Anuario Marítimo Español 2022

Además, la eólica marina, con los nuevos sistemas flotantes, que permiten su instalación en zonas de gran profundidad como son las costas españolas, aumentarán las cargas de trabajo al incorporarse el mar español como área de aplicación. Por otro lado, la búsqueda de nuevos combustibles y su aplicación a los transportes marítimos son áreas de incuestionable diversificación para las empresas del sector naval, que ayudarán a buscar alternativas para sobrevivir en un mercado complejo y muy competitivo con una alta dependencia de grandes proyectos de las empresas tractoras. La economía azul como amplio concepto ofrece posibilidades más allá de la construcción naval y uno de los retos de las empresas, junto a su internacionalización, consiste en abrirse a nuevos mercados que cubran esa inconsistencia. Desafiante, pues hablamos de retos, de como mínimo dos desafíos importantísimos a los que se enfrenta actualmente la industria naval, y la forma de afrontarlos determinará su futuro y su forma de acometer con éxito los grandes proyectos que se plantean. El primero de ellos es la digitalización. El Astillero 4.0 es ya una realidad a la que se enfrentan las empresas y que implica su inevitable adaptación y modernización. La evolución es veloz y sin pausa se camina ya hacia el Astillero 5.0, por lo que es fundamental redoblar esfuerzos para ir integrando las distintas soluciones existentes en temas de digitalización, automatización, robótica, inteligencia artificial. El otro gran reto, unido en parte al anterior y como consecuencia del buen hacer de la industria, es la formación y capacitación. Por un lado, el sector adolece de una cantera de jóvenes formados que garanticen que se pueda cubrir la carga de trabajo que se espera en los próximos años. Resulta de vital importancia la implicación de las administraciones para fomentar la formación profesional en esta materia, lo que al mismo tiempo redundará positivamente en la reducción de las cifras de paro juvenil, tanto en zonas como la Bahía de Cádiz como en toda Andalucía. Por otro lado, los nuevos sistemas de producción requieren de la capacitación y reciclaje de los trabajadores en activo o desempleados para convertirse en actores de esta irrefrenable industria 5.0. En conclusión, se nos presenta un futuro esperanzador y desafiante, lleno de retos. Hay que subirse al carro y hay que hacerlo ya, con el necesario apoyo de las administraciones y el empuje de las empresas y de entidades como clústeres y asociaciones empresariales. “Los efectos de la pandemia pesan aún sobre la economía global y el panorama económico pinta complicado en muchos aspectos, pero las perspectivas son muy alentadoras” ANUARIO MARÍTIMO ESPAÑOL CMNC 63

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