La conservación de los polinizadores logra beneficios con los márgenes de cultivo
Un equipo liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha hallado como resultado de sus investigaciones que los márgenes de cultivo son de gran importancia para la conservación de las abejas silvestres en paisajes homogéneos, como por ejemplo en áreas de cultivo intensivo. El estudio se publica en la revista Agriculture, Ecosystems and Environment.
Los polinizadores efectivos, como las abejas silvestres, con mayor grado de eficiencia que las abejas melíferas, son cruciales en la economía global mediante el mantenimiento de la producción de alimentos y la biodiversidad. Para la conservación de estos polinizadores, los investigadores del CSIC han estudiado los márgenes de los campos de cultivos cerealistas como zonas de refugio potencial contra los pesticidas y de provisión de recursos florales. Mediante este planteamiento, realizado en distintos puntos disgregados por Cataluña, se producen resultados con rentabilidades económicas, por un lado, a la vez que es mínimamente invasivo para el agricultor, por el otro.
“El objetivo general del trabajo fue investigar el papel de los márgenes de los cultivos cerealistas en dar soporte a las abejas silvestres. Para ello, comparamos la estructura de la comunidad de abejas silvestres en márgenes con diferentes características y paisajes de intensidad agrícola variable”, señala José Luis González-Andújar, investigador del CSIC en el Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba.
Mantener márgenes amplios y variados
Una de las recomendaciones que plantean los investigadores a los agricultores es mantener márgenes amplios y variados en paisajes con una alta riqueza de plantas con flores variadas. “La alta riqueza floral es capaz de mantener una comunidad de abejas silvestres con mayor densidad, diversidad y más saludable. Los márgenes más amplios mostraron menor tendencia a la homogeneización de las comunidades de abejas, y una mayor proporción de plantas”, comenta González-Andújar.
La pérdida de distintos hábitats, el aumento de plaguicidas y la reducción de recursos florales han sido problemas que afectan directamente a las poblaciones de polinizadores. Las abejas silvestres son clave en esos planteamientos debido a que un tercio de los alimentos que se consumen se encuentra disponible gracias a su polinización. El mantenimiento de estas comunidades se presenta como esencial y repercute directamente a nivel global.