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65 GESTIÓN La empresa coloca en primera posición a la capital danesa, Copenhague que, según se afirma en una nota de prensa remitida por Debos, “es considerada la urbe más inteligente de toda Europa. ‘Connecting Copenhagen’ es el mayor proyecto de ciudad inteligente en el continente y pone en el centro en la calidad de vida de sus ciudadanos, gracias a sus prácticas en transición verde, movilidad y transporte, gestión de residuos y la adaptación de las viviendas”. Algunas de las características de esta estrategia descritas por Debos son las siguientes: “su uso inteligente de datos emitidos por los teléfonos móviles, de los sistemas GPS de los medios de transporte y de los sensode Construcción de Singapur (BCA), los edificios han reducido en un 16% el consumo de energía gracias a la adopción de tecnologías inteligentes, y más de 3.100 edificios están certificados con el ‘Green Mark Scheme’ por su bajo impacto medioambiental”. Además, Singapur “dispone de una red de sensores distribuidos por toda su geografía que monitorizan a tiempo real y permanentemente el consumo energético, del agua y de la generación de residuos y, según cifras oficiales, el desperdicio de agua y energía ha disminuido alrededor de un 35%. Por otro lado, la ciudad también ha desarrollado sistemas de seguridad inteligente e integral mediante IA y reconocimiento facial, que han logrado reducir los delitos en los últimos años”. FUERA YA DEL PODIO… Ámsterdam, en los Países Bajos es, según la compañía andaluza, la cuarta ciudad ‘más inteligente’ del mundo, “ya que se considera en sí mismo un laboratorio ‘open source’ donde se experimenta de forma constante con nuevas soluciones que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. Entre sus proyectos urbanos más destacados se encuentra el fomento de la economía circular en la construcción de sus edificios, con el fin de ser una ciudad neutra en emisiones de carbono. Así, se impulsa el uso de materiales de origen biológico y reciclados para crear edificios que absorban el CO2 emitido, para que res en los sistemas de alcantarillado y basuras como medio para alcanzar su objetivo de ser una ciudad neutral en emisiones de carbono para 2025. Para lograrlo, además, la ciudad apuesta por implementar sistemas inteligentes en los edificios con el fin de aumentar su eficiencia energética, algo que ya tienen el 98% de ellos, según cifras oficiales”. En segunda posición de este listado Debos coloca a Barcelona, que “lleva más de una década apostando por la innovación y la planificación inteligente”. La capital barcelonesa “ha implementado a lo largo de los años diversas mejoras en sus servicios públicos para reducir su impacto ambiental y promover la sostenibilidad, como los autobuses híbridos o la colocación de placas solares en marquesinas. Además, la ciudad cuenta con un sistema de alumbrado público basado en luces LED con una gran red de sensores para obtener datos con el fin de reducir el consumo energético”. Además, “y para optimizar la gestión de residuos y evitar la contaminación olfativa y acústica, dispone de contenedores inteligentes capaces de reducir malos olores y atenuar el sonido de los camiones de residuos”. Singapur es la ciudad-Estado que Debos coloca en la tercera posición de este listado. La ciudad asiática cuenta desde 2008 con “varias leyes para que todas sus construcciones sean sostenibles y, de hecho, según la Autoridad Cada vez más, las ciudades adoptan estrategias para invertir en tecnologías de la información (TIC) y big data para mejorar los servicios públicos y la movilidad, así como aumentar la sostenibilidad y eficiencia en el uso de recursos

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