TV3 - Tierras Vacuno

MANEJO 54 Javier Plaza1, Jaime Nieto1, José Alfonso Abecia3, Francisco Canto2, Carlos Palacios1 1 Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales, Universidad de Salamanca 2 Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA), Universidad de Zaragoza 3 Facultad de Veterinaria de Zaragoza En los sistemas ganaderos del sector vacuno lechero y vacuno de carne, el destete es una práctica de manejo necesaria tanto para reiniciar el ciclo reproductivo y productivo de los animales adultos como para preparar a las crías bien como futuras reproductoras o bien para ser cebadas y posteriormente sacrificadas. Esta operación lleva asociada dos puntos críticos para los animales: por un lado, la separación abrupta de la cría y la madre, y por otro, el cese inmediato del amamantamiento (Loberg et al., 2008). En particular, en los sistemas extensivos mediterráneos de vacuno de carne, los terneros son destetados de sus madres tradicionalmente con edades comprendidas entre los 6 y los 7 meses de edad. Esta práctica ganadera a menudo expone al ganado vacuno a nuevos factores de estrés ambiental, físico y psicológico, tanto o más importantes cuanto más temprano es EL DESTETE ALTERA LA FRECUENCIA CARDÍACA DE LAS VACAS NODRIZAS DE CARNE Y LA DE SUS CRÍAS El destete es una práctica de manejo habitual en las granjas de vacuno de carne en la que se está poniendo especial atención en averiguar la respuesta productiva y fisiológica de los animales a la misma. Dispositivos del ámbito de la ganadería de precisión, como los biologgers subcutáneos, son capaces de monitorizar la frecuencia cardíaca de los animales y detectar las alteraciones que se producen en dicha variable fisiológica y en los ritmos circadianos que la gobiernan. el destete, provocando respuestas anómalas en el comportamiento natural de los animales. El destete a una edad más temprana influye, por tanto, en el bienestar de los animales, ya que la ruptura del vínculo materno-filial se produce incluso antes del momento del aprendizaje de ciertas actividades sustanciales para la supervivencia de la cría. Consecuentemente, tras el destete, los animales comienzan a manifestar signos de estrés, como el aumento de las vocalizaciones, inquietud y la aparición de estereotipias. Además de las alteraciones en los patrones habituales de conducta de los animales, el estrés asociado a la práctica del destete supone también variaciones fisiológicas de gran relevancia, como las oscilaciones en los niveles de cortisol o los cambios en la estructura de las proteínas plasmáticas de fase aguda sintetizadas en el hígado. En general, el estrés derivado del destete afecta a muchos sistemas fisiológicos controlados por el sistema nervioso autónomo, incluyendo el sistema cardiovascular. La frecuencia cardíaca es uno de los parámetros fisiológicos que se ve más afectado, tendiendo a incrementarse tanto en las madres como en sus crías en el momento del destete y en los días posteriores (Acevedo et al., 2005). Sin embargo, no solo se ve alterado el número de pulsaciones por minuto que registra un animal, sino también los ritmos endógenos que gobiernan dicha frecuencia, los cuales vienen regidos por un patrón diario o circadiano. Esta circadianidad, es decir, las fluctuaciones cíclicas en las actividades biológicas diarias causadas por variaciones endógenas que se producen en intervalos de aproximadamente 24 horas, es el parámetro fisiológico más común y, probablemente, la más influyente en el comportamiento animal. Además, puede considerarse un

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