FO107 - FuturEnviro

79 DÉFICIT HÍDRICO/ACTUALIDAD Si no se implementan soluciones concretas, “el futuro en términos de escasez de agua se torna sombrío”, augura Ealde Business School. “La escasez de agua ha sido históricamente un desafío, pero la combinación de factores como el cambio climático y el creciente consumo de agua está intensificando la gravedad de esta problemática. Las fuentes de agua dulce, esenciales para la vida humana y la salud de los ecosistemas, se encuentran bajo una presión sin precedentes”, explica Sergi Simón, coordinador del Área de Riesgos de Ealde Business School. Al respecto, Inés García-Pintos, profesora del Máster en Sostenibilidad de esta escuela de negocios, añade que “la pluviosidad es cada vez no solo más escasa, sino más impredecible. Por ello, en mi opinión, el riesgo más apremiante se deriva de la vulnerabilidad que se genera el depender de un recurso que, no solo es escaso, sino poco estable en cuanto a su oferta”. EL OBJETIVO 6 DE LOS ODS, CLAVE EN LA CRISIS HÍDRICA Esta crisis hídrica global, señalan en una nota de prensa fuentes de Ealde Business School, “requiere una respuesta concertada y la adopción de estrategias adaptables a las distintas realidades climáticas y geográficas. En este contexto crítico, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS 6)”, cuyo objetivo es garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos. Entre las metas concretas del ODS 6 se incluyen “el acceso equitativo al agua potable, la mejora de la calidad del agua, la implementación de prácticas sostenibles de gestión hídrica y el tratamiento adecuado de las aguas residuales”. Este marco global proporciona directrices esenciales para abordar la escasez de agua desde una perspectiva integral y sostenible. Simón considera que en España, “la sobreexplotación de recursos hídricos para el riego agrícola, la demanda de agua en la cría de ganado y las necesidades del turismo, especialmente en regiones áridas, resaltan la urgencia de abordar la gestión del agua en el país”. Desde la escuela de negocios se recuerda que “más de dos tercios del agua consumida se dedica a la producción industrial, la refrigeración de infraestructuras”, entre otros usos. García-Pintos apunta que, para abordar la crisis del agua y admitiendo que España es un país sometido a un elevado estrés hídrico, la agricultura española “tiene que ser principalmente de secano y no de regadío. Además, debe mejorar los sistemas de canalización de agua y evitar las pérdidas, fugas e ineficiencias que hacen que se pierda el 30% del agua canalizada para consumo, así como abordar de manera decidida el desarrollo de plantas desalinizadoras, sistemas de monitoreo y gestión eficiente del agua de manera más centralizada”. UN FUTURO SOMBRÍO Si no se implementan soluciones concretas, “el futuro en términos de escasez de agua se torna sombrío”. En este sentido, Ealde Business School señala que “es imperativo que España adopte medidas para mejorar la eficiencia en el uso del agua, promover la recuperación de aguas residuales y desarrollar planes integrales nacionales para la gestión de recursos hídricos”. La eficiencia en el uso del agua, la implementación de tecnologías sostenibles y la recuperación de aguas residuales son pasos cruciales para mitigar la escasez, se propone en la nota de prensa. En esta línea argumentativa, Simón apunta que “la creación de planes integrales a nivel nacional que aborden la disponibilidad, distribución y sostenibilidad de los recursos hídricos se vuelve esencial para garantizar la resiliencia frente a los desafíos presentes y futuros”. Como conclusión, Ealde Business School señala que la escasez de agua, “exacerbada por el cambio climático y la creciente demanda, es un problema global que requiere una acción inmediata y coordinada”. Ante esta realidad, “la implementación efectiva del ODS 6 y la adopción de medidas específicas —especialmente en regiones vulnerables como España— son cruciales para asegurar un futuro sostenible y equitativo en términos de acceso al agua para las generaciones venideras. El tiempo para la acción es ahora, y la colaboración global es la clave para enfrentar este desafío urgente”, explica la experta de la escuela de negocios especializadas en riesgos.n

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