podría llamar de otra manera, tenemos los ministerios con competencias en trabajo (con el INSST), agricultura, industria (con las homologaciones y las ITV), interior (con la DGT), sanidad, medio ambiente y educación. Pero con tantos responsables, es difícil que alguien coja el ‘toro por los cuernos’.

Para poder analizar con rigor los accidentes en el sector agrario hay varias medidas que se pueden tomar. En primer lugar, mejorar la recogida de información de todos los accidentes que se producen en el campo. En muchos casos, quien recoge la información no sabe distinguir un tractor de un motocultor. Esta información debería estar accesible para que la podamos analizar o que el propio ministerio con competencias ponga los medios humanos o económicos para poderlos analizar convenientemente.

Si son de tráfico, desagregando la información y detallando las circunstancias del accidente. En este sentido, es importante saber si los fallecidos, o los lesionados, son del vehículo agrícola o de otro vehículo, si el tractor o vehículo agrícola había pasado la ITV, si tenía un sistema ROPS, el estado de los neumáticos, el tipo de vía, si llevaba algún apero o remolque enganchado o suspendido y cuál, etc.

Por último, si el accidente no es laboral, ni de circulación, pero ha habido daños o fallecidos, se supone que hay una investigación por parte de la Policía Judicial o la Guardia Civil/Mossos d'Esquadra, Ertzaintza, Policía Foral de Navarra, Policía Canaria y Policías Locales, etc. E incluso las aseguradoras, los bomberos y Protección Civil, que intervienen en muchos de los accidentes mortales podrían aportar información muy útil.

Accidente de un tractor sin ROPS producido a mediados del pasado mes de junio en Vallobil, Parres (Foto: 112 Asturias).

Si quisiéramos realmente conocer la realidad de este sector, valdría la pena que hubiera consenso y que todos los organismos públicos y privados apoyáramos un estudio serio de esta situación. La muerte no entiende las diferencias. Por desgracia, las muertes en el campo no tienen la repercusión social suficiente y no se producen las movilizaciones que en otros sectores hacen que aumente la sensibilización por esta causa. Y con ella, la aparición de los apoyos políticos y económicos necesarios para combatirlas.

Es verdad que hay campañas de concienciación organizadas por sindicatos, pero está claro que no son efectivas. Lo repetimos, la siniestralidad en el campo no desciende y eso que cada vez hay menos población activa. También es verdad que el INSST tiene un grupo de trabajo del sector agrario en la CNSST, que en 2016 elaboró un ‘Diagnóstico de Situación del Sector Agrario’. A partir de él se ha elaborado un ‘Plan Nacional de Sensibilización en Seguridad y Salud en el Trabajo en el sector Agrario’ con el siguiente cronograma:

2018-2019 Elaboración de la documentación básica de la campaña de sensibilización
2019 Lanzamiento de la campaña de sensibilización
2019-2020 Desarrollo de la campaña de sensibilización
2021 Presentación de la memoria de actividades correspondientes a la campaña de sensibilización

Objetivo: 0 muertes por accidente en el campo español

En 2019 se lanzó la campaña 'Tu vida, sin vuelcos'^[4] que, salvo la web, el resto de las acciones han quedado truncadas por la pandemia.

Este es un sector especial y complicado, y está claro que lo que se hace, no es suficiente, no está resultando efectivo. Y cuando algo no funciona, no sirve de nada conformarnos diciendo "hacemos lo que podemos o lo que nos dejan". Está claro que hay que hacer más, hay que analizar más y mejor el problema para poder dar con la solución y HACER, HACER y HACER. Y desde luego, nada es gratis, así que hay que financiar un buen plan que no puede tener otro objetivo que: OBJETIVO 0, CERO MUERTES EN EL CAMPO ESPAÑOL.

Referencias